BIOGRAFÍA



INFANCIA Y ADOLESCENCIA

Charles Robert Darwin nació en Shrewsbury, Shropshire (oeste de Inglaterra) el 12 de febrero de 1809. Era el quinto hijo (el segundo varón) de los seis que tuvo el matrimonio formado por Robert Waring Darwin -médico rural y miembro de la Sociedad Real de Londres- y Susannah Wedgwood -más dada a las artes plásticas y artística que a la ciencia que su marido-. Darwin solía decir de su padre que era “el hombre más sabio” que había conocido. El abuelo paterno de Charles Darwin, el médico y naturalista Erasmus Darwin, había publicado en 1794 la obra Zoonomía en la que se acercaba a las ideas de la evolución biológicas. Por su parte, su abuelo materno era Josiah Wedgwood, inventor del gres.

El 15 de julio de 1817 falleció la madre de Charles, cuando éste sólo tenía 8 años. El único recuerdo que Darwin conservó de su madre (imagen), lamentablemente, tal y como narra en su Autobiografía fue la imagen de su madre en el lecho de muerte, con su traje de terciopelo negro.


Darwin comenzó a cursar sus estudios elementales en la Escuela diurna en Shrewsbury, dónde sólo permaneció un año. Los profesores veían al joven Darwin como un niño ingenuo y compasivo, aunque solían decir que era muy lento aprendiendo, incluso su padre en una ocasión le reprendió diciendo:

“Nunca serás nada, lo único que te preocupa es cazar, los perros y matar ratas, te convertirás en una vergüenza para ti mismo y para tu familia”.
En 1818, Darwin cambia de escuela y comienza el nuevo curso en la escuela principal del doctor Butler en su ciudad natal. Allí estuvo interno durante siete años, hasta 1825, no obstante, la cercanía de su casa le permitía realizar continuas visitas a su familia. Los años en la escuela del doctor Butler fueron tachados por Darwin como improductivos porque en ella “no se enseñaba nada”. La incapacidad de Darwin para dominar idiomas quedó patente durante su escolaridad: él definía su problema como una “singular incapacidad”. A pesar de sus quejas, durante sus años de escolaridad, Darwin se interesó por la geometría euclidiana, por las ciencias sociales, por la pintura, la música y la literatura (le gustaba leer a Shakespeare, Scout, Byron y las odas de Horacio). La naturaleza llamaba poderosamente su atención, tanto es así que solía decir que había nacido naturalista. Durante el último año que el joven Darwin estuvo en la escuela del doctor Butler, su hermano Erasmus –también interno- le inció en los fundamentos de la Química, materia que pronto despertó el interés de Darwin y le valió el apodo de “gas”.

Tras finalizar sus estudios elementales, Robert Waring Darwin insiste para que su hijo estudie medicina, como él. Su empeño era tal que solía hacer que su hijo le ayudara en la consulta durante el verano, además, matriculó al joven Darwin en la Universidad de Edimburgo para que comenzara sus estudios (1825). Darwin nunca se adaptó: las asignaturas le parecían aburridas, excepto la Química. En su Autobiografía Darwin recuerda como “las lecciones de Materia Médica del Dr. Duncan a las 8 de la mañana, en invierno, me han dejado terribles recuerdos”, “era tan erudito que su sabiduría no dejaba espacio a su sentido común”. Además de lo tedioso que le resultaban las clases, Darwin no soportaba ver la sangre y, mucho menos, asistir a operaciones. Fue durante ésta época, mientras estudiaba junto a su hermano Erasmus en Edimburgo que Darwin fue consciente de que la herencia de su padre le permitiría vivir sin tener que trabajar, éste pensamiento fue suficiente “para poner freno a todo gran esfuerzo por aprender Medicina”. Sin embargo, Darwin no abandonó rápidamente la Universidad, así, a principios de 1826 leyó sus primeras conferencias científicas en la sede de Sociedad Pliniana local –en el sótano de la Universidad-, fundada por Robert Jamenson. Poco a poco su interés se fue decantando hacia la zoología, más concretamente hacia la zoología marina, así fue como poco a poco realizó algunos ensayos de taxidermia y trabajos de investigación al respecto. Por aquel entonces, Darwin todavía no se preocupaba por el “origen de las especies”. En la Sociedad Pliniana, Darwin entra en contacto con las ideas de Jean-Baptiste Lamack sobre la evolución –similares a las de su abuelo Erasmus-, pero no le llegan a entusiasmar demasiado.

Además de asistir con asiduidad a las reuniones de la sociedad formada por Jamenson, Darwin solía frecuentas diversas sociedad científicas como la Warnerian Society y la Royal Medical Society (en la imagen).


