PLACERES SOBRE LA MESA
En Ontinyent se puede comer muy bien. Sentarse en la mesa se convierte en todo un momento de placer.
Probar los platos de esta zona del interior es descubrir la identidad de una cocina que tiene sus propias peculiaridades y que la hacen diferente.
Comer en Ontinyent significa más que cumplir con un ritual diario. Los platos más emblemáticos van asociados a algunas de las celebraciones más importantes del calendario.
De esta forma visitar la ciudad en la "Fira" que se celebra el tercer fin de semana de Noviembre puede ser una excusa perfecta para saborear "la Coca de Trossos" o "la Coca de Pimentó i Tomaca". La primera de ellas se presenta como una exquisita combinación entran setas, alcachofas, tocino, lomo... Un plato que se suele servir en invierno y que se ha de acompañar imprescindiblemente con vinos blancos, tintos y rosados de la zona.
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Hacer coincidir la visita a esta ciudad con las fiestas de la Puríssima permite compartir un buen plato de "Cassola al Forn", con arroz elaborado bajo una fórmula típica en esta comarca.
Y si el viaje se realiza el día de la fiesta mayor, el 8 de diciembre, la ocasión se ha de celebrar por todo lo alto, delante de un "Putxero amb Pilota", un plato que siempre se ha considerado como el más indicado para reunir a toda la familia alrededor de una mesa el día de Navidad.
Las festividades religiosas siguen configurando un legado del cual se ha heredado, por ejemplo, "Fogasses de Tots Sants", "Coca de Nous" o la "Monjavina" durante la Cuaresma.
A pesar de todo, cualquier fecha del año es adecuada para conocer las recetas que sobre estos platos se han transmitido de generación en generación.
Degustar la "Borreta", una cazuela elaborada con espinacas y bacalao o el "Pimentó Farcit" entre otros son pequeños placeres a los cuales es imposible resistirse. Aunque, durante muchos años, Ontinyent se ha dado a conocer por la elaboración artesana de sus embutidos, fundamentalmente por sus "butifarres de ceba" i por sus "melons".
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Después del recorrido por la cocina de Ontinyent ha de concluirse esta conquista gastronómica con los postres más exquisitos, "dolços de iema o moniato", "nous al fondat", elaborados todos ellos de forma artesana y casera.