Análisis

        Debido a que Virginia Woolf prescinde de argumento y de caracterización en el sentido tradicional de la palabra, para muchos, sus obras, no son propiamente novelas, sino ambientes de novelas, y presentaciones de situaciones y personajes en forma poemática, con la ayuda de los monólogos interiores. Su idea de novela era sintética, y su concepto de la relatividad del tiempo, excepcionalmente revelador.

        Como no se conformaba con la  narración tradicional, agotaba todos los recursos que le ofrecían los diversos géneros literarios, utilizando formas dramáticas y poéticas. Virginia Woolf, como Joyce, era una artista difícil y complicada porque se servía de la novela para expresar más de lo que puede pedirse a cualquier otro género literario.

        Algunos pueden tachar a Virginia Woolf de artista estática, carente de intereses humanos y de acción, cultivadora de un híbrido de novela y poesía. Pero no se puede negar que es una escritora brillante, con una gran exquisitez y con muchas posibilidades de evocar personajes y ambientes sin describirlos demasiado. Ésta no es una novela de acción. Sin haber leído esta obra, ésto es puede deducir si se han leído estas breves líneas.

        La obra gira en torno a la delicada figura de Clarissa Dalloway, de quien recibe nombre esta novela. Londres se ve reflejado como una amalgama de sonidos, olores, formas y colores. La narración transcurre en doce horas. En este lugar y en este período de tiempo el pensamiento de los personajes fluyen libremente, aunque de forma objetiva parece que hacen y perciben cosas parecidas. El argumento es mínimo.

        La obra intenta mostrar constantemente ese mundo interior que hay en nosotros y que, sin embargo, permanece oculto la mayoría de las veces. Todos los detalles de la vida son significativos. A menudo la vida real se presenta como un caos informe. He aquí la diferencia que se podía ver claramente entre la vida real y el arte: el arte ordenaba en un todo los aspectos más interesantes de la vida. Es importante reconocer que la vida real ofrecía la materia prima al arte y le servía de base. Aunque hoy en dia no se sepa exactamente lo que esta sucediendo exactamente, si el arte imita a la vida, o la vida imita al arte; debido a medios de comunicación como la TV.

        Puede que muchos vean a Mrs. Dalloway como la protagonista de esta novela. De ella extraemos que Clarissa es una mujer moderna, insatisfecha en su interior, pero que vive pasivamente el mundo superficial en que se encuentra y que ella misma ha creado. Es inteligente, y no deja de recordar la opinión despectiva que tenía Peter Walsh hacia estas fiestas sociales. Esta novela se puede considerar como el retrato de una mujer culta, absorta en la contemplación de sus sentimientos personales y cuya vida se desarrolla sobre todo en su propia mente, sin participación apenas de su ser activo y emotivo.

        Pero también puede que Virginia Woolf pretendiese mostrarnos realmente la ciudad de Londres, y que sea ésta la auténtica y única protagonista de esta obra. Londres se ve claramente dibujada, como ya he dicho antes, se describen sus colores, olores, ambientes... Todo esto a través de Clarissa Dalloway y otros personajes que se ven directa o indirectamente relacionados con ella, tanto voluntaria como involuntariamente.

        Como dice Esteban Pujals en "Historia de la Literatura Inglesa" de Gredos: "A pesar de su subjetivismo, Virginia Woolf revela en esta obra las grietas del orden establecido en la Inglaterra y en el Londres de Junio de 1923, con tanta claridad como Wells y Galsworthy en sus novelas sociales, Huxley en sus utopías satíricas y Wyndham Lewis en sus sardónicas diatribas. Por eso el cuadro que representa Mrs. Dalloway es una matizada censura de la complaciente miopía, de la crueldad elegante y civilizada de la clase próspera, y una acusación de la vida inglesa del período de posguerra".

        En esta novela, como en muchos de sus ensayos, hay una temática centrada en la condición femenina, entre la cual destacan la opresión sexual, la construcción social de la identidad femenina y el rol de la mujer escritora. La diferenciación sociosexual es presentada junto con los otros aspectos ya nombrados, como una constante en la sociedad londinense de 1923.

        Para analizar esta obra voy a intentar seguir el mismo orden que sigue la novela. Me he ayudado de la traducción de Andrés Bosch. Perteneciente a Círculo de Lectores por cortesía de Editorial Lumen.

