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Historia del Somontano En las edades del Bronce y el Hierro, hace unos 2500 a.C., se dio un aumento de la densidad de población y del número de asentamientos estables, especialmente en el sector central y sur del Somontano (Barranco de La Clamor, Peralta de Alcofea, Bergegal, Naval o Salas Altas, entre otros).
LOS PRIMEROS POBLADORES
Hace unos 22.000 años, durante el Paleolítico, los primeros pobladores de estas tierras vivieron en la Cueva de la Fuente del Trucho, protegiéndose de las bajas temperaturas de la última glaciación. Esta sociedad cazadora dejó testimonio de su presencia mediante representaciones de manos en negativo, líneas de puntos y cabezas de caballos.
El fin de la glaciación representó el comienzo del Neolítico y con ella la agricultura, la ganadería y la cerámica. En la Cueva del Moro de Olvena, Huerto Raso en Asque o el Dolmen de Losa Mora en Rodellar, existen destacados yacimientos arqueológicos. Las numerosas pinturas rupestres de Arte Levantino y Esquemático del río Vero también pertenecen a este periodo.
UNA COMARCA CON HISTORIA
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Entre los siglos V y I a.C. los iberos ilergetes controlaban la tierras situadas entre Iltirta (Lérida) y Bolskan (Huesca). Era un pueblo surgido a partir de la convivencia e integración cultural entre la población indígena con los pueblos indoeuropeos.
LA HUELLA DE ROMA EN EL SOMONTANO
El Somontano fue romanizado a inicios de la nueva Era. La provincia romana con Tarraco como capital, estaba integrada por pequeñas civitas, entre las que se encontraba Labilatolosa (La Puebla de Castro) y Barbotum (Barbastro). Existen importantes yacimientos arqueológicos, entre los que se encuentra Estada, Laluenga y el Monte Cillas (Coscojuela de Fantova), donde ya en el siglo IV vivieron las primeras comunidades cristianas. También existen restos de calzadas, puentes, villas y obras hidráulicas.
LA EDAD MEDIA EN TIERRA DE MUSULMANES Y CRISTIANOS
Tras la llegada de los árabes a la Península Ibérica en el 714, la zona fronteriza quedó dividida en Marcas, con el fin de hacer frente a la resistencia cristiana del norte. Uno de los distritos de la Marca Superior de Al-Andalus fue la Barbitanya, entre los ríos Alcanadre y Cinca, con capital en Barbastro. Esta ciudad fue fundada en el siglo IX por Jalaf Ibn Rasid, quien también construyó una fortificación en Alquézar para reforzar la defensa en la frontera del norte.
Iniciada la reconquista por los cristianos, en 1.064, Ermengol III consiguió arrebatar Barbastro a los musulmanes de forma provisional, en lo que fue la primera cruzada de la historia. Pero fue Pedro I quien logró conquistar la ciudad definitivamente en el año 1.100. Alquézar, Naval, Abiego, Estadilla, Berbegal...fueron igualmente arrebatadas a los árabes por los reyes cristianos.
La repoblación de los territorios ganados y la donación de tierras a los que participaron en las conquistas, fueron hechos fundamentales para asegurar el dominio y expansión cristiana.
En Barbastro aconteció un hecho fundamental en la historia peninsular e internacional, el nacimiento de la Corona de Aragón. El 11 de agosto de 1.137, se firmaron los esponsales de Ramón Berenguer IV, Conde de Barcelona y Dña. Petronila, hija del rey Ramiro II, logrando así la unión de la corona de Cataluña y Aragón.
Barbastro se consolidó como ciudad pujante gracias a su situación estratégica (entre el llano y la montaña), a la celebración de ferias y mercados y la instalación de telares, molinos... También padecieron los efectos de profundas crisis, como la sucedida en el siglo XIV como consecuencia de la peste negra y la guerra de los Dos Pedros.
LLEGA LA ESPERADA MODERNIDAD
El siglo XVI representa el resurgir económico de Aragón. Se llevaron a cabo importantes obras urbanísticas en pueblos y ciudades, construyendo bellos palacios (Palacio de los Argensola en Barbastro), plazas públicas e iglesias del gótico tardío con rasgos renacentistas (la catedral de Barbastro, la colegiata de Alquézar y las parroquiales de Azara, Abiego y Peraltilla). Todo ello estuvo unido al florecimiento cultural y artístico, campos en los que destacaron los literatos hermanos Argensola, que vivieron hasta mediados del siglo XVII.
Si en el siglo XVII el Somontano destacó por la pujanza de las producciones agrícolas, el siglo XVIII representó el crecimiento de las actividades artesanales: salinas y alfarería de Naval, cuchillos e industria textil en Barbastro, construcción de nuevos molinos harineros y de aceite... El Somontano dio personajes tan ilustres como el naturalista Félix de Azara o el general Antonio Ricardos, entre otros.
ÚLTIMAS PÁGINAS DE UNA LARGA HISTORIA
Durante los siglos XIX y XX, en el Somontano también se vivieron los acontecimientos que cambiarían la vida del resto de españoles. Las guerras carlistas a comienzos del XIX; el Movimiento Obrero en los inicios del XX; el apoyo dado a la cultura y la educación durante la II República; los daños provocados durante la Guerra Civil y sus consecuencias.
Tras décadas de crisis, llegó el definitivo resurgimiento socioeconómico para el Somontano. Barbastro se consolidó como centro comercial, de servicios e industrial; la construcción de grandes infraestructuras hidráulicas favorece la llegada de nueva población; se crea en Barbastro el Hospital Comarcal; los vinos Denominación de Origen "Somontano" se convierten en sector clave de la economía del territorio; en el año 2002 nace la Comarca del Somontano de Barbastro