En
la provincia conquense
VILLAR DEL HUMO
ARTE
MILENARIO

Valle del río
Mesto. Peña
Los Recueros |
Para
visitar el Parque Cultural de Villar del Humo se hace
imprescindible
contactar con el ayuntamiento o con servicios particulares de
transporte
que existen en esta población para realizar la ruta que nos
llevará a
conocer los parajes más singulares del entorno y los abrigos
donde se
conservan las pinturas rupestres. El guía, perfecto conocedor del
territorio, nos mostrará la ubicación, a veces intrincada, de estos
abrigos, protegidos en su totalidad con vallados metálicos y que
amablemente nos abrirá para poder admirar con más detalle las
pinturas
milenarias.
Partimos de la plaza del ayuntamiento a hora temprana. Nos acompaña
Julián, guía del pueblo, con su vehículo todo-terreno,
imprescindible
para transitar por los tortuosos caminos que nos llevarán hacia las
pinturas; cierta dosis de emoción nos invade.
El camino serpentea y asciende nada más abandonar el casco
urbano. En el
paisaje predominan los pinos dejándose acompañar de arbustos y
árboles
típicos del monte mediterráneo como brezos, ruscos, madroños... A
nuestra derecha dejamos el paraje conocido como los
Coberteruelos para
más adelante salvar el río Mesto, donde antaño podían capturarse
gran
número de cangrejos de río autóctonos, según nos comenta Julián.
En el
primer cruce de caminos nos desviamos a la derecha para acceder
al poco
tiempo a los primeros abrigos. Aparcamos el vehículo y andamos unas
decenas de metros. Hemos recorrido unos 8 km desde la
población.

Pinturas de
domesticación. Selva Pascuala |
PARAJES
ANCESTRALES
Estamos en
Peña
del Escrito, un lugar plagado de cortados calizos discretos pero de
excepcional belleza, algo a lo que nos acostumbraremos en el
transcurso
de la jornada. Las pinturas aparecen protegidas con rejas
metálicas que
impiden acceder a ellas directamente y evitar así el deterioro
producido
antaño por desaprensivos o esquilmadores de nuestro patrimonio
cultural.
Se sitúan en dos paredes mas o menos protegidas de la
intemperie. En
Peña del Escrito se encuentra la figura de un jabalí de estilo
naturalista que ha sido adoptado como símbolo de este Parque
Cultural.
Aparecen también cérvidos, cabras y signos y símbolos de incierta
interpretación.
Seguimos
la ruta
ahora siguiendo el río Mesto, a nuestra derecha nos detenemos en
la Peña
los Recueros, atractivos cortados rodeados de pinos y enebros.
Nuestro
próximo objetivo son los abrigos de Vallejo Marmalo a los que
hay que
acceder a pie por una estrecha senda ascendente durante varios
centenares de metros hasta dominar un amplio valle por el que
discurre
el arroyo Marmalo, afluente el Mesto. Estamos a 14 km de Villar del
Humo.
Aquí
recorremos
tres nuevos abrigos ubicados en polícromos recovecos calizos
desde donde
disfrutamos de espléndidas panorámicas. En las pinturas encontramos
señales (hechas con el dedo), líneas sinuosas que podrían
representar
ríos y arroyos y alguna figura humana. Entre los animales más
destacables resultan curiosas las representaciones de un grupo de
cuadrúpedos que nos recuerdan a gatos o jinetas, también aparecen
ciervos y sobre todo un toro naturalista en el que el prehistórico
artista puso especial esmero en la consecución de la astada
cabeza, por
desgracia se han desprendido algunos fragmentos de pintura de
esta obra.
GEOLOGÍA
CAPRICHOSA
Dejamos los
abrigos de Marmalo para visitar la cercana Peña de San Antonio, un
capricho geológico con forma de cabeza humana remata con una
chapela.
Esta roca se encuentra en un paraje de pinos y lanchas de gran
atractivo. Iniciamos el descenso hasta el arroyuelo en el que aún
sobreviven algunos charcos cristalinos, ideales para
refrescarnos antes
de volver a montar en el automóvil camino de Torre
Balbina.

