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Dedicadas a San José son las fiestas por excelencia de la ciudad de Valencia. Las Fallas, mundialmente conocidas y declaradas de Interés Turístico Internacional, anuncian todos los años la llegada de la primavera. Del 15 al 19 de marzo más de setecientos monumentos de cartón o poliuretano sobre una estructura de madera inundan las calles de la ciudad. Arte, humor y sátira confluyen en estas representaciones de personajes y escenas de la vida cotidiana que el fuego purifica la noche de San José. El origen de esta fiesta se atribuye a los carpinteros que durante el invierno iluminaban sus talleres con una rústica lámpara de pie y de madera llamada “parot”. La víspera del día de San José, cuando los días eran más largos y no precisaban de esta luz para iluminarse, los artesanos hacían limpieza general y en la puerta de cada taller quemaban el tradicional “parot”. La hoguera era alimentada con virutas, madera inútil y trastos viejos que aportaba el vecindario. La verticalidad y brazos del “parot” invitaba a ser animado con ropas, algún viejo sombrero, otorgándole aspecto humano. Así nacía el Ninot. Pese a que las fiestas giran en torno a los ninots, durante estos días se producen importantes manifestaciones lúdicas. la Ofrenda de flores a la Virgen de los Desemparados, los días 17 y 18 de marzo, es el actor más multitudinario y espectacular A las 12 de la noche del día 19 todas las fallas son consumidas por el fuego durante la cremà.
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