Los traductores seleccionados en este estudio hacen uso de técnicas de traducción radicalmente opuestas al traducir elementos culturales. Mientras a finales del siglo XIX Macpherson empleaba reducciones y equivalentes culturales con el fin de adaptar a Shakespeare a la cultura española, a comienzos del siglo XX Astrana utilizaba traducciones literales y préstamos naturalizados para conseguir una traducción que reflejara con exactitud el original shakespeariano. En la década de los sesenta del siglo XX, Valverde optaba por una diversidad de criterios que englobaba los ya empleados anteriormente, pero a los que añadía su particular y constante uso de notas a pie de página.

Estos cambios en el empleo de las técnicas de traducción no obedecen, a nuestro juicio, a una evolución lineal en el curso de las traducciones shakespearianas en España, pues ni unas técnicas son intrínsecamente mejores que otras ni su uso implica que un determinado traductor obtenga una traducción superior a la anterior.

Así, algunos críticos pueden considerar que la traducción de Macpherson, pese a asimilar la cultura isabelina a la española, tiene mayor mérito que la de Astrana o la de Valverde, mientras que estos traductores pueden, desde otra perspectiva, obtener mayor reconocimiento por intentar transmitir los aspectos culturales de las obras de Shakespeare con más eficacia que Macpherson.

Por lo tanto, podemos concluir que la historia de la traducción no es necesariamente una historia de mejoras, pues junto con éstas podemos encontrar importantes retrocesos. La claridad que Macpherson aporta a sus traducciones de elementos culturales desaparece de las traducciones de Astrana para matizarse en las de Valverde, mientras que las explicaciones contextuales que tanto abundan en Valverde son escasas en Astrana y prácticamente inexistentes en Macpherson.

Debido a esto, podría pensarse que estudiar las traducciones que se han realizado de un autor en diversos periodos de tiempo es el mejor instrumento para constatar que, a pesar de sus esfuerzos, los traductores nunca lograrán obtener una traducción definitiva que iguale al original en el que se basan. En cambio, ésta no es la conclusión que nosotros obtenemos de nuestro trabajo, pues si algo ponen de manifiesto las diversas traducciones que hemos analizado en nuestra investigación es el gran patrimonio traductológico que sobre Shakespeare existe en España, un patrimonio en su mayoría ignorado que esperamos que este estudio anime a recuperar.

 

BIBLIOGRAFÍA

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Argelli, A. (1997): La presencia de Shakespeare en la literatura española de los siglos XVIII y XIX. Cuatro dramas ejemplares: "Hamlet", "Romeo and Juliet", "Othello" y "Macbeth". Tesis doctoral: Universidad Autónoma de Madrid.

 

* Referencia

CAMPILLO, L. ESTUDIO DE LOS ELEMENTOS CULTURALES EN LAS OBRAS DE SHAKESPEARE Y SUS TRADUCCIONES AL ESPAÑOL POR MACPHERSON, ASTRANA Y VALVERDE (421-423).

 ENGLISH PHILOLOGY DEPT. (UNIVERSITY OF MURCIA)