Dillon está sufriendo mucho hoy y parece confundido por mi uso del Dragon Naturally Speaking, un programa que te permite dictar al ordenador en lugar de usar el teclado. Es muy duro oírle jadear tanto y saber lo mucho que está sufriendo. Yo no sé qué hacer y él no puede decirme lo que necesita. Es un perro maravilloso. Pruebo a decirle la oración budista que me enseñó Peg: "
" y me entran ganas de llorar. Así que lloro. Anna dice que se levantó durante la noche y le dio Tramadol porque estaba respirando con dificultad. Además, Anna ya le había puesto una inyección de hidromorfina a las once de la noche (que normalmente le dura hasta las siete de la mañana más o menos).
Muchas gracias a todos los que habéis preguntado por él y por su salud. Todavía me hace sentir bien, y los que lo han visto además dicen que tiene buen aspecto. Pero hoy parece no poder tranquilizarse. Ha habido un rato en el que no se quedaba acostado durante más de un minuto, y se levantaba y se acercaba a mi cada vez que le hablaba al ordenador, como si creyera que le estaba dando una orden o diciéndole algo; pero ahora está acostado junto a mi silla y está tranquilo. Me alegro de que esté descansando.
Voy a finalizar esto por ahora. Por algún motivo (que ocurre a menudo), Jaws no lee lo que le hablo a Word a no ser que vaya palabra por palabra, y de todas formas ya os he dicho lo más importante. Gracias otra vez por haber preguntado por Dillon, y os prometo que pronto tendréis noticias mías en un tono más animado.
Ahora es jueves por la noche y cuando hemos vuelto a casa después cenar en el Asti con Zipporah y Gretchen, Dillon nos estaba esperando junto a la puerta. Lo he sacado a pasear y estaba mucho más juguetón y alerta que a mediodía cuando escribí la primera parte de este mensaje, y estoy muy contento de que se encuentre mejor por ahora. Luego más…
Un abrazo, John, Anna, y Dillon
Academic year 2007/2008
© a.r.e.a./Dr.Vicente Forés López
© María Errando Schum
esm@postal.uv.es
Universitat de València
Press