ESPERANDO
A GODOT
ACTO PRIMERO
Camino
en un descampado, con árbol. Atardecer.
ESTRAGÓN,
sentado en el suelo, trata de descalzarse con ambas manos. Se detiene, agotado;
descansa, jadeando; vuelve a empezar.
Igual
juego. Entra VLADIMIRO
ESTRAGÓN.
– (Renunciando nuevamente.) No hay nada que hacer.
VLADIMIRO.
– (Acercándose a pasos cortos y rígidos, separadas las piernas.) Empiezo a
creerlo. (Queda inmóvil) Durante mucho tiempo me he resistido a creerlo,
diciéndome “Vladimiro, sé razonable; aún no lo has intentado todo” Y
reemprendía la lucha. (Se reconcentra, pensando en la lucha. A ESTRAGÓN) ¿Así
que otra vez ahí?
ESTRAGÓN.
– ¿Te parece?
VLADIMIRO.
– Me alegra volver a verte. Creía que te habías ido para siempre.
ESTRAGÓN.
– Y yo.
VLADIMIRO.
- ¿Cómo celebraremos este encuentro? (Reflexiona) Ven que te bese. (Tiende la
mano a ESTRAGÓN)
ESTRAGÓN.
–(Irritado) Luego, luego.
(SILENCIO)
VLADIMIRO.
–(Molesto, fríamente.) ¿Puede saberse dónde ha pasado la noche el señor?
ESTRAGÓN.
–En la cuneta.
VLADIMIRO.
– (Sorprendido) ¿Dónde?
ESTRAGÓN.
–(Inmutable.) Por ahí.
VLADIMIRO.
– ¿Y no te han sacudido?
ESTRAGÓN.
–Sí..., no mucho.
VLADIMIRO.
– ¿Los de siempre?
ESTRAGÓN.
–¿Los de siempre? No lo sé.
(SILENCIO)
VLADIMIRO.
–Cuando pienso..., desde siempre... me pregunto qué habría sido de ti... sin
mí... (Con decisión.) Sin duda, no serías ahora más que un montón de
huesos.
ESTRAGÓN.-(Herido
en lo vivo.) ¿Y qué más?
VLADIMIRO.(Anonadado.)
Es demasiado para un hombre solo. (Pausa.. Vivazmente.) Por otra parte,
¿por qué desanimarse en este momento? Es lo que yo me pregunto. Hubiera sido
necesario pensarlo hace una eternidad, hacia mil novecientos.
ESTRAGÓN.
-Basta. Ayúdame a quitar esta porquería.
VLADIMIRO.
-Juntos, hubiéramos sido los primeros en arrojarnos desde la torre Eiffel.
Entonces sí que lo pasábamos bien. Ahora ya es demasiado tarde. Ni siquiera nos
dejarían subir. (ESTRAGÓN vuelve a su calzado.) ¿Qué haces?
ESTRAGÓN.-Me
descalzo. ¿No lo has hecho tú nunca?
VLADIMIRO.-Hace
tiempo que te digo que es necesario descalzarse todos los días. Más te vendría
escucharme.
ESTRAGÓN.-(Débilmente.)
¡ Ayúdame!
VLADIMIRO.-
¿Te encuentras mal?
ESTRAGÓN.
-¡Mal! ¡Me preguntas si me encuentro mal!
VLADIMIRO.~(Acalorado.)
¡Tú eres el único que sufre! Yo no importo. Sin embargo, me gustaría verte en
mi lugar. Ya me lo dirías.
ESTRAGÓN.-¿Has
estado malo?
VLADIMIRO.-¡
Malo! ¡ Me preguntas si he estado malo!
ESTRAGÓN.-(Señalando
con el índice.) Eso no es una razón para que no te abroches.
VLADIMIRO.-(Inclinándose.)
Es verdad. (Se abrocha.) No hay que descuidarse en los pequeños
detalles.
ESTRAGÓN.-¿Qué
quieres que te diga? Siempre esperas a última hora.
VLADIMIRO.
–(Ensoñadoramente.) A última hora... (Medita.) Tardará; pero valdrá la
pena. ¿Quién decía esto?
ESTRAGÓN.-¿No
quieres ayudarme?
VLADIMIRO.-A
veces me digo que, a pesar de todo, llegará. Entonces todo me parece extraño. (Se
quita el sombrero, mira dentro, pasa la mano por el interior, lo agita y vuelve
a ponérselo.) ¿Cómo lo diría? Aliviado y, al mismo tiempo..., (Busca.) espantado.
(Con énfasis.) Espantado! (Se quita otra vez el sombrero y vuelve a
mirar en el interior.) ¡Lo que faltaba! (Golpea encima como que caiga
algo, mira nuevamente al interior y vuelve ponérselo.) Así que...
ESTRAGÓN.-¿Qué?
(A costa de un esfuerzo su consigue sacarse el zapato. Mira dentro, mete la
mano, la saca, sacude el zapato, mira por el suelo por si ha caído algo; no
encuentra nada, vuelve a pasar la mano zapato, mirando vagamente.) Nada.
VLADIMIRO.~Déjame
ver.
