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Villar del Arzobispo
Villar del Arzobispo se situa en la cuenca izquierda del río Turia en una planicie, poblada de cepas de vid, que se va elevando hasta la falda de la cercana montaña, a una distancia de Valencia de unos 50 kmts, y a unos 21 kmts de Chelva. Se accede por la Autovia CV-35.
Por el extremo Septentrional penetran algunas ramificaciones de la sierra de Andilla, perteneciente al Sistema Ibérico, y con sus pliegues orientados hacia el se. Destacan sobre el piedemonte los cerros de Castellar, San Roque, Cruz, Gordo y Cabras, todos ellos coronados por materiales calizos. El principal accidente hidrográfico es la rambla del Villar, conocida también como de Higueruelas o de la Aceña, que viene del término de Andilla y se una a la rambla Castellana en término de Casinos para desaguar más tarde en el río Turia. Tributaria de la rambla del Villar es la de las Misquitillas y los barrancos de los Arenales y del L´Antigón.
Ubicado a una altitud de 520 msnm.
Demográficamente, ha experimentado un constante crecimiento alcanzando su máximo nivel demográfico en el año 1960, en el que contaba con 3.973 habitantes. Desde entonces inició un ligero retroceso, en 1990 contaba con 3.433 habitantes, experimentando un progresivo descenso, en 1996 con 3.365 hab., teniendo en 2002, 3.305 hab. A fecha de 2007 cuenta con 3.228 habitantes. Tiene una superficie de 40,7 km2 y una densidad de 90'45 hab/km2.
Los restos más antiguos conocidos pertenecen a la Edad del Bronce y se hallan en los poblados de la cultura del Bronce Valenciano existentes en el Puntal de Cambra, estribaciones del Cerro de las Cabras, en el pequeño cerro del Singlo del Arco que, por debajo de establecimientos más modernos, muestra sílex, molinos de mano barquiformes y cerámica tosca, hecha a mano, y en el Castillarejo, donde igualmente se recogen fragmentos de vasos de esta época. Poblados ibéricos, del siglo IV a. C. o posteriores, se encuentran en el Castellar, en la Loma Imperial, en Montolivet, en la Torre, en el Castillarejo y en el Alto de la Balsilla. Aunque en su término se han encontrado algunos restos romanos, que muestran un antiguo poblamiento de la zona, el origen de la población hay que encontrarlo la pequeña alquería, situada junto a la torre de Benaduf, de época musulmana, que hace que también se la conozca como Villar de Benaduf. Fue conquistada en 1236. En 1300 pasó a manos del arzobispado de Valencia, que, en 1324, la donó para ser repoblada por cristianos a fuero de Valencia. En 1795 le fue concedido el título de villa real. En este año tenía 2.250 habitantes.
En cuanto a la actividad economica; predomina la actividad agrícola. Entre los cultivos predominan los viñedos, cereales, olivos, y extensiones menores a frutales, almendros, algarrobos, higueras y legumbres. El vino, clarete y blanco, elaborado por la Bodega Cooperativa, es la principal fuente de ingresos de los agricultores y goza de buen prestigio en el mercado valenciano. La riqueza ganadera, muy importante en épocas pasadas cuenta hoy con cabezas de ganado lanar, porcino y aves en granjas. Su industria es bastante escasa y se limita a la elaboración de productos agrícolas (vino, aceite, harina) y a la explotación de las minas de caolín, creta y arcilla que existen en el término.
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