Tu camino al periodismo


En esta apacible mañana de invierno, el campus de Blasco Ibáñez se despereza bajo el cielo impoluto del Mediterráneo, coronado por un sol benévolo para con el trajín de los ciudadanos que por aquí discurren. El frescor del nuevo día se mezcla con el de los tubos de escape y las cafeterías atestadas de amantes de la  revitalizadora teína. Por aquí y por allá se ven mochilas que esconden estudiantes siempre apresurados y autobuses de hora punta, cuyos chirriantes frenos anuncian nuevas aportaciones humanas al frenesí del momento. Ésta es la ciudad universitaria, la que emana vida y juventud.

El agradable aliento del Lorenzo ha convencido a algún que otro gorrión a revelarse e intentar vencer con su trino el sonido de la gran ciudad o, como mínimo, endulzarlo un poco.

Mientras caminas por Gascó Oliag hacia el Aulario V, los árboles del pseudo-jardín que queda a tu izquierda se mantienen perennes a los cambios de tiempo y a la contaminación con la que les combatimos. Su verde intenso se descubre sobre el azul inmaculado de la bóveda celeste que te rodea. Es, tan simple y tan compleja, una bella mañana.

Pero tú no te das cuenta de todo lo dicho hasta ahora ya que, hasta hace escasas horas, estuviste en una fiesta Erasmus y ahora mismo tu cerebro intenta explotar tu cráneo, cientos de agujas atraviesan tus cuerdas vocales y no sientes sino frío. Llevas una resaca de agárrate y no te menees.

Llegas por fin a la esquina con Menéndez Pelayo. Enfrente de ti, el Aulario Multiusos en el que cursas la mayoría de asignaturas de 3º de Periodismo. El edificio se presenta ante tus ojos como siempre lo ha hecho, frío, inhóspito, e incluso amenazador. Automáticamente tu mirada huye de su arquitectura y giras la cabeza a la derecha. Sabes que allá a pocos metros está El Castillo, un bareto de malos olores en el que sirven tres quintos a un euro. La cerveza cura la resaca…

 ¿Qué quieres hacer?

 

  Tengo que ir a clase y, además, me he propuesto aprovechar el día.

  Paso del Aulario. Me voy al Castillo a curar mi mala salud matinal.

o...

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