Sin embargo, apenas ha salido al balcón, donde sopla un fuerte viento, da un grito ahogado.
– Se me acaba de caer un pendiente – exclama – ¿Serías tan amable de ir a buscármelo?
Aunque haces lo que te ha pedido y bajas hacia la puerta principal, te preguntas si solo ha sido una treta para que olvides detalles de su declaración. Tal vez se ha dado cuenta de repente de que se le ha escapado algo. Asú pues, es importante que recuerdes todo lo que ha dicho y no olvides sus respuestas...
¿A qué hora dijo la señora Miranda que había pasado junto al reloj de péndulo del recibidor?