ESTRAGÓN.-No
hay nada que ver.
VLADIMIRO.~Trata
de ponértelo.
ESTRAGÓN.~(Tras
examinar su pie.) Voy a dejarle que se oree un poco.
VLADIMIRO.
-He ahí un hombre de una pieza que la toma con su calzado cuando la culpa la
tiene el pie. (Vuelve a quitarse el sombrero, mira e! interior pasa la mano, lo
sacude, golpea encima, sopla dentro, vuelve a ponérselo.) Esto empieza a ser
inquietante. (Silencio. ESTRAGÓN mueve el pie, separando los dedos
para que circule mejor el aire.) Uno de los ladrones se salvó. (Pausa.) Es
una proporción aceptable. (Pausa.) Gogo...
ESTRAGÓN.~¿Qué?
VLADIMIRO.
–¿Y si nos arrepintiéramos?
ESTRAGÓN.
–¿Y de qué?
VLADIMIRO.
– Pues... (Titubeando.) No hace falta entrar en detalles.
ESTRAGÓN.~¿De
haber nacido?
(VLADIMIRO
Comienza a reírse a mandíbula batiente, pero inmediatamente se contiene,
llevándose la mano a la entrepierna Con gesto impaciente.)
VLADIMIRO.~Ni
siquiera nos atrevemos a reír.
ESTRAGÓN.~
Vaya privación!
VLADIMIRO.~Sonreír
solamente. (Cuaja en su rostro una suprema sonrisa, que tras un momento se
extingue súbitamente.) No es lo mismo. Bueno... (Pausa) Gogo...
ESTRAGÓN.~(Molesto.)
¿Qué pasa?
VLADIMIRO.~¿
Has leído
ESTRAGÓN.
–
VLADIMIRO.
– (Sorprendido) ¿En la escuela laica?
ESTRAGÓN.
–Cualquiera sabe si lo era o no.
VLADIMIRO.
– Debes confundirla con la prisión juvenil
ESTRAGÓN.
–Quizá. Recuerdo los mapas de
VLADIMIRO.
–Tenías que haber sido poeta.
ESTRAGÓN.
–Lo he sido. (Señalando sus harapos.) ¿Es que no se nota?
(SILENCIO)
VLADIMIRO.
– ¿Qué estaba diciendo?...¿Cómo sigue tu pie?
ESTRAGÓN.
–Se está hinchando.
VLADIMIRO.
– ¡Ah! Ya recuerdo: la historia de los ladrones. ¿Recuerdas?
ESTRAGÓN.
–No.
VLADIMIRO.
– Así matamos el tiempo. (Pausa) Eranse dos ladrones crucificados al mismo
tiempo que el Salvador. Se...
ESTRAGÓN.
–¿Qué quien?
VLADIMIRO.
– El Salvador. Dos ladrones. Se dice que uno de ellos fue salvado, y el otro
(Busca la expresión contraria.) condenado.
ESTRAGÓN.
–Salvado, ¿de qué?
VLADIMIRO.
– Del infierno.
ESTRAGÓN.
–Me voy. (Queda quieto.)
VLADIMIRO.
– Y, sin embargo... (Pausa) ¿Cómo es posible que...? Supongo que no te aburro.
ESTRAGÓN.
–No escucho.
VLADIMIRO.
– ¿Cómo es posible que, de los cuatro evangelistas, solo uno cuente los hechos
de esta forma? No obstante, los cuatro estaban allí; vamos..., no muy lejos.
Solo uno habla de un ladrón salvado. (Pausa) Bueno, Gogo: de cuando en cuando
podías meter baza.
ESTRAGÓN.
–Escucho.
VLADIMIRO.
– De los cuatro, solo uno. De los tres, dos ni siquiera lo mencionan, y el
tercero dice que ambos le insultaron.
ESTRAGÓN.
–¿Quién?
VLADIMIRO.
– ¿Cómo?
ESTRAGÓN.
–No entiendo nada. (Pausa) Insultar, ¿a quién?
VLADIMIRO.
– Al Salvador
ESTRAGÓN.
–¿Por qué?
VLADIMIRO.
– Porque no quiso salvarlos.
ESTRAGÓN.
–¿Del infierno?
VLADIMIRO.
– ¡No, hombre, no! De la muerte.
ESTRAGÓN.
–¿En ese caso...?
VLADIMIRO.
– Los dos bebieron ser condenados.
ESTRAGÓN.
–¿Y después?
VLADIMIRO.
– Pero uno de los evangelistas dice que uno se salvó
ESTRAGÓN.
–Vaya, no están de acuerdo; nada más.
VLADIMIRO.
– Allí estaban los cuatro. Y solo uno habla de un ladrón salvado. ¿Por qué
creer a uno más que a los otros?
ESTRAGÓN.
–¿Quién le cree?
VLADIMIRO.
– Pues todos. Solo se conoce esta versión.
ESTRAGÓN.
–La gente es tonta. (Se levanta dificultosamente. Cojeando, se dirige hacia el
lateral izquierdo, se detiene, mira a lo lejos, protegiendo con la mano los
ojos; se vuelve, va hacia el lateral derecho mira a lo lejos.)