        La obra empieza sin hacer ningún tipo de presentación de los personajes de la obra. Empieza directamente presentando un hecho: va a haber una fiesta, y se están haciendo los últimos preparativos. Cuando el lector pasa la primera hoja del libro, ya ha percivido muchas sensaciones, sonidos y olores, pero sigue sin saber nada de Mrs. Dalloway. A través de Clarissa ya empezamos a percibir el Londres de 1923. Por ejemplo citaré un fragmento del principio del relato:

"una siente, incluso en medio del tránsito , o al despertar en la noche,
(...), un especial silencio o una solemnidad, una indescriptible pausa, una suspensión (...), antes de las campanadas del Big Ben. ¡Ahora! Ahora sonaba solemne. Primero un aviso, musical; luego la hora, irrebocable.
(...) Mientras cruzaba Victoria Street..."
        En estas breves líneas, los que nunca hemos estado en Londres, podemos creer imaginarnos, y sentir esas sensaciones que percibe Clarissa justo antes de que suenen las campanadas del Big Ben. Luego continua nombrando el nombre de una calle, para que todavía nos sintamos más en Londres. Los guías turísticos suelen nombrar las calles más importantes de la ciudad que se visita, y alguna de las calles por las que se circula. En este momento, Clarissa se ha convertido en nuestra guía, y nos cuenta cómo percibe cada uno de los lugares de las ciudad y los elementos que la componen.

        En caso de que Virginia Woolf hubiese pretendido contar la historia de Mrs. Dalloway, podría haber omitido el nombre de la celle, debido a que  para el desarrollo de la acción no habría sido relevante. Al lector le habría resultado indiferente que esta mujer hubiese ido por esta calle o por otra mientras la acción que fuese a hacer fuese la misma. Pero a Virginia Woolf lo que le interesa, es que Clarissa tiene una serie de pensamientos y sensaciones en ese momento, en esa calle; y que quizá serían diferentes si en lugar de haber ido por esa calle hubiese ido por otra.

        Apenas unas líneas después del texto antes comentado, dice: "En los ojos de la gente, en el ir y venir y el ajetreo; en el griterío y el zumbido; los carruajes, los automóviles, los autobuses, los camiones, los hombres anuncio que arrastran los pies y se balancean; las bandas de viento; los órganos; en el triunfo, en el campanilleo y en el alto y extraño canto de un avión en lo alto, estaba lo que ella amaba; la vida, Londres, este instante de junio."

        Ella no pretende contarnos su vida, ni decirnos cómo es. Unas páginas después de este fragmento dice: "nunca diría de sí misma, soy esto, soy aquello". A partir de cómo percibe ella todo lo que le rodea, cómo actúa en cada situación, lo poco que nos dice de ella el narrador, etc. es el lector el que, si lo desea, juzgue a esta mujer; pese a que considero que no se debe juzgar a la gente ni por lo que diga ni por lo que haga. Creo que otra de las cosa que se quieren mostrar en esta obra es esto, que no se debe juzgar a nadie, porque la vida le puede haber llevado a ello sin que esa persona o personaje lo desee. Otro de los motivos por los que considero que Clarissa no quiere contar su vida es porque no le gustaba su vida ni se gustaba a sí misma. Ella misma dice que si volviera a nacer tendría un aspecto diferente, se comportaría de forma diferente, no se volvería a casar, ni volvería a tener hijos.

        Lo que Mrs Dalloway quiere mostrarnos es eso: su ciudad, lo que ella ama. Como ya he dicho no pretende contar su vida, sino mostrarnos su ciudad, y la situación que ésta estaba viviendo: el fin de la guerra. Los reyes volvían a estar en palacio, y todo volvia a estar en calma y en "paz". Con motivo de este hecho,Virginia Woolf y Clarissa muestran cómo algunos de sus compatriotas, en lugar de lamentar la muerte de determinados individuos lamentaban el hecho de que los bienes de los fallecidos fuesen a pasar a unas manos y no a otras.

        Parecía respirarse un ambiente de felicidad y alegría. La ciudad estaba llena de ritmo, de movimiento, gente paseando... Y Clarissa iba a dar una fiesta. En ese instante en que todo parecía que iba bien, se encuentra a un viejo amigo. Este encuentro permite que el lector vuelva a tener la oportunidad de conocer un poco mejor esta ciudad, desde un punto de vista totalmente subjetivo. Ya que Clarissa recuerda no solo un hecho sucedido hacía años en otro mes de junio, sino también las sensaciones que tuvo,el color de las hojas de Arlington Street y Piccadilly.

