La sombra se acercaba cada vez más a ellos. Poco a poco, los piratas del Rosanegra contemplaron sorprendidos que se trataba de un barco que nunca antes habían visto, “El Corsario”.

El barco era muy grande y oscuro... No tenía tripulación ni nadie que lo timonara. ¿Qué hacer entonces?

¿Atreverse a asaltar el barco?

o

¿Acelerar la marcha y huir? ç

 

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