(VLADIMIRO
le mira, después coge el zapato, mira dentro, lo tira precipitadamente.)
VLADIMIRO.
– ¡Puff! (Escupe)
(ESTRAGÓN
se dirige al centro del escenario y mira al fondo.)
ESTRAGÓN.
– ¡Hermoso lugar! (Se devuelve, avanza hasta la batería y mira hacia el
público.) Rostros sonrientes. (Se vuelve hacia VLADIMIRO.) Vámonos.
VLADIMIRO.-No
podemos.
ESTRAGÓN.~¿Por
qué?
VLADIMIRO.~Esperamos
a Godot.
ESTRAGÓN.~Es
verdad. (pausa.) ¿Estás seguro de que es aquí?
VLADIMIRO.-¿EI
qué?
ESTRAGÓN.~Donde
hay que esperar.
VLADIMIRO.
~ Dijo delante del árbol. (Miran el árbol.) ¿Ves algún otro?
ESTRAGÓN.~¿Qué
es?
VLADIMIRO.-Yo
diría que un sauce llorón.
ESTRAGÓN.~¿Dónde
están las hojas?
VLADIMIRO.~Debe
de estar muerto.
ESTRAGÓN.~Se
acabó su llanto.
VLADIMIRO.
-.A menos que no sea tiempo.
ESTRAGÓN.-¿Y
no sería más bien un arbolillo?
VLADIMIRO.-Un
arbusto.
ESTRAGÓN.-Un
arbolillo.
VLADIMIRO.-Un...
(Se contiene.) ¿Qué quieres insinuar? ¿Que nos hemos equivocado de
sitio?
ESTRAGÓN.-Ya
tendría que estar aquí.
VLADIMIRO.-No
aseguró que viniera.
ESTRAGÓN.-¿Y
si no viene?
VLADIMIRO.~Volveremos
mañana.
ESTRAGÓN.-Y,
después, pasado mañana.
VLADIMIRO.-Quizá.
ESTRAGÓN.-Y
así sucesivamente.
VLADIMIRO.-ES
decir...
ESTRAGÓN.-Hasta
que venga.
VLADIMIRO.-Eres
inhumano.
ESTRAGÓN.-Ya
vinimos ayer.
VLADIMIRO.-
¡Ah, no! en eso te equivocas.
ESTRAGÓN.-¿Qué
hicimos ayer?
VLADIMIRO.-¿Que
qué hicimos ayer?
ESTRAGÓN.-Sí.
VLADIMIRO.-Pues,
pues... (Enojándose.) Nadie como tú para no entenderse.
ESTRAGÓN.
–Yo creo que estuvimos aquí
VLADIMIRO.-(Mirando
alrededor.) ¿Te resulta familiar el lugar?
ESTRAGÓN.-Yo
no he dicho eso.
VLADIMIRO.-¿
Entonces?
ESTRAGÓN.-Eso
no tiene nada que ver.
VLADIMIRO.-No
obstante..., este árbol..., ( al público.) esa turbera...
ESTRAGÓN.-¿Estás
seguro de que era esta noche?
VLADIMIRO.-¿
El qué?
ESTRAGÓN.Que
debíamos esperarle.
VLADIMIRO.-Dijo
el sábado. (Pausa.) Según creo.
ESTRAGÓN.-Después
del trabajo.
VLADIMIRO.-Debí
apuntarlo. (Revuelve en sus bolsillos, repletos de toda clase de
porquerías.)
ESTRAGÓN.
Pero ¿qué sábado? ¿Es hoy sábado? ¿No será más bien domingo? ¿O lunes? ¿O
viernes?
VLADIMIRO.-(Mirando
enloquecido alrededor suyo como si la fecha estuviese escrita en el
paisaje.) No es posible.
ESTRAGÓN.-O
jueves.
VLADIMIRO.-¿
Qué hacemos?
ESTRAGÓN.-Si
anoche se molestó en balde, ya puedes estar seguro de que hoy no vendrá.
VLADIMIRO.-Pero
dices tú que nosotros hemos venido anoche.
ESTRAGÓN.-Puedo
equivocarme. (Pausa.) ¿Quieres que nos callemos un poco?
VLADIMIRO.-(Débilmente.)
Bueno. (ESTRAGÓN se sienta en el suelo. VLADIMIRO recorre con pasos
largo la escena agitadamente. De cuando en cuando se detiene para otear el
horizonte. ESTRAGÓN se duerme. VLADIMIRO se para ante ESTRAGÓN.)
Gogo... (Silencio.) Gogo... (Silencio.)¡Gogo!
(ESTRAGÓN
Se despierta sobresaltado.)
ESTRAGÓN.-(Volviendo
a todo el horror de su situación.) Dormía. (Con reproche.) ¿ Por qué
no me dejas dormir nunca?
VLADIMIRO.-Me
sentía solo.
ESTRAGÓN.-He
tenido un sueño.
VLADIMIRO.-No
me lo cuentes.
ESTRAGÓN.-He
soñado que..
VLADIMIRO.-¡
No me lo cuentes!
ESTRAGÓN.
