Alicia en el País de las Maravillas


La elección del camino a casa





Alicia esperó y esperó y pasó allí buena parte de la tarde esperando a que aquel conjunto de animales idos le contestaran algo a cerca del paradero del conejo blanco. Pero lo cierto es que tras una taza de té, y otra, y otra, acompañadas de todo tipo de canciones absurdas, Alicia no obtuvo respuesta. Aquello le había afectado demasiado. En casa del sombrerero loco nunca se dejaba de celebrar, así que Alicia se quedó allí celebrando una y otra vez el no cumpleaños. Aquello le gustó tanto que no quiso abandonar nunca jamás el lugar y acabó igual de loca que sus ahora nuevos amigos con los que finalmente acabaría de pasar sus días. Aquel lugar se convirtió en su hogar y nunca más lo abandonó. Nadie volvió a saber nada de Alicia.

FIN





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