Como cualquier
esquiador, el snowboarder se viste "por capas": camiseta, polar, mono... Pero
lo que principalmente preocupa en el Snow es la libertad total de movimiento;
a pesar de que cada temporada impone una moda diferente
(que es seguida por el
buen snowboarder), hay un hito que está siempre presente: la búsqueda de
comodidad y máxima libertad.
La vestimenta debe garantizar la óptima protección del esquiador contra el
frío, la lluvia y el viento. En este sentido, el uso de fibras resistentes a
la abrasión, transpirables y con un alto poder aislante, como el Gore Tex ha
supuesto un gran avance; hasta tal punto que este material se ha convertido en
la segunda piel del esquiador.
Pero la gran cuenta pendiente de las prendas de esquí era la
"termorregulación", esto es, la capacidad de desechar el exceso de sudor del
esquiador, evitando la acumulación de humedad en el interior de la prenda.
Así a la hora de vestirse, las diferentes capas deberán cumplir las siguientes
características:
Primera Capa: una camiseta que estará en contacto directo con el cuerpo del esquiador. Deberá alejar la transpiración de la piel, manteniéndola seca y caliente.
Segunda Capa:
jersey y forros polares, elaborados con fibras sintéticas derivadas del
teflón expandido y del poliéster, que deberán poseer una gran capacidad
aislante y termoreguladora. Esta prenda tiene que abrigarnos
pero además debe seguir expulsando la humedad corporal al exterior.
Tercera Capa: mono, pantalones y anorak; estas ropas suelen estar realizadas en diferentes capas que incorporan una membrana transpirable e impermeable. Debe resguardarnos perfectamente de las inclemencias meteorológicas.
COMPLEMENTOS:
GUANTES:
Los
guantes son sin duda el caballo de batalla de muchos snowboarders, ¡¡es que no
hay manera
de que duren una temporada!!. El hecho de estar apoyándose constantemente en la
nieve, el hielo,... llevan
inevitablemente a su deterioro. A unos guantes hay que pedirles que sean
cómodos, que te mantengan las manos calientes (pero no sudadas) y que te
proporcionen un buen tacto. Las manoplas son más recomendables en condiciones
extremas ya que retienen mejor el calor.
GAFAS: Los rayos ultravioletas (U.V.) deterioran de manera irreversible tanto los ojos como la piel. Los problemas que generan pueden ser múltiples, desde irritaciones hasta la pérdida provisional de la visión, conocida como "la ceguera del esquiador". Un dato a este respecto resulta enormemente revelador: mientras la tierra refleja el 10% de la luz y el mar el 25%, la nieve lo hace la increible cifra del 85%, aumentando además su intensidad un 10% por cada 1.000 metros de altitud.Por ello y para evitar cualquier tipo de lesión ocular se hace imprescindible el uso de gafas de sol especiales para esquiadores, estas gafas incluyen unos filtros que disminuyen parte de la luz que entra evitando de esta forma el deslumbramiento, la distorsión de las imágenes, los reflejos y la alteración del color entre los objetos.
Las gafas de sol y las máscaras (hoy en día muy generalizadas) no sólo sirven
para proteger nuestra vista, sino que
además
nos van a ayudar a mejorar notablemente nuestro rendimiento, gracias a los
tratamientos especiales que se aplican a los cristales. Si la
protección de la vista, el confort y el diseño son las características que todo snowboarder busca en unas gafas, debemos tener en cuenta que nuestro rendimiento
también se verá enormemente favorecido gracias a una total seguridad y
definición óptica.
CASCO: El casco en los snowboarders parece que poco a poco se está generalizando y si hace unos años resultaba extraño ver a un snowboarder con casco, cada día aumenta su aceptación. Al margen de que no es lo mismo surfear en una estación, estar dándole en el pipe o patearte una montaña para luego bajar por donde nadie ha pisado la nieve, cada cual debe ser consciente de su nivel y no está de más utilizarlo en las estaciones, ¿o es que tú nunca has tenido una caída peligrosa?. Si decides calzarte uno, deberás buscar ante todo calidad, ligereza y confort. No escatimes en el precio porque tu cabeza bien lo vale.