Cuando caperucita llegó a  casa de su abuelita y se acercó a su cama, notó algo extraño en ella.

-          Abuelita… qué ojos más grandes tienes…

-          Son para verte mejor… -respondió el lobo imitando la voz de la abuelita.

-         Abuelita… qué orejas más grandes tienes…

-         –  Son para oirte mejor…

-        Abuelita… –continuó caperucita –qué dientes más grandes tienes…

-       ¡Son para comerte mejor! –respondió el lobo mientras se abalanzaba sobre caperucita y se la comía de un bocado.

s     siguiente tradicional

anterior

anterior nuevo 


© 2007 - Mar Pastor Campos