2.3. Comunicaciones:
El
Puig tiene una excelente comunicación con Valencia y también con otras comarcas
y regiones, sin embargo la comunicación intracomarcal no es tan óptima como
cabría esperar. Además la existencia de importantes ejes viarios tiene también
inconvenientes a la hora de hacer trayectos intramunicipales como veremos.
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La N-221, la antigua Autopista del
Mediterráneo, enlaza directamente con la red europea (E-15) a través de la
autopista de peaje A-7 que va desde Puçol hasta la frontera francesa. Esta
autovía discurre muy próxima al casco urbano por el este y permite situarnos en
el centro de la capital valenciana en apenas 15 minutos por su acceso norte. Desde
su construcción, a principios de los 70, canalizó todo el tráfico del corredor
mediterráneo que no tenía más remedio que atravesar la ciudad de Valencia, lo
cual unido al incremento del parque automovilístico y a la progresiva
generalización del uso del transporte
privado hizo que alcanzara niveles de saturación muy altos, que no se
vieron reducidos hasta la puesta en funcionamiento, en los primeros años 90, de
la autovía de circunvalación de Valencia. Esta autovía A-7, que tiene su
trazado a unos 4 Km al oeste de la población de El Puig, es continuación de la
autopista de peaje. Más conocida como «By
Pass», permite eludir la capital no sólo para los desplazamientos
interregionales, es también una buena opción para acceder a los sectores sur y
oeste de la ciudad en unos 25 ó 30 minutos, y un enlace directo con la autovía
de Madrid (N-III) o el aeropuerto de Manises en 20 y 25 minutos. Pero en su
planificación no tuvieron en cuenta el volumen del tráfico rodado que debía
encauzar por lo que está saturada desde el momento de su inauguración y ya
están en marcha las obras para añadir un carril más a cada sentido de la
circulación.
La
comunicación con el resto de poblaciones de L’Horta Nord se hace, desde El
Puig, a través de la antigua carretera de Barcelona (N-340), la cual se halla a
1 km al oeste del casco urbano y se accede a ella mediante dos enlaces con
sendos pasos elevados sobre la línea del ferrocarril Valencia/Tarragona, la
cual atraviesa el término de norte a sur constriñendo el núcleo urbano por el
oeste. Hacia el sur cualquier desplazamiento intracomarcal resulta arduo, por
la saturación y porque muchos de los pueblos nacieron y crecieron siguiendo
esta antiquísima vía de comunicación (calzada romana), por lo que para ir a uno
de ellos es preciso atravesar otros. Sólo se ha levantado una variante que
permite evitar el espacio urbano que comparten la Pobla de Farnals y
Massamagrell. El problema se acentúa cuando se trata de ir a una población que
esté desplazada de esta carretera, debido al diseño radial de los accesos a
Valencia que ha obviado la construcción de vías transversales o cinturones de
ronda para servicio de los municipios que la rodean. Sólo existen dos vías de
este tipo en la subcomarca norte; una, la CV-32, para enlazar la N-221 y la A-7
(by pass) y otra, la CV-301, para
unir esta última con la antigua N-340 que discurre íntegramente por el término
municipal de El Puig. Las infraestructuras de comunicación se completan con una
serie de caminos vecinales entre los que destaca especialmente por su
intensidad y antigüedad de uso el que lleva a Puçol.
En este punto
debemos hacer una observación. El trazado meridiano de las grandes
infraestructuras: N-221, A-7 y la línea férrea, divide el territorio municipal
en cuatro partes mal comunicadas entre sí. En la terminología de Lynch se trata
de tres «barreras», sobre todo la
N-221 y la línea de ferrocarril pegadas a uno y otro lado del casco urbano
imposibilitando su expansión hacia el este y el oeste. Es verdad que también
pueden ser consideradas como «sendas»
pero sólo en relación con la comunicación fuera del ámbito municipal, ya que en
los desplazamientos intramunicipales son auténticos obstáculos insalvables en
muchos caminos agrarios que fueron cortados por ellos. Para acceder a la parte
más occidental del término sólo existe un paso elevado sobre la A-7 y lo mismo
ocurre con la N-221 si queremos ir desde el pueblo hasta la playa. La línea
férrea ya hemos dicho antes que sólo tiene dos pasos franqueables.
2.4. Transportes colectivos:
En relación con los transportes colectivos de viajeros la línea de
cercanías C-6 de RENFE, entre Valencia y Castellón, con parada en El Puig,
proporciona actualmente un servicio bastante aceptable en cuanto a frecuencia y
puntualidad desde que se desdobló el trazado a mediados de los años 80. En la
estación de El Puig la cadencia es de un tren cada 30 minutos, desde las 6:39
hasta las 22:38 en dirección a Castellón, y desde las 6:48 hasta las 22.55
hacia Valencia. Algunas unidades amplían su recorrido hasta Xátiva o Vinaroz.
Para viajes interregionales es necesario desplazarse a Valencia o a Sagunt. Por
carretera, la empresa Autos Vallduxense S.A. presta el servicio cada hora de
lunes a viernes y cada dos los fines de semana, desde las 6 de la mañana hasta
las 10 de la noche, siguiendo el trazado de la antigua carretera de Barcelona,
es decir, con parada en todos los pueblos que hay hasta Valencia. También
existe la posibilidad de efectuar desplazamientos más rápidos hasta la capital,
sin paradas intermedias, por la N-221, en autobuses procedentes de Sagunt,
aunque la frecuencia es mucho menor, siendo un servicio que viene muy bien a
los estudiantes de la Universidad Politécnica y de la Universidad de Valencia
en sus campus de los Naranjos y de Blasco Ibáñez. En Rafelbunyol tiene su
terminal norte la línea 3 de los Ferrocarriles de la Generalitat Valenciana
(Metropolitano). Con una frecuencia de tres unidades cada hora, entre las 5:15
y las 22:30, el problema es que para su utilización es preciso un desplazamiento
previo en vehículo privado hasta el municipio vecino.