Después de sufrir una isquemia cerebral leve, o, un "marichalazo",
como
él lo llama, Joaquín entendió que debía levantar el pie del
acelerador.
Entre sus buenos propósitos, figuraban dejar de fumar -hecho que
consiguió durante 8 meses-, dejar el alcohol y, en definitiva, serenar
un poco su vida. Aunque según ha explicado en muchas ocasiones, dos
años antes del susto ya había cambiado bastante sus hábitos, pensó que
para alejarse de la vida canalla que tanto le gustaba, debía también
de
alejarse de su grupo de amigos, de sus "malas compañías".
Este grupo de amigos lo ha acercado a un mundo en el que él se había
imaginado mucho antes de ser cantautor: "Yo soy quien soy por puro
accidente. Iba para profesor de Literatura en un instituto de
provincias, a lo Machado. Y es bastante probable que hubiese escrito
libros de poesía que no habría leído nadie. Mi proyecto no era ser
Dylan sino Antonio Muñoz Molina". Después del éxito rotundo de su
primer libro de sonetos, Sabina ha publicado también un libro que
recoge las letras de todas sus canciones - Con buena letra y
otro recopilatorio de los poemas que publica cada semana en interviu
hablando de la actualidad - Esta boca es mía -. Si, como él
soñaba, escribe libros, pero lo que nunca llegó a imaginar es que se
convertiría en todo un fenómeno de
ventas.
Así, y sobretodo con motivo de la publicación de su libro de sonetos
Ciento volando de catorce empezó a acercarse al grupo de
los "poetas líricos". Aunque en realidad, sus espectativas se vieron
frustradas al descubrir "que eran más borrachos que los roqueros", lo
cierto es que ha adquirido una importante amistad con Luís
García
Montero , la novelista Almudena Grandes
, Banjamín Prado ,
Felipe Benítez
Reyes , Alfons Cervera
o
Alfredo
Bryce Echenique , Gabriel
García Marquez ,entre otros.