Su respuesta tampoco se hizo esperar:
"Si queréis orgías, tú y tus amigotes, venir y nos lo decís en pelotas
y con los nabos tiesos, ya está bien de venir con tontos mensajitos.
Ale."
Esta vez se había pasado un poco. Yo suponía que todavía podíamos seguir con el cachondeo, pero estaba visto que no.
Pasaron varias semanas y seguía sin escribirle a ella, pues pensaba que no merecía la pena, hasta que un día después del puente de principios de diciembre, al ver que entraba tarde a clase de electrónica, decidí ir a la sala de informática y contraatacar con una nueva carta. Había llegado la hora de devolvérsela con la misma moneda, y aun a riesgo de lo que pudiera obtener como respuesta decidí escribirle esto como respuesta a su última carta:
De acuerdo, putita. Ya sabemos YO Y MIS AMIGOTES donde encontraros.
Ale.
PostData: Hasta la próxima, putita. No NOS olvides.