Tuéjar


El pueblo de Tuéjar se asienta en las faldas del monte del Castillo y se va extendiendo hasta llegar a la carretera CV-35, queda situada al NO de la provincia de Valencia, a una distancia de Valencia de unos 74 kmts, y a unos 6 kmts de Chelva. Se accede directamente por la CV-35 o bien por la A-3 hasta Utiel tomando la CV-390.

El punto más alto del término municipal es el pico del Rodeno o Picarcho, (vértice geodésico de segundo orden), con una cota de 1.305 metros, y el más bajo se halla en el cauce del río Turia (490 m. de altitud), antes de entrar al territorio de Benagéber. Comprende un relieve muy abrupto, representado por los montes de Tuéjar, que forman parte de las estribaciones secundarias de la cordillera Ibérica y que penetra en la provincia de Valencia a través de las de Cuenca y Teruel. Los montes de Tuéjar forman parte de las estribaciones secundarias de la cordillera Ibérica, dando lugar a una muy accidentada topografía. La parte comprendida en la margen izquierda del río Turia, que representa casi las dos terceras partes de la superficie, está constituida por las estribaciones del macizo de Javalambre, que es una de las principales ramificaciones de la cordillera Ibérica antes citada, y que penetra en la provincia de Valencia a través de las sierras de Tortajada y del Sabinar.

La parte occidental, comprendida en la margen derecha del rio Turia, está constituida por estribaciones de la Serranía de Cuenca. Acompañado en todas direcciones por gran numero de barrancos, este territorio es de los más accidentados de la provincia de Valencia, y por eso mismo, quizás uno de los más bellos, a esta belleza se le debe añadir el atractivo de estar surcado por dos ríos: el Turia (embalse de Benagéber), y el Tuéjar, que nace a 1 Km del pueblo, de cristalinas aguas que nutren suficientemente la fértil huerta tuejana. El pino carrasco ("pinus halepensis"), es la especie dominante de la flora de esta tierra, posee una variedad de fauna importante. Ubicado a una altitud de 610 msnm.

Demográficamente, en 1990 contaba con 1.423 habitantes, experimentando un progresivo descenso, en 1996 con 1.342 hab., teniendo en 2002, 1.225 hab. A fecha de 2007 cuenta con 1.300 habitantes. Tiene una superficie de 121,9 km2 y una densidad de 10'66 hab/km2.

Aunque no es posible situar en el tiempo de una forma exacta el origen de esta población, está claro, según se desprende de los restos arqueológicos hallados por doquier, que por esta tierra han pasado todo tipo de pueblos o civilizaciones. Se han encontrado desde hachas de sílex hasta restos ibéricos, monedas romanas, cerámica árabe, etc. Podría decirse, teniendo en cuenta los más antiguos vestigios descubiertos, que los primeros asentamientos datan de la Edad del Bronce. Tuéjar adquiere su condición de pueblo mediante el otorgamiento de su Carta puebla por la viuda de Pedro de Jérica, señor feudal de estos territorios. Pedro IV de Aragón ordenó, en 1370, a Doña Buenaventura de Arborea la repoblación del valle del río de Chelva, con cristianos y no con moros, como ella pretendía. La repoblación estaba basada en la previa expulsión, que el rey había ordenado, de los moriscos "por los nefandos crímenes de lesa majestad" que éstos habían cometido. Como consecuencia de ello, se da la citada carta de población y, por lo tanto, a partir de entonces, Tuéjar es un lugar de cristianos viejos.

En cuanto a la actividad economica; predomina la ganadería intensiva. Se calcula que hay unas 25.000 cabezas de ganado porcino repartidas en unas 40 explotaciones, y más de 150.000 aves en diversas granjas. El esplendor de la huerta de Tuéjar se truncó en la década de los 80 a causa de las caídas de precios de los productos agrícolas y está actualmente semiabandonada. En el secano, donde antes había grandes extensiones de viña, ahora son almendros y olivos los que se enseñorean del paisaje.

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