-(Con un gesto hacia cuanto les rodea.) ¿Esto te basta? (Silencio.) Didi,
no eres bueno. ¿A quién sino a ti quieres que cuente mis pesares íntimos?
VLADIMIRO.-Que
sigan siendo íntimos. Ya sabes que no puedo soportarlo.
ESTRAGÓN.-(Fríamente.)
A veces me pregunto si no sería mejor que nos separáramos.
VLADIMIRO.-No
irías muy lejos.
ESTRAGÓN.-Eso
sería, en efecto, un grave inconveniente (Pausa.) ¿No es verdad, Didi,
que eso sería un grave inconveniente? (Pausa.) Dada la hermosura del
camino (Pausa.) Y la bondad de los viajeros. (Pausa. Zalamero.) ¿No
es verdad, Didi?
VLADIMIRO.-Calma.
ESTRAGÓN.-(Con
voluptuosidad.) Calma... Calma... (Ensoñador.) Los ingleses dicen
«caaalm». Son gentes «caaalms». (Pausa.) ¿Sabes la historia del inglés
en el prostíbulo?
VLADIMIRO.-Sí.
ESTRAGÓN.-
Cuéntamela.
VLADIMIRO
.~Déjame.
ESTRAGÓN.-Un
inglés borracho va a un prostíbulo. La encargada le pregunta si quiere una
rubia, una morena o una pelirroja. Sigue.
VLADIMIRO.~¡Déjame!
(Sale.)
(ESTRAGÓN
se levanta y le sigue hasta el límite de la escena. Mímica de ESTRAGÓN, semejante
a la que un boxeador provoca entre los espectadores. VLADIMIRO vuelve,
pasa ante ESTRAGÓN, cruza la escena con la vista baja. ESTRAGÓN se
encamina hacia él, pero se detiene.)
ESTRAGÓN.-(Dulcemente.)
¿Querías hablarme? (VLADIMIRO no contesta. ESTRAGÓN avanza un
paso.) ¿Tenías algo que decirme? (Silencio. Avanza otro paso.) Habla, Didi.
VLADIMIRO.-(Sin
volverse.) No tengo nada que decirte.
ESTRAGÓN.-(Avanza
otro paso.) ¿Te has enojado? ( Silencio. Otro paso.) Perdona. (Silencio.
Otro paso. Le toca el hombro.) Vamos, Didi. (Silencio.) Dame la
mano! (VLADIMIRO se vuelve.) ¡Dame un abrazo! (VLADIMIRO se yergue) ¡
Venga, hombre! (VLADIMIRO cede. Se abrazan. ESTRAGÓN se echa
atrás.) ¡ Apestas a ajo!
VLADIMIRO.-Es
para los riñones. (Silencio. ESTRAGÓN mira el árbol atentamente.) ¿Qué
hacemos ahora?
ESTRAGÓN.~Esperamos.
VLADIMIRO.
-Sí; pero mientras esperamos...
ESTRAGÓN.-¿Y
si nos ahorcáramos?
VLADIMIRO.-Sería
una manera de ponerse cachondos.
ESTRAGÓN.-¿Se
pone uno cachondo?
VLADIMIRO.-Con
todas las consecuencias. Y donde cae eso, crecen mandrágoras. Por eso, cuando se
las arrancan gritan. ¿No lo sabías?
ESTRAGÓN.-Ahorquémonos
ahora mismo.
VLADIMIRO.-¿En
una rama? (Se acercan al árbol y contemplan.) No me fío.
ESTRAGÓN.-Podemos
intentar.
VLADIMIRO.-Prueba.
ESTRAGÓN.-
Primero, tú.
VLADIMIRO.-NO,
no; tú primero.
ESTRAGÓN.-¿
Por qué?
VLADIMIRO.-Porque
pesas menos que yo.
ESTRAGÓN.-Justamente.
VLADIMIRO.-No
comprendo.
ESTRAGÓN.-Piensa
un poco, ¡ ea!
(VLADIMIRO
reflexiona)
VLADIMIRO.-(Concluyente.)
No comprendo.
ESTRAGÓN-Te
lo explicaré. (Medita.) La rama..., la rama... (Airado.) Pero
¡ intenta comprenderlo!
VLADIMIRO
.-Solo te tengo a ti.
ESTRAGÓN.-(Esforzándose.)
Gogo,
ligero,
No se
rompe la rama;
Gogo,
muerto, Didi pesado;
se rompe
la rama;
Didi,
solo...
(Busca
la expresión precisa.)
Mientras
que...
(Busca la
expresión precisa.)
VLADIMIRO.
-No había pensado en esto.
ESTRAGÓN-(Que
ha encontrado la frase que buscaba.) Quien puede lo más, puede lo menos.
VLADIMIRO.-Pero
¿peso yo más que tú?
ESTRAGÓN.-Eres
tú quien lo dice. Yo no sé nada. Hay una probabilidad entre dos. O casi.
VLADIMIRO.-Así,
pues, ¿qué hacemos?
ESTRAGÓN.-No
hagamos nada. Es más prudente.
VLADIMIRO.-Esperemos
a ver qué nos dice.
ESTRAGÓN.-¿
Quién?
