Conjunto de
manifestaciones fisiológicas, comportamentales y cognoscitivas en el cual el consumo
de una droga, o de un tipo de ellas, adquiere la máxima
prioridad para el individuo, mayor incluso que cualquier
otro tipo de comportamiento de los que en el pasado
tuvieron el valor más alto. La manifestación
característica del síndrome de dependencia es el deseo
(a menudo fuerte y a veces insuperable) de ingerir
sustancias psicotropas (aun cuando hayan sido prescritas
por un médico), alcohol o tabaco. La recaída en el
consumo de una sustancia después de un período de
abstinencia lleva a la instauración más rápida del resto
de las características del síndrome de lo que sucede en
individuos no dependientes.
Pautas para el diagnóstico
El diagnóstico de dependencia sólo debe hacerse si
durante en algún momento en los doce meses previos o de
un modo continuo han estado presentes tres o más de los
rasgos siguientes:
a)
Deseo intenso o vivencia de una compulsión a consumir
una sustancia.
b) Disminución de la capacidad para controlar el
consumo de una sustancia o alcohol, unas veces para
controlar el comienzo del consumo y otras para poder
terminarlo para controlar la cantidad consumida.
c) Síntomas somáticos de un síndrome de
abstinencia cuando el consumo de la sustancia se reduzca
o cese, cuando se confirme por: el síndrome de
abstinencia característico de la sustancia; o el consumo
de la misma sustancia (o de otra muy próxima) con la
intención de aliviar o evitar los síntomas de
abstinencia.
d) Tolerancia, de tal manera que se requiere un
aumento progresivo de la dosis de la sustancia para
conseguir los mismos efectos que originalmente producían
dosis más bajas (son ejemplos claros los de la
dependencia al alcohol y a los opiáceos, en las que hay
individuos que pueden llegar a ingerir dosis suficientes
para incapacitar o provocar la muerte a personas en las
que no está presente una tolerancia).
e) Abandono progresivo de otras fuentes de placer
o diversiones, a causa del consumo de la sustancia,
aumento del tiempo necesario para obtener o ingerir la
sustancia o para recuperarse de sus efectos.
f) Persistencia en el consumo de la sustancia a
pesar de sus evidentes consecuencias perjudiciales, tal
y como daños hepáticos por consumo excesivo de alcohol,
estados de ánimo depresivos consecutivos a períodos de
consumo elevado de una sustancia o deterioro cognitivo
secundario al consumo de la sustancia.
Una característica esencial del síndrome de dependencia
es que deben estar presentes el consumo de una sustancia
o el deseo de consumirla. La conciencia subjetiva de la
compulsión al consumo suele presentarse cuando se
intenta frenar o controlar el consumo de la sustancia.
Este requisito diagnóstico excluye a los enfermos
quirúrgicos que reciben opiáceos para alivio del dolor y
que pueden presentar síntomas de un estado de
abstinencia a opiáceos cuando no se les proporciona la
sustancia, pero que no tienen deseo de continuar tomando
la misma.
El síndrome de dependencia puede presentarse a una
sustancia específica (por ejemplo, tabaco y diazepam),
para una clase de sustancias (por ejemplo, opiáceos) o
para un espectro más amplio de sustancias diferentes
(como en el caso de los individuos que sienten la
compulsión a consumir por lo general cualquier tipo de
sustancias disponibles y en los que se presentan
inquietud, agitación o síntomas somáticos de un estado
de abstinencia, al verse privados de las sustancias).