        Poco después se cita la llegada de Mrs. Dalloway a la floristería, donde se perciben multitud de olores y colores. Mientras se encuentra allí ocurre el suceso del coche que se le pincha una rueda, y del efecto que esto produce en los transeuntes, que no saben quien va dentro del vehículo, y se sienten intrigados por ello. No saben si detrás de la cortinilla del coche está el Primer Ministro, el Príncipe o la Reina.

        Este hecho permite conocer un poco más a la sociedad londinense del momento, debido a que se ven posturas tanto en contra como, sobretodo, a favor de la Monarquía. Y cómo a pesar de la pobreza de los londinenses, lo mal que lo estaban pasando economicamente tras la guerra, y su situación, por la muerte de algunos familiares, veían a la familia Real como unos "padres". A pesar del mal momento en que vivían, el hecho de pensar que estaban tan cerca de ellos permitía que sonriesen por un instante y volviesen a sentir la felicidad.

        El personaje de Septimus se nos presenta en esta parte del relato, y por un tiempo toma el relevo de la que hasta ese momento había sido la guía del lector. Ya no vemos a Londres desde la perspectiva de Mrs. Dalloway, sino a través de los ojos de este hombre casado que había perdido el interés por todo lo que le rodeaba. En este momento en que deja de estar desinteresado por el "mundo exterior" nos hace partícipes de su emoción, al mirar y ver "belleza y ¡más belleza!".

        Luego vemos la ciudad desde el punto de vista de Rezia, la mujer de Septimus. Es el punto de vista de los inmigrantes italianos que lo dejaron todo atrás, en su tierra, y que se encuentran solos, especialmente por las noches. Ella es aferra a lo poco que tiene: un marido por el que lo dejó todo y que ahora esta muy enfermo. En algunos momentos Rezia se niega a aceptar que Septimus esta loco. Ella quiere creerse su mentira para no sentirse aún más sola de lo que ya se siente. Pero cuando es consciente de lo mal que está su marido, hace todo lo posible para se recupere, haciendo lo que le dice el doctor: intentar que Septimus se fije en cosas reales.

        A partir de aquí otros personajes van prestando sus ojos al lector para que éste perciva un Londres distinto al Londres que habíamos visto antes. Pero de tal forma y con tal fluidez que el lector no es ve incomodado por haber sido puesto en manos de un guía nuevo y hasta el momento desconocido. Con algunos personajes percibimos una ciudad que, maravillosa, revosa felicidad, y con otros, una ciudad que esta pasando penurias, y en la que no parece haber gente feliz.

        Pero al mismo tiempo que parecen ciudades diferentes, son la misma. Desde un punto de vista totalmente objetivo, la ciudad de Londres, como cualquier otra ciudad, es única. Pero desde un punto de vista como es el que se esta usando a lo largo de todo el relato, es decir, totalmente subjetivo, hay muchas ciudades de Londres. Con los diferentes problemas de sus gentes, y sus disrtintas formas de percibir una misma realidad.

        En muchos momentos en que la acción se detiene, y vemos las distintas formas de ver la realidad a partir de distintos personajes, Mrs. Dalloway desaparece. Si se nos hubiese querido contar la historia de esta mujer, que aunque no era feliz se había creado un mundo relativamente feliz, estos momentos en que ella desaparecía de escena habrían sido omitidos. Pero no hay que quitarle valor ni importancia a la mujer que cede su nombre al título de esta novela, ya que gracias a ella, a conocidos suyos y a otras personas que le rodean, hemos podido conocer gran la ciudad de Londres, y la forma de tomarse la vida sus ciudadanos.

        Considero que aunque al análisis podría seguir, creo que sería volver a escribir el libro de nuevo, porque en cada línea y en cada párrafo se demuestra una y otra vez que la verdadera protagonista de esta novela no es Mrs. Dalloway sino Londres. La ciudad del Big Ben, de la familia Real Británica, de Mrs. Dalloway y Septimus; en la época de la posguerra. Una ciudad que vuelve a recobrar su movimiento y agetreo con la vuelta de la paz.
 
 




HOME  |  INDEX

Academic year 1999/2000
Narrativa en lengua inglesa II 1999-2000
(c) a.r.e.a. Dr. Vicente Forés López
(c) Teresa M. Pujol Salvador
Universitat de València Press
Page maintained by Teresa Pujol Salvador
© Copyright 1999/2000 Teresa Pujol Salvador