VLADIMIRO.-Godot.
ESTRAGÓN.-¡
Vaya!
VLADIMIRO.-Esperemos,
ante todo, para estar seguros.
ESTRAGÓN.-Por
otra parte, más vale hacer las cosas en caliente
VLADIMIRO.-Tengo
curiosidad por saber lo que nos va a decir. Eso no nos compromete a nada.
ESTRAGÓN.-Pero,
exactamente, ¿qué es lo que se le ha pedido?
VLADIMIRO.-¿No
estabas allí?
ESTRAGÓN.-No
presté atención.
VLADIMIRO.-Pues...
Nada en concreto.
ESTRAGÓN.-Una
especie de súplica.
VLADIMIRO.-Eso
es.
ESTRAGÓN.-Una
súplica vaga.
VLADIMIRO.-Sí,
si quieres.
ESTRAGÓN.-¿Y
qué contestó?
VLADIMIRO.-Que
ya vería.
ESTRAGÓN.-Que
no podía prometer nada.
VLADIMIRO.-Que
necesitaba reflexionar.
ESTRAGÓN.-Serenamente.
VLADIMIRO.-Consultar
con su familia.
ESTRAGÓN.-Con
sus amigos.
VLADIMIRO.-Con
sus agentes
ESTRAGÓN~.Con
sus representantes.
VLADIMIRO.~Sus
archivos.
ESTRAGÓN.-
Su cuenta corriente.
VLADIMIRO.~Antes
de decidirse.
ESTRAGÓN.~Es
natural.
VLADIMIRO.~¿No
es verdad?
ESTRAGÓN.~Eso
me parece.
VLADIMIRO.-A
mí también.
(pausa.)
ESTRAGÓN.
-¿Y nosotros?
VLADIMIRO.~¿Cómo?
ESTRAGÓN.~Decía:
¿y nosotros?
VLADIMIRO.-NO
entiendo.
ESTRAGÓN.~¿Y
qué representamos nosotros en todo esto?
VLADIMIRO.~¿Que
qué representamos?
ESTRAGÓN.
- Cógelo con tiempo.
VLADIMIRO.~¿Nuestro
papel? Es el del suplicante.
ESTRAGÓN.~¿Hasta
ese extremo?
VLADIMIRO.~¿El
señor se muestra exigente?
ESTRAGÓN.-¿Y
ya no tenemos derechos?
(VLADIMIRO
ríe y cesa bruscamente, como antes. Igual juego, menos la sonrisa.)
VLADIMIRO.~Serías
capaz de hacerme reír.
ESTRAGÓN.~¿Los
hemos perdido?
VLADIMIRO.~(Abiertamente.)
Los hemos liquidado. (Silencio. permanecen inmóviles, con los brazos
colgando, la cabeza sobre el pecho y las rodillas juntas.)
ESTRAGÓN.~(Débilmente.)
¿Estamos comprometidos? (Pausa.) ¿Eh?
VLADIMIRO.~(Levantando
la mano.) ¡Escucha!
(Escuchan
grotescamente rígidos.)
ESTRAGÓN.-No
oigo nada.
VLADIMIRO.-
Chiss! (Escuchan. ESTRAGÓN pierde el equilibrio y está a punto de
caer. Se coge del brazo de VLADIMIRO que se tambalea. Escuchan, apretándose
el uno contra el otro y mirándose a los ojos.) Yo tampoco. (Suspiro
de alivio. Pausa. Se separan.)
ESTRAGÓN.-Me
has asustado.
VLADIMIRO.~Creí
que era él.
ESTRAGÓN.-¿
Quién?
VLADIMIRO.-Godot.
ESTRAGÓN.-
Bah! El viento entre los cañaverales.
VLADIMIRO.-Hubiera
jurado que eran gritos.
ESTRAGÓN.-¿Y
por qué había de gritar?
VLADIMIRO.-A
Su caballo.
(Silencio.)
ESTRAGÓN.-¿Nos
vamos?
VLADIMIRO.-¿
Adónde? (Pausa.) Quizá esta noche durmamos en su casa, al calar, bajo
techado, con la tripa llena, sobre paja. Vale la pena que esperemos, ¿no?
ESTRAGÓN.-Pero
no toda 1a noche.
VLADIMIRO.-Aún
es de día.
(Silencio.)
ESTRAGÓN.-Tengo
hambre.
VLADIMIRO.-¿Quieres
una zanahoria?
ESTRAGÓN.-¿No
tienes otra cosa?
VLADIMIRO.-Debo
tener algunos nabos.
ESTRAGÓN.-Dame
una zanahoria. (VLADIMIRO hurga en sus bolsillos, saca un nabo y se lo da a ESTRAGÓN.)
Gracias. (Lo muerde. Lamentándose.) ¡ Es un nabo!
VLADIMIRO.-
Oh, perdona! juraría que era una zanahoria. (Busca de nuevo en sus
bolsillos y solo encuentra nabos.) Solo hay nabos. (Sigue buscando.) Tú
has debido comerte la última. (Busca.) Espera, aquí hay una. (Saca, al
fin, una zanahoria y Se la da a ESTRAGÓN.) Toma, amigo mío. (ESTRAGÓN la
limpia con la manga y comienza a comerla.) Devuélveme el nabo. (ESTRAGÓN se
lo devuelve.) Aprovéchala bien, que no hay más.
