Aquella noche, Geppetto se fue a dormir deseando que su

 muñeco fuese un niño

 de  verdad.

 

 

Siempre había deseado tener un

 hijo...             

 

 

Y al encontrarse profundamente

 dormido, llegó un

 hada

 buena y viendo a Pinocho

tan bonito, quiso premiar al buen carpintero, dándole,

con  su varita mágica...

 

 

         ... las piernas que le faltaban                  ... vida al muñeco!