Esquizofrenia paranoide
Es el tipo más frecuente de esquizofrenia en la mayor
parte del mundo. En el cuadro clínico predominan las
ideas delirantes relativamente estables, a menudo
paranoides, que suelen acompañarse de alucinaciones, en
especial de tipo auditivo y de otros trastornos de la
percepción. Sin embargo, los trastornos afectivos, de la
voluntad, del lenguaje y los síntomas catatónicos pueden
ser poco llamativos.
Las ideas delirantes y alucinaciones paranoides más
características son las siguientes:
a)
Ideas delirantes de persecución, de referencia, de
celos, genealógicas, de tener una misión especial o de
transformación corporal.
b) Voces alucinatorias que increpan al enfermo
dándole órdenes, o alucinaciones auditivas sin contenido
verbal, por ejemplo, silbidos, risas o murmullos.
c) Alucinaciones olfatorias, gustatorias,
sexuales u de otro tipo de sensaciones corporales.
Pueden presentarse también alucinaciones visuales,
aunque rara vez dominan.
El curso de la esquizofrenia paranoide puede ser
episódico, con remisiones parciales o completas, o
crónico. En esta última variedad los síntomas floridos
persisten durante años y es difícil distinguir episodios
aislados. El comienzo tiende a ser más tardío que en las
formas hebefrénica y catatónica.
Pautas para el diagnóstico
Deben satisfacerse las pautas generales para el
diagnóstico de esquizofrenia y además deben predominar
las alucinaciones o las ideas delirantes y ser
relativamente poco llamativos los trastornos de la
afectividad, de la voluntad y del lenguaje y los
síntomas catatónicos. Normalmente las alucinaciones son
del tipo descrito en b) y c). Las ideas delirantes
pueden ser casi de cualquier tipo, pero las más
características son las ideas delirantes de ser
controlado, de influencia, de dominio y las ideas de
persecución de diversos tipos.
Esquizofrenia hebefrénica
Forma
de esquizofrenia en la que los trastornos afectivos son
importantes, las ideas delirantes y las alucinaciones
son transitorias y fragmentarias y es frecuente el
comportamiento irresponsable e imprevisible y los
manierismos. La afectividad es superficial e inadecuada
y se acompaña con frecuencia de risas insulsas o
sonrisas absortas como de satisfacción de sí mismo, de
un modo despectivo de actuar, de muecas, manierismos,
burlas, quejas hipocondriacas y de frases repetitivas.
El pensamiento aparece desorganizado y el lenguaje es
divagatorio e incoherente. Hay una tendencia a
permanecer solitario y el comportamiento carece de
propósito y de resonancia afectiva. Esta forma de
esquizofrenia comienza por lo general entre los 15 y los
25 años de edad y tiene un pronóstico malo por la rápida
aparición de síntomas negativos, en especial de
embotamiento afectivo y de abulia.
Además de las alteraciones afectivas y de la voluntad,
destaca el trastorno del pensamiento. Pueden aparecer
alucinaciones e ideas delirantes pero no son
predominantes. Se pierden la iniciativa y la
determinación, se pierde cualquier tipo de finalidad de
tal forma que el comportamiento del enfermo parece
errático y vacío de contenido. Además, la preocupación
superficial y manierística por temas religiosos,
filosóficos o abstractos puede hacer difícil al que
escucha seguir el hilo del pensamiento.
Pautas para el diagnóstico
Para un
diagnóstico seguro de hebefrenia normalmente es
necesario un período de dos o tres meses de observación
continua para asegurarse de que persiste el
comportamiento característico.
Esquizofrenia catatónica
Presencia de trastornos psicomotores graves, que varían
desde la hipercinesia al estupor o de la obediencia
automática al negativismo. Durante largos períodos de
tiempo pueden mantenerse posturas y actitudes rígidas y
encorsetadas. Otra característica llamativa de este
trastorno es la excitación intensa.
Pautas para
el diagnóstico
Deben satisfacerse las pautas generales para el
diagnóstico de esquizofrenia. Pueden aparecer síntomas
catatónicos aislados y transitorios en el contexto de
cualquier otro tipo de esquizofrenia. Para el
diagnóstico de esquizofrenia catatónica deben predominar
en el cuadro clínico uno o más de los siguientes tipos
de comportamiento:
a)
Estupor (marcada disminución de la capacidad de reacción
al entorno y reducción de la actividad y de los
movimientos espontáneos) o mutismo.
b) Excitación (actividad motriz aparentemente sin
sentido, insensible a los estímulos externos).
c) Catalepsia (adoptar y mantener voluntariamente
posturas extravagantes e inadecuadas).
d) Negativismo (resistencia aparentemente sin
motivación a cualquier instrucción o intento de
desplazamiento o presencia de movimientos de
resistencia).
e) Rigidez (mantenimiento de una postura rígida
contra los intentos de ser desplazado).
f) Flexibilidad cérea (mantenimiento de los
miembros y del cuerpo en posturas impuestas desde el
exterior).
g) Obediencia automática (se cumplen de un modo
automático las instrucciones que se le dan) y
perseveración del lenguaje.
