Pese a que la oportunidad se le había presentado en bandeja, Alicia
decidió que no era prudente tentar a la suerte y alejarse demasiado
del lugar, puesto que su hermana podría alarmarse y el posterior
castigo al volver a casa lo recordaría para siempre. Así que pensó que
lo mejor que podía hacer era intentar concentrarse en la lectura.Al
menos, lo intentaría, hasta que le invadiera el sueño y se dejara
llevar por su necesidad de seguir soñando.
Finalmente, Alicia se quedaba con las ganas de saber a qué mágicos lugares le huibiera llevado el conejo y qué interesantes y emocionantes aventuras le esperarían allí. Había elegido la opción segura y nunca sabría qué era aventurarse hacia lo desconocido. No obstante, siempre le quedaría la imaginación para seguir soñando y dando forma a todas sus fantasías.
FIN