E l parque en el que jugaba Ana Frank era un lugar tranquilo, seguro y confortable. Ana pasaba allí largos ratos junto con sus compañeros del colegio. Ninguno de ellos podía imaginar las penurias que iban a pasar en muy poco tiempo.

Después del colegio Ana y sus amigos se dirigían a este parque en el que además de jugar con las canicas y columpios que allí habían, compartían sus historias e imaginaban sus futuros.

Además Ana en este parque paso unos momentos muy felices junto con su mascota, Iris,
una pequeña perrita. La chica todos los días, acompañada de su hermana, sacaba a Iris a este parque para que sus amigos jugasen con ella.


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