Joaquín
Sabina

Republicano...





"A mí la monarquía
no me ha hecho nada ni yo a ella, pero creo que
un país se considera a sí mismo menor de edad si cree que necesita a unos señores puestos ahí por herencia"

Joaquín Sabina
En carne viva(2006)

Sabina siempre se ha mostrado contrario a la Monarquía y partidario de la república. Tanto por sus declaraciones como por los versos incluidos en muchas de sus canciones, parecía estar clara la opinión en este sentido del cantante. Sin embargo, y desde que se filtrara que los Príncipes de Astúrias, Felipe y Letizia, cenaron en su casa de Tirso de Molina, hubo muchos que cuestionaron su identidad republicana. Además, al poco tiempo, acudió a recibir un premio en honor a su carrera de manos del Rey Don Juan Carlos, hecho que acrecentó aún más las críticas de sus enemigos.

Como hemos dicho, el jienense se ha mostrado siempre crítico con esta institución. "Me indigna que en España, como en inglaterra, no seamos ciudadanos sino súbditos. En España la Constitución está definida por la Corona. Mire usted, claro que soy antipatriota. ¡Es que no puedo, no puedo! Es decir, ¿boda del siglo? De acuerdo, pero del siglo XIV. No hay mayor déficit democrático que el considerar que una familia pro derecho divino, de sangre, de herencia, de hemofilia o de ladillas tiene unos privilegios que la situan por encima del resto de los mortales". Del mismo modo, indica que a pesar del desprecio que siente por la institución , no significa que no pueda tratar a los miembros de la familia real como individuos, eso si, "sin hacer la más mínima reverencia" ni teniendo mayor respeto del que se tiene por cualquiera que se pueda encontrar en un bar. "Ni el más mínimo respeto por la institución y todo el respeto por las personas. pero por las personas no porque se llamen tal o cual, sino el que tengo por cualquier persona que me encuentro. Unos me parecen imbéciles y otros, muy listos. Borbones o borrachos de bar.

Es por eso que a muchos de sus fans les sorprendió verlo recoger un premio con traje y corbata a manos del monarca, conociendo declaraciones como las siguientes que realizó en el año 2000: "Durante la Cumbre de los Jefes de Estado Iberoamericanos, reunidos en Cartagena de Indias, los presidentes pasaban luego a camerinos a saludar a sus artistas, pero Juan Carlos y Sofía no entraron. Lo que me irrita, ponlo con todas las palabras, es que no se acuerden de mí cuando el Rey se junta con los artistas. Seguramente no iría, pero me indigna que se invite a las Paquita Rico o las Sofías Mazagatos y se olviden de alguien que acaba de vender un millón de discos. Me parece que fueron a una escuela donde no se les enseñó bien a ejercer de reyes. Ya no soy un maldito, lo de sentirse un héroe irreductible y un republicano perseguido es cosa de juventud. Que sepa el señor Almansa que yo debo ser convocado, y que yo decido si voy o no voy, como hace Alfonso Guerra".

Aprovechándo la boda entre Felipe y Letizia, Joaquín publicó unos satíricos versos donde no hacía sino reiterar esta tesis antimonárquica.

RIPIADO DE PALACIO
(PARA LETIZIA ORTIZ)


¿Qué filtro de amor, Letizia,
qué palaciega delicia
te sedujo, corazón?

Ayer le puse dos velas
negras a Rouco Varela
por bendecir la función.

Y, sin cambiar mis principios
tricolores, estos ripios
quisieran, princesa Ortiz,

decirte en esta balada
que ya no hay cuentos de hadas
que tengan final feliz.

Menuda bronca has formado
por haber desolterado
al heredero de Orce;

lo que el gana yo lo pierdo,
¿boda del siglo? De acuerdo,
pero del siglo catorce.

Princesa, que anacronismo,
este gigante es el mismo
que derrotó a don Quijote.

¿Para qué sirven los reyes
si no les rozan las leyes
ni el hambre ni el chapapote?

Dile a tu suegra Sofía
que imite a doña María
y aplauda a Curro Romero.

Rostropovich mola mazo,
pero el pueblo es un pedazo
de pan tosco y zarzuelero.

¡Viva Azaña! repetía
la España maldecía
monarquías de quita y pon.

Procura que don Felipe
entre polvo y polvo flipe
con Borges, Larra y Platón.

Bajo la tiara de espinas,
háblale de tus vecinas,
tormentos y desvaríos

al principito del cuento
que se aprendió el argumento
y nunca ha pasado frío.

Agárralo por el talle,
ponlo en mitad de la calle
disfrazado de bufón,

de moro sin pasaporte,
de cortesano sin corte,
de sueño de la razón.

Dile que las divorciadas
no creen en esas bobadas
de la princesita tonta.

la Sartorius se quedó
corta y la nórdica no
supo hacer de Pocahontas.

Háblale de usted a tú,
dile que la sangre azul
cuando sangra es bermelona;

que se mezcle con la gente,
que no sea tan indolente,
al peso de su corona.

La familia es un sorteo,
Julieta besa a Romeo
por no cortarle las alas.

Pobrecita lady Di,
que quiso cambiarle el chip
al RIP de Buckingham palace.

Y ojo con la canallesca
lisonjera que arma gresa
según afines la nota.

Madrid bien vale una misa
¿o era París? con las prisas
ni Peñafiel mira el Gotha.

La corte de los milagros
parece un corral de Almagro
sin Lopes ni Calderones.

Ojalá que los Ortiz
maquillen con su barniz
ilustrado a los borbones.

Cristínate, elénate,
Leti, urdangarínate,
pero sin marichalarte.

Nadie compra los secretos
de aquel marido discreto
que no es juez siendo tan parte.

Sin ponerme en tu lugar
quisiera que por jugar
compartieras la primicia

de que aquel rojo menos chic
alce su trago de Dyc
para brindar por Letizia.

Según ha contado en su útlima biografía, leyó este ripiado a Letizia cuando los "principitos" cenaron en su casa. Una cena que, por cierto, levantó bastante revuelo ya que Sabina contó el famoso chiste sobre Letizia [¿En qué se parece Estefanía de Mónaco a Letizia? En que Estefanía folla con un funambulista y Letizia es una fulana muy lista] que, según se dijo, molestó bastante a la Casa Real. Además de este detalle contó que bailó con Letizia un vals mientras que el príncipe hizo lo propio con su novia, Jimena. Claro, que nunca sabremos si es cierto o si forma parte de la inventiva sabiniana. Eso sí, durante la cena no quitó la bander republicana y, posteriormente, ha colocado en su casa la fotografía que se hizo con ellos justo al lado de la que tiene con Fidel Castro.

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