Alicia en el País de las Maravillas


La elección del camino a casa



Alicia dio marcha atrás en sus pasos y volvió de nuevo a la seta en la que descansaba la oruga. Pensó que no perdía nada por darle una nueva oportunidad a la oruga.


- Mira niña, yo no tengo tiempo para estas conversaciones... éste es un lugar para la relajación y la meditación, así que si buscas algo o a alguien lo mejor será que te dirijas a otra persona.

- Osea, que ni si quiera me va a dar una pista sobre el conejo, ¿no?

-¿Acaso no te he dejado claro ya cuál es mi dedicación aquí?

- Está bien. En ese caso, he decidido que ya estoy cansada de ir detrás de ese estúpido conejo blanco. Ahora que le veo ahí tan plácidamente me entran ganas de hacerle compañía; ¿podría?

-Mmmmm... ¡Sí,eso sería estupendo. Me vendrá bien un poco de compañía!


De este modo tan inesperado, Alicia ocupó el lugar que la oruga había habilitado para ella y fue allí donde pasó el resto de sus días; en un mundo completamente desconocido para ella, pero en el que se sentía cómoda y en el que todas sus fantasías cobraban vida.

FIN






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