No es fácil sobrevivir a la miasma de un mundo que se come la polla antes de autoinmolarse. casi nunca es posible disparar contra las sonrisas de plástico, contra las neveras podridas de dinero, contra la radiofórmula, contra los informativos-propaganda, contra la basura que piso cuando camino cerca de las iglesias, cuando veo a los católicos ser hipócritas en masa, todos los domingos.

No es una opción ser un francotirador: es la única opción posible.

 

el ático

de la Avenida de los Francotiradores

balas de poesía para un mundo que pide un tiro en la nuca

 

 

No me conoces. nadie conoce realmente a nadie: todos somos desconocidos siempre para los demás. la diferencia entre yo y tu hermano es que a él le desconoces menos. pero eso no te acercaa ninguno de los dos. sigues sol@. pero aquí las distancias no importan. aquí no existe nada de lo que hemos aprendido durante años, aquí no hay tiempo, ni espacio, ni dinero ni silencio. sólo palabras como balas, que espero te hieran en lo más hondo de tu alma.

 

Es hora de morir. Pero morir destruyéndolo todo. Hagamos un programa electoral. Venzamos en las elecciones legislativas. Gastemos todo el presupuesto nacional en publicar libros y comprar bombas atómicas. Y una vez hinchados de versos de André Bretón y de neutrones, hagamos estallar un país pequeño. Bhután. Yemen. Tal vez Honduras. Las Naciones Unidas no nos sacionarán: incluso nos ayudarían si tuviera petróleo que robar. Leamos a Eluard, Aragon, a Ginsberg, riámonos del sueño americano. Este es nuestro sueño: nosotros tenemos las bombas finales. Y cuando llegue el día en que nuestros hijos se hagan Vagabundos del Dharma, podremos hacer explotar este mundo podrido.

 

...hasta entonces, tienes estas opciones...

- entrar en la ArMeRíA y aprovisionarte de balas

- subir al ÁtIcO y mirar a la gente caminar como hormiguitas allá abajo

 

 

...por cierto, aquí tienes links que podrían interesarte (o no); podría decirte cómo son, o qué dicen, o sencillamente de qué van; pero si quieres que los demás solucionen tu vida, llevas un camino pestilentemente burgués...

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