Gemma Sanchis
Noa de la Torre
Sara Mut
Verónica Martos
Yolanda Cano
Google
película de la semana
críticas
nuestros personajes
actualidad
teoría del cine
cartelera
foro
quiénes somos

Escríbenos
atrévete
Mystic river
Dirección: Clint Eastwood
Guión: Brian Helgeland, basado en una novela de Dennis Lehane
País: Estados Unidos
Año: 2003
Duración: 137 minutos
Género: Drama/Thriller
Interpretación: Sean Penn, Kevin Bacon, Tim Robbins, Marcia Gay Harden, Laura Linney, Laurence Fishburne
Mystic River es mucho más que una historia; es un retrato de la condición humana, del dolor, la desorientación, los lazos afectivos, la pérdida de la inocencia. No obstante su argumento es también poderosamente atractivo por cuanto conjuga magistralmente el género dramático y el thriller.

El film gira en torno a tres personajes: Jimmy (Sean Penn), Dave (Tim Robbins) y Sean (Kevin Bacon) que, de niños, crecían juntos en un peligroso distrito de Boston y pasaban los días jugando a béisbol por las calles. Eran inseparables, pero el destino quiso que uno de ellos, Dave, fuera víctima de un secuestro y agredido sexualmente. El chico consiguió escapar, pero desde entonces ya nada volvió a ser lo mismo. Con los años, su relación se fue enfriando hasta que prácticamente dejaron de tener contacto alguno. Pero una vez más, el tiempo, siempre imprevisible, quiso que los tres volvieran a encontrarse veinticinco años después por otro acontecimiento trágico: el asesinato de la hija de Jimmy, una joven de 19 años. Sean, que ahora es policía, es el encargado de esclarecer el caso, mientras que Dave, marcado todavía por las agresiones que sufrió de pequeño, se ve envuelto inexplicablemente en una serie de circunstancias que lo relacionan directamente con el crimen.

Clint Eastwood, del que tanto se ha hablado este año tras su éxito con Million Dollar Baby, es también el director de este sobrecogedor film. Su trama es sólida y precisa y reúne situaciones de un gran dramatismo, siempre compensadas por la parte más policial de la película, lo que crea una perfecta armonía que mantendrá al espectador en tensión de principio a fin.

En cuanto a las interpretaciones, vemos que los protagonistas encarnan a la perfección a sus personajes. Sean Penn hace una de sus interpretaciones más ricas metiéndose en el papel de un antiguo delincuente que ha pasado por la cárcel y que sólo consiguió librarse de su antigua vida gracias a su hija Katie, que acaba de ser asesinada. Este acontecimiento hace que renazca en Sean su agresividad y que se afane por encontrar al asesino de su hija, del que busca vengarse. Kevin Bacon en su papel de Sean es un detective de homicidios que a simple vista parece el personaje de más simple construcción. Es el más sobrio y parece no tener tantos dramas interiores como los otros dos protagonistas; sin embargo, algo enturbia su vida: su mujer le abandonó y desde entonces le llama varias veces por teléfono, pero se niega a hablar, simplemente permanece silenciosa al otro lado de la línea. Y finalmente, el personaje más complejo es sin duda el que interpreta Tim Robbins: Dave, el hombre que de niño fue raptado y violado y que ahora ha rehecho su vida, pues está casado y tiene un hijo. No obstante, en el fondo es un ser atormentado por el miedo del pasado, un personaje que se percibe a sí mismo como un ser fragmentado en dos. Con estos tres elementos en juego, Eastwood presenta la excusa del homicidio para ahondar en los recovecos del alma de los tres hombres, conduciéndolos hacia un final inesperado.