IRÓNICO HASTA DESPUÉS DE MUERTO

 

Si existen unos rasgos que caracterizaban la personalidad de Larra esos son la ironía mordaz que mostraba a través de sus artículos costumbritas y sus ganas de cambio. Tanto es así que Larra, trasgresor y adelantado a su tiempo, rompió con la tradición incluso después de muerto. Así, a pesar de suicidarse, la iglesia se vio oprimida por la corriente liberal del gobierno, y tuvo que permitir por primera vez el entierro de un suicida "en sagrado".

 

 

 

 

 

 

 

Placa conmemorativa que se encuentra en el lugar dónde vivió y murió Mariano José de Larra.

 

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