La tradición
festera de Ontinyent se pone de manifiesto la última
semana del mes de agosto, cuando la ciudad entera
rememora desde 1860 la conquista cristiana de la Vila y
las luchas contra las tropas musulmanas.
Por las calles de la ciudad avanzan, al son de timbales
y trompetas, las escuadras moras y cristianas
engalanadas de gran color y belleza, representando la
Entrada de las tropas a la ciudad.
Este acto y las Embajadas son los más
multitudinarios de toda la semana festera (declarada de
interés turístico nacional).