EL TURISMO
EL TURISMO Y LA CRISIS ECONÓMICA.
El turismo mundial
sucumbe a la crisis económica y
El barómetro, que aporta como novedad cifras referidas al segundo cuatrimestre del año, confirma "la rápida desaceleración del crecimiento del turismo internacional desde mediados de 2008".
Al hablar de turismo, el principal factor que influye en el medio ambiente viene dado por la densidad. De esta manera, el primer indicador que habrá que evaluar será el formado por la cantidad de turistas por kilómetro cuadrado que afluyen a una región o país, y la oferta de infraestructuras turísticas de que dispone. Ambos aspectos, oferta y demanda, resultan indispensables para comprender posteriores análisis.
Si se plantea el análisis a escala nacional, no se obtienen resultados
demasiados esclarecedores. Los principales receptores de turismo en la Unión
Europea, Francia y España, no disponen de ratios elevados de plazas hoteleras
por persona y kilómetro cuadrado, donde países centroeuropeos como Holanda, Bélgica
o Luxemburgo alcanzan cifras muy superiores. Hay que tener en cuenta, como ya se
señaló anteriormente, que el fenómeno turístico se concentra en determinadas
zonas o regiones, y que es esa alta concentración la que produce riesgos y
peligros para el medio ambiente.
Resulta difícil evaluar el impacto ambiental originado por las actividades turísticas.
Dos de los indicadores utilizados como referencia son el consumo de energía eléctrica
y el de agua.
Como muestra el informe de Schmidt (2002),
se ha encontrado cierta relación entre el incremento del turismo y el
mayor consumo de electricidad, aunque esto no se puede extrapolar con seguridad
ya que ciertas comparativas no ofrecen resultados significativos. Es el caso de
las regiones alemanas de Bremen (de escasa afluencia) y Bayern (zona que acoge
muchos más turistas), donde los niveles de consumo por habitantes son
similares. No obstante, la tendencia general es un ligero aumento del
consumo, con la excepción de Grecia, donde la diferencia entre regiones puede
llegar al 300%.
En cualquier caso la cuantificación de la relación entre turismo y el consumo
eléctrico es compleja, debido a que sería necesario desglosar el consumo en el
sector servicios para definir qué parte de esa energía está dedicada a
atender las necesidades turísticas.
El segundo factor de análisis, es el consumo de agua, presenta un problema
similar; en el caso del informe ya reseñado, se tiene en cuenta el volumen de
agua tratado en cada municipio, de manera que el análisis de los datos queda
contaminado por la aportación del consumo de agua en industrias. Teniendo en
cuenta este importante sesgo, los resultados encontrados son similares a los
referentes a la electricidad; los aumentos en el consumo de agua son
generalizados, pero no siempre se producen.
Otros datos de interés, como la polución del aire por gases (monóxido y dióxido
de carbono, compuestos nitrogenados, etc.), son todavía más difíciles de
analizar, por cuanto son emitidos por fuentes muy variadas y que pueden no
guardar una estricta relación con el turismo.