Torre Balbina.
Desde el
mirador. |
Torre
Balbina es
otro capricho geológico, quizá el más espectacular del recorrido
y por
tanto, parada obligatoria. Aquí el ayuntamiento ha adecuado un
mirador
cercano a la Torre al que merece la pena subir para disfrutar de
otra
perspectiva de la gran mole cuarcítica y de todas las sierras del
entorno dada su privilegiada situación. Vemos como valles,
vaguadas y
risqueras son cubiertos por vastas extensiones de pinares rodenos
tapizando suelos duros, pétreos, donde otros árboles difícilmente
podrían sobrevivir.
Tras las bellas vistas desde Torre Balbina el sol empieza a
calentar de
verdad y caminar empieza a ser agotador. Julián nos anima: "aún
os queda
por ver las mejores pinturas rupestres". Llegamos a Selva
Pascuala donde
nada más bajar del automóvil nos acercamos a una fuente de aguas
frías,
cristalina, de "agua rodena" como la llaman en el lugar, con un
color
ferroso característico por la presencia de metales disueltos; tras
asegurarnos nuestro guía que es potable no nos queda más remedio
que
saciar nuestra sed en esta curiosa fuente de piedra realizada
con gusto.
Desde la fuente accedemos la las últimas y más interesantes
pinturas del
parque.
El abrigo
de Selva
Pascuala fue descubierto en 1917 y algunas de sus figuras han
sido punto
de referencia obligado del arte rupestre peninsular. Tiene 12 m
de largo
y en él hay dos paneles bien diferenciados. Entre las figuras
humanas
destaca un cazador portando con arco y es perfectamente visible
la gran
flecha y las cuerdas; la posición de piernas y cuerpo aportan a
esta
figura una gran sensación de movimiento. Junto al cazador
aparece un
gran toro de estilo naturalista y a la derecha del abrigo
aparece un
grupo de équidos (caballos) algo toscos pero no exentos de
interés pues
uno de ellos aparece asociado a una figura humana unida a ella
con un
trazo que va de la mano al cuello de aquel y que podría tratarse
de una
cuerda.

Abrigo de
Marmalo. |
En este
paraje
paradisíaco se encuentra una flamante casa refugio recientemente
restaurada y recuperada, perfectamente integrada en el paisaje,
que sin
duda supondrá un atractivo más para atraer al necesario turismo
cultural
y también escolares y otros colectivos respetuosos con el
entorno para
disfrutar de todas las posibilidades de cultura y ocio que nos
ofrece la
zona. Su utilización también podría enfocarse a aula de la
naturaleza,
centro de interpretación o lugar de descanso y servicio para los
visitantes.
Tras 26 km de
ruta, iniciamos el camino de regreso hacia Villar. A medio camino
hacemos una última desviación para conocer Torre Barrachina,
junto al
río Mesto, atalaya de origen musulmán del siglo XI. Acaba así un
interesante recorrido, que ha superado todas las perspectivas de
calidad
y cantidad.
Ya en el
pueblo
tenemos oportunidad de conocer a César Ruiz, el alcalde, y charlar
amistosamente con él mientras nos sirven una cañas. César rebosa
entusiasmo cuando habla de las cosas de su pueblo, pero sobre
todo de
las pinturas, es fiel sabedor del potencial cultural que guardan
los
tesoros de la sierra; muchas de las iniciativas han surgido de ese
entusiasmo tan imprescindible para superar los obstáculos de la
burocracia y de sus propias gentes. Pero lo importante es que este
impresionante patrimonio cultural salga de una vez del anonimato
y sea
una ruta clásica del turismo de interior, un turismo cada vez más
demandado y más necesario para pueblos un poco olvidados, como
Villar
del Humo. Aplaudimos también que su idea sea organizar visitas
guiadas,
controladas y bien organizas; lejos de aglomeraciones y chapuzas
que al
final acaban por ir en contra de los intereses del propio
municipio. El
paisaje y los abrigos prehistóricos de Villar del Humo se lo
merecen.
TELÉFONOS DE INTERÉS:
Delegación Provincial de la Consejería de Agricultura y Medio
Ambiente
en Cuenca.
Tel.: 969 17 83 00
Delegación Provincial de la Consejería de Cultura en Cuenca
Tel.: 969 17 88 60
Villar del Humo
Ayuntamiento: Tel.: 969 358 001
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