Chulilla


Chulilla se encuentra al SE de la comarca, a una distancia de Valencia de unos 60 kmts, y a unos 21 kmts de Chelva. Se accede a la localidad directamente por la CV-35, tomando luego la CV-394.
El pueblo se ubica en la falda de un alto promontorio, dominado por el castillo árabe que conserva torreones y murallas del lado de la población, ya que por la parte que da al río existe un impresionante cañón que lo hace inexpugnable por lo que, en ese lado, carece de construcciones defensivas. La mayor parte del término se extiende sobre terreno cretácico. En esta meseta caliza, la erosión del río Turia ha creado una hoz y el Salto de Chulilla, de 160 metros de profundidad y 10 metros de anchura. La vegetación está formada por pinares (carrasco) y monte bajo mediterráneo. En cuanto a la fauna las especies más importantes son las rapaces, tanto diurnas como nocturnas, la perdiz, el conejo, la liebre, zorro, tejón, garduña, gineta y jabalí. En el Turia habitan barbos y truchas. La villa de Chulilla se sitúa en un territorio que atraviesa el río Turia, y es el río el que ha marcado toda su evolución histórica; determinando la elección del asentamiento de la población basado en la importancia de elementos estratégicos y de control. Ubicado a una altitud de 400 msnm.

Demográficamente, en 1990 contaba con 702 habitantes, experimentando un progresivo aumento, en 1996 con 744 hab., teniendo en 2002, 778 hab. A fecha de 2007 cuenta con 786 habitantes. Tiene una superficie de 61,8 km2 y una densidad de 12'72 hab/km2. En el término municipal de Chulilla se encuentran también los núcleos de población del Balneario de Fuencaliente, Bodega Vanacloig, La Ermita o la Urbanización Santa Bárbara.

Los orígenes del pueblo de Chulilla datan del primer milenio antes de Cristo y tuvo su importancia durante la época medieval, como capital de una Baronía dependiente del obispo Valentino. Ya en nuestra Era el carácter de autarquía y aislamiento generalizado al final del antiguo imperio fue conformando la estructura territorial que derivaría en el distrito musulmán del castillo islámico de Xulella, que tuvo su continuidad territorial tras la conquista en la Baronía del siglo XIII. La relación castillo – río Guadalaviar establecerá el eje doméstico de los habitantes de las alquerías de la época islámica, originándose, si no lo fue ya en época romana, el sistema de regadío del valle a partir del azud del Salto, llamado popularmente “Charco Azul”. Aparece documentalmente entre las donaciones que realiza el rey musulmán de Valencia Abu Zayd, al Obispo de Segorbe en 1236. En 1248 Jaime I la dona a Pere Escrivá de forma vitalicia “castrum et villam de Xulella” pero esta donación no será la definitiva. Tras este paréntesis de señorío militar vuelve al eclesiástico al ser instituida en 1274 la Baronía de Chulilla, sobre el territorio del antiguo distrito musulmán, y entregada al Cabildo y Obispo de Valencia. Hasta 1331 la población será mayoritariamente musulmana y en 1340 se realiza la Carta de población por Raimon Gastón y su Cabildo, recibiendo el documento los representantes de los cien pobladores cristianos, Miguel Silvestre y Arnaldo Guernica. Es en el Siglo XVIII cuando se produce una ruptura: el territorio de la Baronía que había permanecido apenas modificado desde un milenio atrás, el del antiguo distrito islámico, se desgajará y surgirán como nuevos municipios Villar y Losa. Ya en el siglo XIX, periodo de cambio y expansión es cuando se produce la liberación de la dependencia del Arzobispo-Barón, construcción de nuevos molinos, modernización del Balneario, mejora e introducción de nuevos cultivos; pero también de las guerras carlistas en las que el castillo de Chulilla fue ocupado por las tropas del general Cabrera y posteriormente reconquistado por las tropas isabelinas tras sucesivos asedios. En la segunda mitad del siglo XIX, la población quedó afectada por estos acontecimientos lo que unido a su situación marginal respecto a los ejes de desarrollo de la región hará que su carácter rural se mantenga en el siglo XX.