ESTRAGÓN.-(Sin
dejar de comer.) Te he hecho una pregunta.
VLADIMIRO.-¡
Ah!
ESTRAGÓN.-¿Me
has contestado?
VLADIMIRO.
– Está buena tu zanahoria?
ESTRAGÓN.
– Sabe dulce.
VLADIMIRO.-Mejor,
mejor. (Pausa.) ¿Qué querías saber?
ESTRAGÓN.-Ya
no me acuerdo. (Come.) Y eso es lo me fastidia. (Mira la zanahoria
con aprecio y la hace girar
en el
aire con la punta de los dedos.) Es deliciosa tu zanahoria. (Chupa
meditativamente 1a punta.) ¡ Escucha, ya me acuerdo! (Da un gran
bocado.)
VLADIMIRO.-¿
Qué era?
ESTRAGÓN.-(Con
la boca llena, distraído.) ¿No estamos atados?
VLADIMIRO.-No
entiendo nada.
ESTRAGÓN.-(Come,
traga.) Pregunto si estamos atados.
VLADIMIRO.-¿
Atados?
ESTRAGÓN.-Atados.
VLADIMIRO.-¿
Cómo atados?
ESTRAGÓN.-De
pies y manos.
VLADIMIRO.-Pero
¿a quién? ¿Por quién?
ESTRAGÓN.-A
tu buen hombre.
VLADIMIRO.-¿A
Godot? ¿Atados a Godot? Vaya idea! En absoluto. (Pausa.) Todavía no.
ESTRAGÓN.-¿Se
llama Godot?
VLADIMIRO.-Eso
creo.
ESTRAGÓN.-
Vaya! (Levanta los restos de la zanahoria por sus hojas secas y los hace
girar ante sus ojos.) Es curioso; cuanto más se come, menos gusta.
VLADIMIRO.-A
mí me pasa lo contrario.
ESTRAGÓN.-¿O
sea?
VLADIMIRO
.-YO, cuanto más como, más me gusta.
ESTRAGÓN.-(Que
ha meditado largamente.) ¿Y eso lo contrario?
VLADIMIRO.-Cuestión
de temperamento.
ESTRAGÓN.-De
carácter.
VLADIMIRO.-NO
hay nada que hacer.
ESTRAGÓN.-Por
mucho que uno se mueva.
VLADIMIRO.-Cada
uno es como es.
ESTRAGÓN.-Y
no sirve darle vueltas.
VLADIMIRO.-EI
fondo no cambia.
ESTRAGÓN.~No
hay nada que hacer. (Ofrece a VLADIMIRO lo que queda de zanahoria)
¿Quieres acabártela?
(Se oye muy
cerca un grito terrible. ESTRAGÓN suelta la zanahoria. Quedan rígidos y
después se precipitan hacia los laterales. ESTRAGÓN se detiene a medio
camino, vuelve hacia atrás, coge la zanahoria, la guarda en el bolsillo, se
abalanza hacia VLADIMIRO, que le espera, vuelve a pararse, regresa, coge
su zapato, luego corre a unirse a VLADIMIRO. Cogidos por la cintura, la
cabeza sobre los hombros, de espaldas a !a amenaza, esperan. Entran POZZO y
LUCKY. Aquel dirige a este mediante una cuerda alrededor del cuello, de
forma que al principio solo se ve a LUCKY, seguido de la cuerda, lo
suficientemente larga como para que pueda llegar al centro de le escena antes
que POZZO asome por el lateral. LUCKY lleva una pesada maleta,
una silla de tijera, un cesto con comida y, en el brazo, un abrigo; POZZO, un
látigo.)
POZZO.-(Dentro.)
¡ Más rápido! (Chasquido de látigo. Entra POZZO. Cruzan la escena. LUCKY
pasa ante VLADIMIRO y ESTRAGÓN y sale. POZZO, al ver a VLADIMTRO
y ESTRAGÓN, se detiene. La cuerda se tensa. POZZO tira
violentamente.)
Atrás!
(Ruido
de caída. LUCKY ha caído con toda su carga. VLADIMIRO y
ESTRAGÓN le miran, vacilando entre socorrerle y el temor de meterse en lo
que no les importa. VLADIMIRO avanza un paso hacia LUCKY, ESTRAGÓN le
coge por la manga.)
VLADIMIRO.-¡
Déjame!
ESTRAGÓN.-Ten
calma.
POZZO.-¡
Cuidado! Es malo. (ESTRAGÓN y VLADIMIRO le miran.) Con los extraños.
ESTRAGÓN.-(Bajo.)
¿Es él?
VLADIMIRO.-¿
Quién?
ESTRAGÓN.-
¿Quién va a ser!
VLADIMTRO.-¿
Godot?
ESTRAGÓN.~Claro.
POZZO.-Me
presento: POZZO.
VLADIMIRO.
-¡Que va!
ESTRAGÓN.
–Ha dicho Godot.
