Tu camino al periodismo
Te acercas al grupo y reconoces a algunos con los que estuviste hace un rato de fiesta. --¡Qué desfase lo de anoche! --comenta uno. --Yo ni he pasado por casa. Voy a tener que pedir boli y papel --le responde jactancioso otro que también estuvo anoche con exactamente la misma ropa y la misma cara. --Me he tomado una aspirina y aún me duele la cabeza. --Vamos al Castillo va… que la birra os curará. Yo lo sé porque no le he dado tiempo a la resaca con la ayuda del Santo Miguel. Os reís con los comentarios del que ha empalmado fiesta Erasmus con clase y que todavía tiene el valor de proponer, algo tocado aún, ir al Castillo a hacer pellas. Ante la idea todos se cuelgan las mochilas y comienzan a bajar la rampa por la que acabas de subir. Tú no te mueves, lo estás pensando. --Pero tío… ¿te piras a clase to’p.teao?
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--Sí
tío. Tengo que ir que ya toca, además, no quiero saber nada del alcohol
hasta después de los exámenes. --Nop. Vamos a almorzar como toca al Castillo. o |