Bugarra


Bugarra está localizada a una distancia de la capital de unos 40 kmts, a 32 kmts de Chelva. Se accede a la localidad por la CV-35, para enlazar con la CV-376 y luego con la CV-377. Otro trayecto, quizá mejor, es tomar la A3 hasta Cheste, y cogiendo hacia Pedralba la CV-380 y de Pedralba a Bugarra.
Situado en la cuenca del río Turia, en la vertiente N de la sierra de Chiva. La superficie del término es muy accidentada y montañosa. En la parte N del término hay una extensa meseta. El Turia cruza de O a E y drenan el término el barranco de la Fuente y Marjuela. Tiene una de las pocas playas fluviales de la provincia, junto al río Turia, cercana al camping, todo ello rodeado por los montes de Chiva y Chulilla, destacando entre los más altos Alto de Roger (568m) y Bastos (576m). Posee numerosas fuentes destacando entre ellas por su poder medicinal, la "Fuente La Hortezuela". Además de "Fuente del Pino", "La Marjuela" y "Fuente de las Viñas". Bugarra en la parte Sur de su término municipal, margen derecha del Río Turia que parte su término en dos, dispone de un entorno y una orografía ideal para la práctica del senderismo, así como también para las personas que busquen la tranquilidad de un agradable paseo. Ubicado a una altitud de 165 msnm.

Demográficamente, en 1920 contaba con 884 habitantes, iniciándose desde entonces un descenso progresivo, teniendo en 1996, 855 hab.y en 2002, 808 hab. A fecha de 2007 cuenta con 826 habitantes. Tiene una superficie de 40,3 km2 y una densidad de 20'5 km2.

Bugarra fue creada como casa de verano de un conde pedralbino. Dependió de Pedralba hasta 1900. En las cercanías de la fuente de La Hortezuela hubo un primer establecimiento de población, constatado al menos desde tiempos íberos hasta después de la reconquista de Jaime I. Una vez establecidos sus moradores en el emplazamiento actual, pasa a pertenecer a la Baronía de Pedralba y Bugarra. Sus habitantes siguen siendo musulmanes y en el siglo XVI sirve la mezquita para el culto cristiano, obligado para sus antiguos fieles. Con la drástica medida de expulsión de los moriscos a principios del siglo XVII queda Bugarra sin habitantes, a la espera de que lleguen los nuevos pobladores cristianos. Con la desaparición del poder señorial en 1858, representado en Bugarra por los Sánchez de Calatayud, Condes del Real, se separan administrativamente las poblaciones de Bugarra y Pedralba. Varias calles forman el eje de esta población con un trazado poco frecuente, de calles largas y estrechas, insinuando una cuadricula. Calle Ancha, calle del Medio y calle de Abajo, y en torno a ellas la iglesia y el "castillo", quizás más bien una Casa del señor feudal construida en el siglo XVI de la que queda tan sólo una parte; remodelaciones posteriores hicieron desaparecer la zona de calabozos de la casona, posibemente al abrir la calle lateral que la separa del edificio del templo parroquial.

En cuanto a la actividad economica; predomina la agricultura de secano (algarrobos, olivos y vid que produce vino de excelente calidad), hay regadío en casi todo el valle que rodea la capital municipal en el que se cultivan frutas y hortalizas. Se riega con aguas del río Turia a través de la acequia de Bugarra, que tiene una longitud de 9 km. Hay ganado ovino y cabrío. También cuenta con minas de caolín. Se fabrica alcohol vínico. Existe un salto hidroeléctrico en el Turia.

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