VLADIMIRO.-¡
Qué va!
ESTRAGÓN.-(A
POZZO.) ¿No es usted el señor Godot, señor?
POZZO.-(Con
voz terrible.) ¡ Soy POZZO! (Silencio.) ¿No les dice nada este
nombre? (Silencio.) Les pregunto si no les dice nada este nombre.
(VLADIMIRO
y ESTRAGÓN se consultan con la mirada.)
ESTRAGÓN.-(Como
quien busca.) Bozzo..., Bozzo.
VLADIMIRO.-(Igual.)
POZZO.
POZZO.-¡
Pppozzo!
ESTRAGÓN.-
Ah!, POZZO, ya, ya... POZZO...
VLADIMIRO.-¿Es
POZZO o Bozzo?
ESTRAGÓN.-POZZO...;
no, no me dice nada.
ESTRAGÓN.-(Conciliador.)
Conocí una familia Gozzo. La madre bordaba.
(POZZO avanza,
amenazador.)
ESTRAGÓN.-(Vivamente.)
Nosotros no somos de aquí, señor.
POZZO.-(Deteniéndose.)
Sin embargo, son seres humanos. (Se pone las gafas.) Al menos por lo
que veo. (Se quita las gafas.) De igual especie que la mía. (Suelta
una enorme carcajada.) ¡De la misma especie que Pczzo! ¡ De origen divino!
VLADIMIRO.-O sea.
POZZO.-( Tajante.) ¿ Quién es Godot?
ESTRAGÓN
.-¿ Godot?
POZZO.-Ustedes
me han tomado por Godot.
VLADIMIRO.-¡
Oh, no señor! Ni por un momento, señor.
POZZO.-¿Quién
es?
VLADIMIRO.-Pues
es un..., es un conocido.
ESTRAGÓN.-Pero,
vamos, no le conocemos casi.
VLADIMIRO.-Evidentemente...,
no le conocemos muy bien...; no obstante...
ESTRAGÓN
-Yo, desde luego, no le reconocería.
POZZO.
–Ustedes me han confundido con él.
ESTRAGÓN.
–Bueno..., la oscuridad, el cansancio..., la debilidad.... la espera...;
reconozco... que por un momento... he creído...
VLADIMIRO.-¡
No le haga caso, señor, no le haga caso!
POZZO.-¿La
espera? Entonces, ¿le esperaban?
VLADIMIRO.-Es
decir...
POZZO.-¿Aquí?
¿En mis tierras?
VLADIMIRO.-No
pensábamos hacer nada malo.
ESTRAGÓN.-Teníamos
buenas intenciones.
POZZO.-El
camino es de todos.
VLADIMIRO.-ES
lo que nos decíamos.
POZZO.-Es
una vergüenza, pero es así.
ESTRAGÓN.-NO
hay nada que hacer.
POZZO.-(Con
un gesto amplio.) No hablemos más de eso. (Tira de la cuerda.) ¡
De pie! (Pausa.) Cada vez que se cae, se queda dormido. (Tira de la
cuerda.) ¡ De pie, carroña! (Ruido de LUCKY, que se levanta y
coge su carga. POZZO tira de la cuerda.) ¡ Atrás! (LUCKY entra
reculando.) ¡ Quieto! (LUCKY Se para.) ¡ Vuélvete! (LUCKY se
vuelve. A VLADIMIRO y ESTRAGÓN, amablemente.) Amigos míos: me siento
feliz por haberles encontrado. (Ante su expresión de incredulidad.) ¡ Pues
claro, verdaderamente feliz! (Tira de la cuerda.) ¡ Más cerca! (LUCKY avanza.)
¡ Quieto! (LUCKY se detiene. A VLADIMIRO y ESTRAGÓN.) Ya Se
sabe, el camino es largo cuando se anda solo durante... (Consulta su
reloj.), durante... (Calcula.) seis horas, sí, justamente seis horas
seguidas sin encontrar un alma. (A LUCKY.) ¡ Abrigo! (LUCKY pone la
maleta en el suelo, avanza, entrega el abrigo, retrocede, vuelve a coger la
maleta.) Toma. (POZZO le tiende el Látigo. LUCKY avanza y, al no
tener más manos, se inclina y coge el látigo entre los dientes y después
retrocede. POZZO comienza a ponerse el abrigo, pero se detiene.) ¡
Abrigo! (LUCKY lo deja todo en el suelo, avanza, ayuda a POZZO a ponerse
el abrigo, retrocede y vuelve a cogerlo todo.) El aire es fresco. (Acaba
de abotonarse el abrigo, se inclina, se mira, se yergue.) Látigo! (LUCKY avanza,
Se inclina, POZZO le arranca el látigo de la boca, LUCKY retrocede.)
