GRANDES DIRECTORES | El cine y sus maestros

 

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EL CINE

El cine es para mí un vicio. Lo quiero mucho, infinitamente. He escrito muchas veces que es el arte de nuestro siglo. Y debe ser crítico.

Yo he robado cosas de otro s cineastas, y me siento muy satisfecho y muy orgulloso si otros me roban algo de mis películas. ¿Qué significa robar? Alguien toma una idea que admira e intenta hacerla suya.

No creo que una película se construya como una ecuación. Por mi parte, tengo primero la idea de una silueta, después se dibuja el personaje, pero es muy empírico… Dicho esto, ignoro lo que ocurre en mi subconsciente; son ustedes los que tienen que descubrirlo. Quizá tengan ustedes razón desde su punto de vista.

 

LAS PELÍCULAS

¿Prefiero los films americanos o los films alemanes? No creo que sea yo quien deba decirlo. Siempre creemos que la película que estamos realizando es la mejor, naturalmente. No somos más que hombres, no dioses.

Cuando le he dado vida, lo abandono... Cuando he finalizado una película, no quiero volver a verla. No puedo hacer nada más por ella. Tiene una vida propia y no puede compartir nada más con la mía.

 

LA DIRECCIÓN

Un director debe ser un creador... en todo caso, un director no debe hablar. Tiene que expresar lo que quiere expresar con la película que hace. Si un cineasta tiene necesidad de las palabras para explicar lo que quiere decir, entonces no es ni un buen film ni un buen director. Un realizador que le dice a su actor: “Tú vienes hasta aquí, pasas por esta puerta, haces esto y aquello, dices el diálogo, cuando los has terminado sales por aquí...”, es para mí un agente de tráfico, no un director de cine.

Toda regla debe ser olvidada.

La lucha es lo importante, no su resultado.

 

LOS TEMAS

Los temas profundos de una historia son internacionales, pero la forma con la cual se tratan esos temas dependerá del estilo de cada país. Creo que el tema central de mi obra es la lucha que sostiene el individuo contra lo que los griegos y romanos llaman el Destino, y que toma aquí la forma de un poder real, llámese dictadura, ley o sindicato del crimen. Se trata de la voluntad de salvaguardar la individualidad y es importante luchar para conseguir el triunfo.

Muestro en mi cine la lucha de un individuo contra las circunstancias.

Voy a ocuparme ahora de la violencia. Pienso que es necesaria en el terreno dramático. La gente ya no cree en el Infierno, ni en el ataque, ni siquiera en el Juicio Final.

 

LA PUESTA EN ESCENA

No sé lo que es una puesta en escena expresionista o una puesta en escena no expresionista. Realizo mi puesta en escena como la siento. Cuando escribo una escena, me ocurre que tengo que cerrar los ojos y solo así puedo ver entonces cómo se dibujan los rostros y los movimientos. Las cosas toman vida y los personajes toman cuerpo en mi imaginación. En esos momentos me dejo guiar por los personajes en direcciones a las que en un principio ni siquiera había pensado. Por lo pronto, permanezco con mis personajes mucho tiempo antes de rodar.

 

LOS ACTORES

El buen director es el que puede extraer del actor la esencia de su carácter. No creo que un buen director sea el que imprime su personalidad a cada actor. No quiero ver veinte pequeños Fritz Lang agitándose en la pantalla.

Pienso que los actores deben ser escogidos en función de su papel. Por poner un ejemplo estúpido, si yo realizo una película que transcurre en un convento y el productor me dice “necesitamos a Marlene Dietrich”, es evidente que no funcionará y nadie creerá en mi historia.

 

 

Reflexiones