Su poblamiento es primitivo, datándose con seguridad desde el primer milenio adC. A pesar de haberse hallado un hacha calificada de neolítica en el Sufruto, los primeros vestigios documentados en excavación han sido correspondientes a la Edad de Bronce en la supeficie superior del Monte del Castillo. En éste, núcleo original del término, el poblamiento ha sido continuado. Durante la Edad del Hierro, se produce la expansión en la zona con los poblados ibéricos del Monte del Castillo, el Castellar, Pelma, la Talayuela, Pico los Serranos y Corral de Ajau. Con la romanización, algunos de estos poblados se abandonan y otros bajan al llano. El del Monte del Castillo se mantiene como "castro", en él existe un aljibe de esta época. La raíz del topónimo Chulilla-Xulella-Iulella, claramente preislámico, podría corresponder a un patronímico de este momento. Hasta el momento no han aparecido vestigios correspondientes a esos siglos oscuros tras la desaparición del Estado Romano. Suponemos que ese carácter de autarquía y aislamiento comarcal generalizado al final del Antiguo Imperio fue conformando la estructura territorial que derivaría en el distrito dependiente del "hisn" (castillo islámico) de Xulella y asimismo en la baronía del siglo XIII. La relación castillo-río establece el eje doméstico de los habitantes de las alquerías de época islámica, originándose, si no lo fue ya en época romana, el sistema de regadío del valle a partir del azud del Salto (el "Charco Azul"). En 1238 y tras la conquista de la ciudad de Valencia, también Chulilla entra a formar parte del mundo occidental cristiano. Aunque ya antes Zayd Abu Zayd había entregado el castillo y la villa, con otros territorios, a la Iglesia de Segorbe en 1236. En 1248, el rey Jaime I dona a Pere Escrivá de forma vitalicia "castrum et villam de Xulella". Este caballero que procedía de Narbona era también señor de Játiva y Gandía. En los años siguientes el castillo y término es utilizado como pago por diferentes servicios a la Corona. Tras este paréntesis de señorío militar vuelve al eclesiástico al ser instituida en 1274 la Baronía de Chulilla, que incluía Losa y, desde 1300, el Villar, sobre el territorio del antiguo distrito musulmán del castillo y entregada al Cabildo y obispo de Valencia. Momento en que el caballero Guillém de Reixac lo ocupa hasta que Jaime II, en 1294, le obliga a restituirlo al Obispado. Hasta 1331, la población será mayoritariamente musulmana, siendo en esa fecha cuando tras las fallidas revueltas de Al-Azraq, y los continuos asaltos a las morerías por parte de cristianos hacen que se produzca el abandono de éstos. En 1340, Pedro IV de Aragón concede una Carta de Población por la que se establecen 100 pobladores entre los que había y los recién llegados, procedentes de Teruel y Lérida principalmente y de Navarra. En 1373, la soberanía del Obispo sobre la Baronía se hace completa tras la cesión a éste de los derechos del Cabildo. En 1379, se refuerza el castillo a raíz de la guerra con Castilla, dado el lugar fronterizo que ocupa (guerras 1356-1365). Su posición geoestratégica provocó que se libraran en ella cruentas batallas durante las guerras carlistas.

En cuanto a la actividad economica; en el pasado predominaba la actividad agricola y ganadera, hoy en día estas dos actividades existen más de hobby de fin de semana, que como motor economico del pueblo. Aunque antiguamente predominaba el cultivo de la vid, las subvenciones de finales de los ochenta, acabaron casi de cuajo con este cultivo tan importante para esta villa a lo largo de su historia. Tal es así que ya no se produce ni vino en la bodega cooperativa del pueblo. Actualmente gran parte del terreno dedicado al cultivo de la vid se ha transformado en regadío, produciendo una importante expansión de los cítricos caracterizándose por la aparición de medinas explotaciones, tendencia que se prevé ira en aumento con la modernización del sistema de riego. Es un importante núcleo de turismo interior por sus atractivos naturales, siendo este sector el principal motor economico que mueve al pueblo. También cuenta con un balneario de aguas termales sulfurosas que mantienen una temperatura constante de 23°C. (Balneario de Fuencaliente o de Chulilla). Sobre el aprovechamiento hidráulico de la zona hay que indicar que la "Central de la Sociedad Valenciana de Electricidad" tiene su presa en el interior del cañón por donde discurre el Turia. De aquí a la central, el canal de abastecimiento discurre subterráneo, atravesando la roca por debajo del pueblo. Tiene el salto 32 m. de altura, con un caudal de 11 m³/S y una producción de 3.200 kw.

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