Tu camino al periodismo
--Sí, por favor. ¿Me podrías indicar dónde puedo encontrar el buzón de este profesor? --le contestas. --Por supuesto. Sígueme. Una vez depositado el trabajo Mercedes te dice de repente: --Me alegra haberte visto y me satisface encontrar un alumno que me contesta sin sesquipedalismos que pretendan mostrarme cuánto aprendieron en mis clases. El lenguaje correcto no tiene porqué ser enrevesado, ¿no crees? Y los dos os pusisteis a charlar de los aspectos sociológicos de la lengua, así como de otras cuestiones relacionadas con el buen o mal uso de nuestro idioma. Durante vuestra conversación mantuvisteis un tono cordial a la par que formal y, por supuesto, correcto. Como el debate que habíais creado estaba interesante os fuisteis a almorzar y a las pocas semanas repetisteis el encuentro. Poco a poco fue surgiendo una amistad y, como toda buena amiga, tu ex profesora habló maravillas de ti en la editorial de un amigo suyo. Entraste como becario, pero con tu buen trabajo y el favor y la ayuda de tu ex profesora, fuiste sumando responsabilidades en la editorial y euros en tu nómina. Fuiste feliz en la editorial donde, a los veinte años de haber entrado, acabaste como el jefe supremo, siempre con la posibilidad de escribir artículos de opinión en los diarios regionales más importantes, que no es poco. Mientras retocas una columna que tienes que enviar en menos de una hora, recuerdas tus años en periodismo y no te atreves a contestar si tu actual éxito habría llegado sin necesidad de la amistad con tu ex profesora. Piensas que los caminos del periodismo son inescrutables, ya que si hubieras llegado a esta editorial sin haber hecho periodismo en la universidad tampoco habría pasado nada; seguirías haciendo tus columnas, ya que los amigos periodistas que hiciste siendo director de la editorial y que te propusieron colaborar, nunca te habían preguntado si hiciste periodismo y aprobaste la asignatura de Teoría y Práctica de los Géneros de Opinión… Uy, la batería de tu portátil está pidiendo que la recargues. A ver, ¿dónde está tu enchufe…? Enhorabuena, periodista de opinión.
FIN
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