Esquizofrenia indiferenciada
Conjunto de trastornos que satisfacen las pautas
generales para el diagnóstico de esquizofrenia pero que
no se ajustan a ninguno de los tipos paranoide,
hebefrénica y catatónica, o presentan rasgos de más de
uno de ellos, sin que haya un claro predominio de uno en
particular. Esta categoría deberá utilizarse únicamente
para los cuadros psicóticos (excluyendo, pues, a la
esquizofrenia residual, y a la depresión
postesquizofrénica) y sólo después de haber intentado
clasificar el cuadro clínico en alguna de las tres
categorías precedentes.
Pautas para el diagnóstico
a)
Satisfacen las pautas para el diagnóstico de
esquizofrenia.
b) No satisfacen las pautas de los tipos
catatónico, hebefrénico o paranoide.
c) No reúnen las pautas para la esquizofrenia
residual o la depresión postesquizofrénica.
Depresión postesquizofrénica
Trastorno de tipo depresivo, a veces prolongado, que
surge después de un trastorno esquizofrénico. Durante él
pueden persistir algunos síntomas esquizofrénicos, pero
no predominan en el cuadro clínico. Estos síntomas
esquizofrénicos persistentes pueden ser "positivos" o
"negativos", aunque estos últimos son los mas
frecuentes. Rara vez son lo suficientemente graves o
duraderos para satisfacer las pautas de un episodio
depresivo grave y a menudo es difícil decidir qué
síntomas del enfermo son debidos a una depresión, cuáles
a la medicación neuroléptica y cuáles son expresión del
trastorno de la voluntad y del empobrecimiento afectivo
de la esquizofrenia por sí misma. Estos estados
depresivos se acompañan de un alto riesgo de suicidio.
Pautas para el diagnóstico
a)
El enfermo ha tenido en los últimos doce meses una
enfermedad esquizofrénica que satisfacía las pautas
generales de esquizofrenia.
b) Persisten algunos síntomas esquizofrénicos.
c) Los síntomas depresivos son destacados, fuente
de malestar y cumplen al menos las pautas de un episodio
depresivo y han estado presentes por lo menos durante
dos semanas.
Esquizofrenia residual
Estado crónico del curso de la enfermedad
esquizofrénica, en el que se ha producido una clara
evolución progresiva desde los estados iniciales (que
incluyen uno o más episodios con síntomas psicóticos que
han satisfecho las pautas generales de la esquizofrenia)
hacia los estadios finales caracterizados por la
presencia de síntomas "negativos" y de deterioro
persistente, aunque no necesariamente irreversibles.
Pautas para el diagnóstico
a)
Presencia de síntomas esquizofrénicos "negativos"
destacados, por ejemplo, inhibición psicomotriz, falta
de actividad, embotamiento afectivo, pasividad y falta
de iniciativa, empobrecimiento de la calidad o contenido
del lenguaje, comunicación no verbal (expresión facial,
contacto visual, entonación y postura) empobrecida,
deterioro del aseo personal y del comportamiento social.
b) Evidencia de que en el pasado ha habido por lo
menos un episodio claro que ha reunido las pautas para
el diagnóstico de esquizofrenia.
c) Un período de por lo menos un año durante el
cual la intensidad y la frecuencia de la sintomatología
florida (ideas delirantes y alucinaciones) han sido
mínimas o han estado claramente apagadas, mientras que
destacaba la presencia de un síndrome esquizofrénico
"negativo".
d) La ausencia de demencia u otra enfermedad o
trastorno cerebral orgánico, de depresión crónica o de
institucionalización suficiente como para explicar el
deterioro.
Esquizofrenia simple
Trastorno no muy frecuente en el cual se presenta un
desarrollo insidioso aunque progresivo, de un
comportamiento extravagante, de una incapacidad para
satisfacer las demandas de la vida social y de una
disminución del rendimiento en general. No hay evidencia
de alucinaciones y ni de ideas delirantes y el trastorno
es no tan claramente psicótico como los tipos
hebefrénico, paranoide y catatónico. Los rasgos
"negativos" característicos de la esquizofrenia residual
(por ejemplo, embotamiento afectivo, abulia) aparecen
sin haber sido precedidos de síntomas psicóticos
claramente manifiestos. El creciente empobrecimiento
social puede conducir a un vagabundeo, los enfermos se
encierran en sí mismos, se vuelven ociosos y pierden sus
objetivos.
Pautas para el diagnóstico
Desarrollo progresivo durante un período de tiempo
superior a un año, de los síntomas "negativos"
característicos de la esquizofrenia residual, sin que
hayan existido antecedentes de alucinaciones, de ideas
delirantes ni de otras manifestaciones de un episodio
psicótico pasado, con cambios significativos en la
conducta personal manifestados con una marcada pérdida
de interés, ociosidad y aislamiento social.
