Bien, mi maravilloso apodo surge de juntar la primera sílaba de mi nombre y apellidos. Resulta que alguien descubrió que salía la palabra “caperuz”: ­

CArola PErez RUZ

    Y como cuando este alucinante descubrimiento salió a la luz yo era una niña, pues decidieron que lo mejor era llamarme Caperucita. Qué simpáticos, ¿eh? Al menos mis amigos me decían Caperu, que era algo menos vergonzoso. Resulta además que soy pelirroja, pecosa, algo miope y daltónica. ¿Qué tiene que ver esto? Pues resulta que además de parecer que tengo el pelo en llamas, mi color favorito es el rojo, así que normalmente llevo todo lo que puedo de este color, que además va a juego con mis pecas. Y volviendo a los del daltonismo, resulta que mi color favorito es el “rojo”, yo no lo veo como vosotros, pero me sirve para saber que el color de mi pelo y de gran parte de mi ropa es “ROJO”

    Por cierto, lo de la capa con la caperuza roja vino luego, cuando a mi adorable madre (ya hablaré de ella en otro momento) se le ocurrió que sería un bonito y divertido regalo de cumpleaños. Y así me convertí definitivamente en caperucita roja. Y lo de miope, ya comprenderéis más adelante cuánta importancia tiene en l­a historia.