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Aras de los Olmos
Aras de los Olmos está localizado en el NO de la provincia de Valencia, a una distancia de la capital de unos 98 kmts y a unos 29 kmts de Chelva. Se accede a la localidad directamente por la CV-35.
Esta situado entre los ríos Turia y Arcos, con una superficie muy irregular. Tiene algunas llanadas en la parte central; pero predominan las zonas montañosas, con algunos barrancos muy profundos. Las alturas principales son: Muela de Santa Catalina (1.315 msnm), Fuente del Lirio (1.398), Tejerías (1.181) y Mampedroso (1.207). El río Turia lo atraviesa de norte a sur por el sector occidental. Afluyen a este río, y al Arcos, los barrancos de la Hoz, del Carril, Regajo y Araña.
Ubicado a una altitud de 936 msnm. La villa está situada en medio de una amplia llanura, al NO de la Sierra del Sabinar.
Demográficamente, en 1920 contaba con 494 habitantes, iniciándose desde entonces un descenso progresivo, teniendo en 1996, 420 hab. y en 2000, 398 hab. A fecha de 2007 cuenta con 393 habitantes. Tiene una superficie de 76 km2 y una densidad de 5'17 km2. En el término municipal de Aras de los Olmos se encuentra el propio pueblo de Aras de los Olmos y a 5 km al N la aldea de Losilla.
La villa de Aras estuvo poblado de íberos, romanos y árabes, incluida en el Reino de Taifas de Alpuente, segregado del antiguo califato de Córdoba entre el 1030 y 1092, repoblada por aragoneses después de ser reconquistada por Jaime I en 1236 y pasó, por donación real, a la Orden de Montesa en 1318. Adquirió su categoría de Villa Real e Independiente, el 11 de mayo de 1728, otorgando el Rey Felipe V la Real Cédula de Constitución de Villa de Aras. El 26 de julio de 2001 el Gobierno Valenciano aprobó el cambio de denominación del municipio pasando de ser Aras de Alpuente, localidad a la cual estuvo históricamente vinculada, a ser Aras de los Olmos.
En cuanto a la actividad economica; predomina la agricultura, principalmente de secano, en el que se cultiva en régimen de barbecho los cereales, alternando trigo con centeno, la almendra y la vid. El regadío apenas llega a cubrir las necesidades domésticas y se encuentra cerca del nucleo urbano; se aprovechan las aguas de las fuentes, mediante balsas, así como las del barranco del Regajo. Las heladas tardías, bastantes frecuentes, merman la producción de uva y almendras.
La ganadería está dedicada al consumo local, excepto el lanar, se concentra en la periferia del pueblo en recintos cerrados. Últimamente está en auge la cunicultura. Hay que destacar el Turismo Rural.
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