Alpuente


Alpuente está localizada en el NE de Valencia, entre 933 y 1.000 msnm, en el límite con la provincia de Teruel, al S de la Sierra de Javalambre. Se accede a la localidad directamente por la CV-35 hasta Titaguas y de ahi enlazando con la CV-345. Se encuentra a 87 km de Valencia y a 27 km de Chelva.
El término es abrupto, por la existencia de numerosos barrancos, especialmente al S; barrancos del Reguero y Arquela, recogen las aguas de otros subsidiarios, dando origen al río de Chelva. Los principales montes son: la Muela (1.511 m.), Cerro Negro (1.407 m.), Hontanar (1.238 m.), el Cabezo (1.289 m.) y Barajuelo (1.114 m.). La villa de Alpuente se levanta en el collado que une los montes de San Cristóbal y el Castillo, en terrenos rocosos, abierto por completo a los vientos del N.

Demográficamente, en 1990 logró los 1.208 habitantes, iniciándose desde entonces un descenso progresivo, teniendo en 1996, 985 hab. A fecha de 2007 cuenta con 828 habitantes. Tiene una superficie de 138,3 km2 y una densidad de 5'99 hab/km2. El termino municipal cuenta con 15 aldeas, en donde solo 186 habitantes residen en el propio Alpuente y el resto de poblacion se distribuye entre las aldeas del pueblo.

Alpuente originariamente fue un reino taifa, que llegó incluso a acuñar una moneda propia. Se trata de una zona con una gran actividad, aunque el término municipal en la actualidad se ha convertido en un remanso de tranquilidad. Alpuente mantiene un acentuado ambiente medieval y en sus calles y plazas todavía se respira el ambiente del medievo mientras que lo abrupto de su entorno choca con la hospitalidad de sus gentes. Alpuente es un municipio que se distingue por su polinuclearidad, dividiendose en aldeas, unas cuantas deshabitadas totalmente, otras donde sólo existen segundas residencias y diez de ellas que se encuentran habitadas durante todo el año, además de la Villa (Alpuente) se deben citar: La Almeza, Baldovar, Campo de Abajo, Campo de Arriba, La Canaleja, El Collado, Corcolilla, La Cuevarruz, Las Eras y El Hontanar. Otras aldeas sólo se utilizan como destino de una segunda residencia como son : La Torre y La Carrasca. Y unas cuantas están deshabitadas: La Hortichuela, El Chopo, Berandía, Benacatácera, Vizcota, Cañada Seca, Pozo Marín.

Con evidentes muestras de restos de la Edad de Bronce, Íberos y después Romanos; no es hasta la llegada de los musumanes que empieza a tomar relevancia el pueblo de Alpuente. Tras formar parte de Al-Ándalus, consigue un notable crecimiento económico y cultural como Reino de Taifas independiente. En el año 1089 fue tomada por el Cid y en 1236 conquistada por Jaime I. Al ser paso oblidago de la zona y frontera de los reinos de Aragón y Castilla, le otorgaron excepcional importancia. Fue villa real con voto en cortes y en ella se celebraron Cortes del Reino de Valencia en 1319 y 1383. En el siglo XIX fue reducto importante de los carlistas quedando destruidos sus dos castillos, el de Alpuente y El Poyo.

Alpuente destaca por la existencia de un patrimonio cultural de gran riqueza, lo que lo singulariza en relación con otros municipios del entorno. Esto se debe fundamentalmente a su importancia histórica así como la estructura sociopolítica del municipio, con un modelo de poblamiento polinuclear tradicional y la evolución socioeconómica reciente que ha mantenido en uso numerosos objetos o edificios. Alpuente nos ofrece un rico patrimonio, donde destaca la riqueza y diversidad del patrimonio arquitectónico, representado por numerosas edificaciones de carácter monumental y sobretodo por la arquitectura popular, en ocasiones integrando conjuntos de notable interés. Alberga en su término dos castillos, parte de un conjunto amurallado, tres iglesias parroquiales, una decena de ermitas, varios antiguos hornos de cocer pan, una veintena de lavaderos, media docena de puentes antiguos, numerosas viejas casonas. El visitante podrá encontrar en su paseo por las calles de Alpuente casas solariegas con sus portadas y escudos nobiliarios, como la que se encuentra en la plaza de la Iglesia y que según la tradición, fue la casa donde residía Jaime I cuando estaba en Alpuente. Paseando por el entramado urbano se observan balconadas de clara influencia aragonesa, calles empedradas, plazas que recuerdan otros tiempos... se podra ver los restos de la antigua muralla desperdigados en el casco antiguo.

En cuanto a la actividad economica; predominan los cereales, almendros, patatas, legumbres y vid. La ganadería es ovina y existen granjas porcinas y avícolas. Hay dedicación apícola en el municipio. Existen varias minas de caolín en las zonas de la Atalaya, Cabezo y Baldovar. En la segunda mitad del siglo XX se procedió a la reforestación del término. Funcionan una cooperativa vinícola y dos bodegas. El municipio de Alpuente dispone de abundantes recursos naturales, un extenso patrimonio natural ligado al carácter agreste del territorio y a las formas de explotación del mismo. Existen diversos parajes geológicos de gran espectacularidad resultado de procesos erosivos, como los de La Hoz, El Micero, Peñarrubia, Lácaba, etc., así como elevadas montañas que suscitan el interés de los visitantes. La existencia de diversas formaciones vegetales en expansión constituye otro atractivo para el visitante en general aunque destaca por su singularidad el sabinar. Éste constituye un espectacular bosque que aunque presente en otras áreas del Sistema Ibérico y en menor grado de otras zonas de España reúne aquí uno de sus conjuntos monumentales por su extensión y presencia de árboles centenarios, un conjunto único en Europa. Además la presencia de agua, fuentes básicamente, permite la existencia de parajes de gran atractivo.



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