EL TURISMO Y EL CLIMA
El turismo se concentra mayoritariamente en los meses de verano: julio, agosto y septiembre, ya que la mayoría de los turistas prefieren un clima de sol y playa para escapar del estrés diario que sufren en la ciudad. Por eso, durante los meses de verano, los destinos más solicitados son aquellos lugares situados en el litoral, donde el clima es más caluroso, y las precipitaciones son escasas.
En este tipo de turismo, la residencia de los turistas suele ser hoteles situados en las playas.Aunque también cabe destacar que durante los meses de invierno, los turistas escapan a lugares situados en las montañas para disfrutar de unas vacaciones de nieve. En este tipo de vacaciones, los turistas optan por pasar sus dias de vacaciones en casas rurales situadas en las montañas.
El sol y la playa es un tipo de turismo que en localidades costeras
en las que existen playas,
y la mayoría de tiempo, las condiciones climáticas
son de tiempo
soleado y temperaturas
suaves (de 25 a 30 °C).
Este tipo de turismo suele ser utilizado por personas que residen en lugares
en las que el clima es lluviosos
o nublado durante gran parte del año y/o con temperaturas bajas. También se da en
personas que no tienen playas cercas de sus lugares de residencia.
En estas localidades suele haber gran cantidad de
hoteles,
y actividades para ocio
y tiempo
libre. Durante el día se suele acudir a las playas donde se toma el sol y
por la noche se realizan diferentes actividades en los hoteles o zonas de
esparcimiento.
A
finales del mes de noviembre, principios de diciembre, puntualmente, llegan las
primeras nieves a España. Es el momento en el que se ponen en funcionamiento
sus 35 estaciones de esquí. Puertos y valles cubiertos de nieve e instalaciones
en constante renovación con el único objetivo de ofrecer al deportista otras
opciones no menos interesantes tras la jornada deportiva. Las estaciones de esquí
españolas comparten el privilegio de gozar de excelentes infraestructuras y
comunicaciones. La posibilidad de realizar otros deportes en contacto con la
naturaleza, rutas culturales, historia, arte, ocio, singulares pueblos de montaña
y una rica gastronomía harán aún más placentera la estancia del esquiador en
España.
Sin embargo
la alta sensibilidad de la biodiversidad y del medio ambiente de las
zonas de montaña ha hecho del impacto del turismo sobre sus ecosistemas y
recursos biológicos una gran preocupación tanto
local como global. Los inmensos cambios de altitudes y las condiciones climáticas
asociadas a ellos dan por resultado
grandes variaciones en la temperatura, en las precipitaciones, en los
suelos y en la vegetación, lo cual produce una rica diversidad de ecosistemas.