Durante sus años de adolescente, Darwin visitó con frecuencia la casa de su tío Josian Wedgwood (fundador de la Real Sociedad de Horticultura) en Maer. Su tío, además de compartir aficiones con el joven Darwin, le animaba a continuar fomentando sus aficiones naturalistas. Tan buena era la relación entre ambos que, durante la primavera y el verano de 1827, Josian Wedgwood y Charles Darwin emprendieron un viaje que les llevó a Irlanda y a París.

CAMBRIDGE (1828-1831) Y LONDRES (1836-1842)

Darwin había decidido no proseguir con sus estudios de Medicina y así se lo comunicó a su padre, quien decidió que Darwin debería estudiar Teología. Así fue como en 1827, la familia Darwin se traslada a Cambridge y Charles Darwin ingresó en el Christ’s College de la Universidad de Cambridge. Razonando la decisión de su padre, Darwin llegó a la conclusión de que estudiando Teología podría dedicarse a sus estudios sobre la naturaleza, dado que la mayoría de clérigos ingleses eran naturalistas. En Cambridge permanecería tres años, en los que siguió desarrollando su pasión por el deporte, la caza, los perros, el estudio de las plantas e insectos (solía coleccionarlos –sobre todo orugas y escarabajos-), etc. De éste modo comenzó a desarrollar su interés por la investigación. Gracias a uno de sus primos, Darwin conoció al botánico John Stevens Henslow quien impulso a Darwin a comentar sus estudios sobre Botánica y Zoología.

Al finalizar sus años de estudios en Cambridge, Darwin recordaría su estancia allí como “los años más felices” de su vida. El 26 de abril de 1831, con 22 años, recibió el grado de Bachiller en Artes (magíster artium), obteniendo el décimo lugar en la lista de estudiantes.

En 1831 se le presentó a Darwin la mejor oportunidad para recorrer el mundo y poder realizar estudios e investigaciones de carácter naturalista. Un amigo le había recomendado para zarpar junto al capitán de la Real Armada Robert Fitzroy en el HMS BEAGLE, un bergantín de tres palos, de 242 toneladas, 28 metros de eslora y armado con diez cañones (imágenes).Véase VIAJES.



Tras regresar de su largo viaje por el mundo a bordo del Beagle, Darwin se decide a ordenar las investigaciones y ensayos realizados y escribir sobre el material recolectado. Las conferencias se suceden y Darwin empieza a hacerse un hueco entre los científicos más importantes del momento: con su teoría sobre el origen y distribución de los arrecifes de coral y la elevación del terreno en la cadena montañosa de los Andes, Darwin se gana el respeto del geólogo Charles Lyell.

La ordenación de los datos obtenidos durante el viaje llevo a Darwin un año de trabajo, pero los frutos que recibió valieron el esfuerzo. El estudio de los pinzones (imagen) realizado durante su viaje a las Islas Galápagos le llevó a teorizar sobre el “proceso de especiación geográfica”.



Durante 1837, Charles Darwin se traslada a Londres, donde alquila una habitación cerca de la consulta donde ejercía medicina su hermano Erasmus. Durante los siguientes año, poco a poco, ira teorizando sobre diversos aspectos relacionados con la evolución que, finalmente, le llevaran a escribir su obra más célebres, El origen de las especies. Así, entre 1837-838, Darwin elaboró por completo su teoría, pero no la publicó. Las obras que sí publico estuvieron relacionadas con su viaje en el Bealge y con algunos de los estudios realizados a bordo del barco.

El 29 de enero de 1839, a los 30 años, Charles R. Darwin contrajo matrimonio con su prima Emma Wedgwood, nieta de Josiah Wedgwood e hija mejor de su tío Josian Wedgwood. El matrimonio tuvo diez hijos, aunque sólo siete llegaron a la edad adulta. La familia Darwin-Wedgwood se instaló en Upper Gower Street (Londres). El éxito sonreía a Darwin: se sucedían las ediciones de sus obras publicadas.

