Paulaner

El pódium de las cervezas de trigo se lo disputan entre tres marcas, muy conocidas a nivel mundial: Paulaner, Schneider y Franziskaner. Curiosamente, las tres son cervezas de Múnich, la capital bávara, aunque la Shneider no sea exactamente de la capital.

Cada una tiene sus detractores y sus muchos, muchísimos seguidores. Probablemente, si hicieramos una encuesta obtendríamos porcentajes similares en todas ellas, aunque personalmente, yo siempre me he decantado por una pinta de Paulaner bien fría para empezar cualquier velada de degustación de la cerveza (también llamada Día de San Patricio).


Ficha técnica

Año fundacional 1634
Tipo Trigo
Graduación 8%
Ciudad origen Múnich
Nota personal 89/100

Historia

El nombre de la cervecería tiene sus raícen en la Orden de los Mínimos (Paulaner Orden en alemán), una orden religiosa fundada por San Francisco de Paula en Neuhauser Strasse, Múnich, en el s. XVI. El logo actual de la cerveza muestra un retrato de dicho santo.

Los monjes elaboraban para sí mismos su propia cerveza desde 1634. La cerveza Paulaner origunal, que los monjes ofrecían durante los días de fiesta, era una Bockbier, una variedad muy fuerte de cerveza que rápidamente ganó fama en los locales de la ciudad.

En 1799 la Abadía de Kloster fue reconvertida en prisión, y su cervecería fue adquirida por el maestro cervecero Franz Xaver Zacherl, quien, desde 1813 continuaría desde allí la tradición de los antiguos monjes paolanos elaborando una Starkbier que llevaba el nombre de Salvator. En 1861 se inauguraron las Bodegas Salvator, en Nockerberg, que en 1928 se fusionarían con la Gebrüder Thomas Bierbreuerei de Múnich para formar la nueva Paulaner Salvator Thomas Braü. En 1994 el nombre de la cervecera fue transformado en Paulaner Brauerei AG, para establecerse definitivamente en el actual Paulaner GmbH und Co. KG en 1999, 365 años después de su fundación.

Degustación

Es una cerveza de mucho sabor, profundo y aromático, y de mucha consistencia. La fuerte presencia de cereales y levaduras provocan esas características naturales que la hacen se tan apreciada por los seguidores de las cervezas de trigo, y tan costosa de admitir por quienes están acostumbrados a las clásicas cervezas Pils.

Su consistencia se corona con una espuma alta, también muy recia y de un color amarillento marfil. La espuma es abundante y además resiste bastante.

En boca, la cerveza da sabores contrastados, dulzona al principio pero con cierto toque amargo, refrescante nada más beberla, pero cálida cuando llevas un ratito bebiéndola. No es empalagosa pero, sin embargo, te deja muy satisfecho al final, dejándote un regusto muy agradable al acabarla.

¿Dónde encontrarla?

En prácticamente cualquier pub irlandés de la ciudad nos ofrecen los dos tipos de Paulaner más comunes directamente desde el barril: la de trigo y la de cebada. La diferencia no radica únicamente en el color (siendo la de cebada la más oscura), sino también en el sabor. Si nos gustan las cervezas suaves, la de trigo es la elección correcta, sin duda.

Si lo que nos apetece es beberla en casa mientras vemos una buena película, en los supermercados Eroski disponen de una gran variedad de cervezas, entre ellas, nuestra querida Paulaner.