Una de las camareras te dice que el reloj de péndulo solo suena a las horas y cuarto y menos cuarto. Miranda sí que te dijo que pasó por allí a las siete y cuarto.

Tras pasar unos minutos en el patio encuentras el pendiente de la señora Miranda. Mientras regresas a su habitación piensas que no has podido descartarla como asesina, ni siquiera sabes si lanzó el pendiente adrede. Regresas a su habitación y le devuelves el pendiente.

A los minutos regresas a tu habitación para tomar notas de todo lo ocurrido. Tras anotar en las fichas las cosas que te han parecido interesantes te preparas para salir en busca de otro de los sospechosos. Pero antes de que abandones la habitación alguien llama a la puerta. Al abrir ves al profesor en la entrada.

 – Mira, me desagrada hacer comentarios de mis compañeros, pero hay algo que creo que deberías saber. Esta tarde me encontraba de pie ante la ventana de mi cuarto, mirando los jardines del hotel. Soy muy aficionado a mirar a los pájaros. Bueno, el caso es que descubrí al señor García en el cenador. Daba la impresión de estar manteniendo una disputa con alguien. No estoy totalmente seguro de quién era... pero creo estar convencido de que era el señor Francisco.

Tras despedirte del profesor, vas hacia el cenador. Tal vez encuetres algo. Abres la puerta acristalada y enciendes la luz. Hay dos sillas de mimbre, sobre una de ellas hay una copia del periódico de esta mañana. En la otra silla hay un bastón y una gorra de caza. Has visto que el señor Francisco cojea visiblemente. Por desgracia, esto no quiere decir que él sea el asesino. Sabes que ha estado allí, pero no hay pruebas que indiquen que fue él el que discutió con el señor García.

 

Por fin estás de vuelta en el hotel y te dispones a cruzar la puerta principal. De improviso, crees oír a alguien moviéndose entre los árboles que están en la oscuridad detrás de ti. Aparentas no haber oído nada y te vuelves de repente. Allí hay alguien. No te atreves a enfrentarte a la figura, porque estás seguro de que es el asesino. Debe de haberte seguido cuando ibas al cenador. ¡Qué lástima que no lo hayas visto mejor! Todo lo que has visto con claridad respeccto a la oscura silueta es que no era particularmente delgada ni gorda...

Eso te da una idea. Consultas las fichas y ves que solo con ver la silueta puedes tachar a otro de los sospechosos. ¡Solo te quedan tres, y uno de ellos es el asesino!

Entras en el hotel y te diriges hacia el despacho del señor García. Ya es hora de que lo registres en busca de pistas. Comienzas a subir hasta el tercer piso, donde se ubica el despacho.