PROBLEMAS DE SALUD Y LA VIDA EN DOWN

La salud de Charles Darwin comienza a empeorar en 1841, a pesar de ello, prosiguió trabajando al ritmo habitual, aunque tuvo que cambiar de domicilio. La familia Darwin-Wedgwood se traslado a la ciudad de Down (condado de Kent, Inglaterra –actual ubicación del Museo Darwin-) en 1842. Darwin escribió sobre el lugar: "Me hallo ahora establecido en el lugar donde quiero vivir hasta el final de mi vida" –como finalmente sucedió-. El progresivo deterioro de su salud impidió que prosiguiera con sus viajes, pero siguió escribiendo, leyendo, paseando, diseccionando animales –palomas y cerdos principalmente- y realizando experimentos en su invernadero. La vida en Down era feliz, pero la familia tuvo que afrontar la muerte de varios de sus hijos, así como la muerte del tío Josian –padre de Emma- en 1843 y de Robert Waring Darwin (padre de Darwin) en 1848. Además del dolor sufrido por las pérdidas, Darwin empezó a padecer los síntomas de una enfermedad poco clara que atacaba su sistema nervioso (se cree que Darwin contrajo la enfermedad durante su viaje en el Beagle). A partir de los 30 años, Darwin comienza a quedarse calvo y para compensar sus problemas de calvicie decide dejar crecer una larga barba que, con el paso del tiempo, será blanca.

Como ya hemos reseñado, Darwin consiguió llevar una vida más o menos normal a pesar de los achaques de la enfermedad –con el tiempo le impediría realizar su trabajo-, uno de los actos que a Darwin alegraba era recibir la visita de amigos como Sir Charles Lyell, T. H. Huxley, Alfred Russell Wallace o Asa Gray.

SUS OBRAS SOBRE EVOLUCIÓN Y BOTÁNICA

Sus obras más relevantes sobre evolución fueron: El origen de las especies (On the Origin of Species by Means of Natural Selection or the Preservation of Favoured Races in the Struggle for Life) (1859, veintitrés años después de ser escrito) y La descendencia del hombre y la selección en relación al sexo (The Descent of Man) (1871) Véase TEORIA EVOLUTIVA. En ambas, Darwin expone el concepto de “selección natural” (selección en sentido metafórico, en el sentido de selección inconsciente), mediante el que las especies más fuertes sobreviven, mientras que las más débiles perecen. Otro punto importante de su obra es la idea de que el hombre, como el resto de animales, proviene y ha ido evolucionando de una especie con unas características iniciales distintas a las que hoy se pueden ver en el hombre. La evolución es un proceso dilatado en el tiempo que comporta cambios en los seres vivos (planta, animales y seres humanos). La teoría de Darwin bebe de la influencia de teorías anteriores como la de Lamarck y Malthus, así como coetáneas como la de Wallace.

El éxito de la teoría evolutiva de Darwin fue un éxito: numerosos artículos y obras fueron publicadas a raíz de la publicación de sus obras; pero el éxito no siempre es positivo, Darwin, en su época, tuvo muchos retractores, relacionados con la Iglesia (véase REPERCUSIONES/ÉTICA). De todas estas polémicas, Charles Darwin permaneció al margen en Down, aunque sí tuvo en cuenta las objeciones científicas que se hicieron a sus teorías.

Otros de los éxitos científicos de Darwin se debieron a la publicación de obras sobre Botánica, entre las que destacan: The fertilisation of the Orchids (La fertilización de las orquídeas), 1862; Insectivorous plants (Las plantas insectívoras), 1875; The Effects of Cross- and Self-Fertilisation in the Vegetable Kingdom (Efectos de la fecundación cruzada y de la autofecundación en el reino vegetal), 1876, entre otros.

EL OCASO DE LA VIDA DE DARWIN

El éxito le acompaño durante la etapa final de su vida –igual que sus detractores-. En 1864 recibió la medalla Copley de la Real Sociedad; en 1874 la Sociedad Zoológica Argentina le nombró miembro honorario, un año más tarde lo hizo también la Academia Nacional de ciencias de Argentina; fue nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Cambridge; en 1877 fue nombrado profesor honorario de la Institución Libre de la Enseñanza de España…

La salud de Darwin había empeorado notablemente, sufría continuos desvanecimientos, pero prosiguió trabajando: “cuando me vea obligado a renunciar a la observación y a la experimentación, moriré”, sentenció en una de sus cartas. Continuó trabajando hasta el 17 de abril de 1882 y dos días más tarde, a los 73 años de edad, Darwin fallecía. Una semana más tarde se celebraba el funeral en la abadía de Westminster y, a pesar de que la familia expreso su deseo de sepultar los restos del científico en Down, finalmente, los restos mortales de Darwin descansan en Westminster, cerca de la tumba de Isaac Newton. Al acto del sepelio acudieron las personalidades más importantes de la política, religión y ámbito científico inglés, así como de otros países europeos. Los encargados de portar las cintas del paño mortuorio que cubría el féretro de Darwin fueron: Sir John Lubbock, T. H. Huxley, Sir Joseph Hooker, Alfred Russell Wallace, William Spottiswoode (presidente de la Royal Society), el Duque de Devonshier, el conde de Derby, el Duque de Argyll y Sir Thomas Farrer.