Ya ven, amigos no puedo permanecer mucho tiempo sin la compañía de mis
semejantes (Mira a sus dos semejantes.), aunque solo muy imperfectamente
se me asemejen. (A LUCKY.) ¡Silla! (LUCKY deja la maleta y la cesta, avanza,
abre la silla de tijera, la coloca, retrocede y vuelve a coger maleta
y cesto. POZZO mira la silla.) ¡Más cerca! (LUCKY deposita maleta
y cesto. Avanza, mueve la silla, retrocede, vuelve a coger maleta y cesto. POZZO
se sienta, apoya el extremo de su latigo en el pecho de LUCKY y
empuja.) ¡ Atrás! (LUCKY retrocede.) ¡Más atrás! (LUCKY vuelve a
retroceder.) ¡ Quieto (LUCKY se detiene. A VLADIMIRO y ESTRAGÓN.)
Por eso, con su permiso, me quedaré un rato junto a ustedes, antes de
aventurarme más adelante. (A LUCKY.) ¡ Cesto! (LUCKY avanza entrega el
cesto, retrocede.) El aire abre el apetito. (Abre el cesto, saca un
trozo de pollo, un trozo de pan y una botella de vino. A LUCKY.) ¡ Cesto!
(LUCKY avanza, coge el cesto, retrocede y queda inmóvil.) ¡ Más lejos!
(LUCKY retrocede). ¡Ahí! (LUCKY se detiene.) ¡Apesta! (Bebe un
trago en la mis ma botella.) ¡A nuestra salud! (Deja la botella y se
pone comer.)
(Silencio.
ESTRAGÓN y VLADIMIRO, envalentonándose poco a poco, giran alrededor de LUCKY
y le miran por todas partes. POZZO muerde con voracidad el trozo de
pollo y arroja los huesos después de chuparlos. LUCKY se doblega
lentamente hasta que la maleta loca el suelo, se incorpora bruscamente y
comienza otra vez a doblegarse siguiendo el ritmo de quien duerme de pie.)
ESTRAGÓN.-¿Qué
tiene?
VLADIMIRO.-Tiene
aspecto cansado.
ESTRAGÓN.-¿Por
qué no deja el equipaje?
VLADIMIRO.-¿Y
yo qué sé? (Se arriman a a él) ¡Cuidado!
ESTRAGÓN.-¿Y
si le habláramos?
VLADIMIRO.-¡
Mira eso!
ESTRAGÓN.-¿El
qué?
VLADIMIRO.-(Señalando.)
El cuello.
ESTRAGÓN.-(Mirando
el cuello.) No veo nada.
VLADIMIRO.-Ponte
aquí.
(ESTRAGÓN
se pone en el lugar de VLADIMIRO
ESTRAGÓN.
–Es verdad.
VLADIMIRO.
–En carne viva.
ESTRAGÓN.-ES
la cuerda.
VLADIMIRO.-De
tanto rozarle.
ESTRAGÓN.-Ya
ves.
VLADIMIRO.-Es
el nudo.
ESTRAGÓN.-Es
fatal.
(Reanudan
su inspección; se detienen en el rostro.)
VLADIMIRO.-NO
está mal.
ESTRAGÓN.-(Encogiéndose
de hombros, poniéndose de morros.) ¿Te parece?
VLADIMIRO.-Un
poco afeminado.
ESTRAGÓN.-Babea.
VLADIMIRO.-ES
natural.
ESTRAGÓN.-Echa
espuma.
VLADIMIRO.-Quizá
sea un idiota.
ESTRAGÓN.-Un
cretino.
VLADIMIRO.-(Adelantando
la cabeza.) Parece un escrofuloso.
ESTRAGÓN.-(LO
mismo.) No es seguro.
VLADIMIRO.-Jadea.
ESTRAGÓN.-Es
lo normal.
VLADIMIRO.-¡
Y sus ojos!
ESTRAGÓN.-¿
Qué tienen?
VLADIMIRO.-Se
le salen.
ESTRAGÓN.-Para
mí que está a punto de reventar.
VLADIMIRO.-NO
se sabe. (Pausa.) Pregúntale algo.
ESTRAGÓN.-¿TÚ
crees?
VLADIMIRO.-¿Qué
se pierde con ello?
ESTRAGÓN.-(Tímidamente.)
Señor.. -
VLADIMIRO.-Más
alto.
ESTRAGÓN.-(Más
alto.) Señor..
POZZO.-¡
Déjenlo en paz! (Se vuelven hacia POZZO, que ha terminado de comer y
se limpia la boca con el dorso de la mano.) ¿No ven que quiere descansar? (Saca
la pipa y empieza a llenarla. ESTRAGÓN ve los huesos de pollo por el
suelo y los contempla ávidamente. POZZO enciende una cerilla y empieza a
encender su pipa.) ¡Cesto! (LUCKY no se mueve, POZZO arroja la cerilla con
rabia y tira de la cuerda.) ¡Cesto! (LUCKY, a punto de caer, se
reincorpora, avanza, guarda !a botella en el cesto, vuelve a su sitio y se
pone como estaba. ESTRAGÓN mira los huesos, POZZO saca otra
cerilla y enciende su pipa.) Qué quieren ustedes, no es su oficio. (Aspira
una bocanada, estira Las piernas.) ¡ Ah!, ahora estoy mejor.
ESTRAGÓN.-(
Tímidamente.) Señor...
POZZO.-¿Qué
hay, amigo?
ESTRAGÓN.-Esto.
. .,¿usted no come... esto..., no necesita... los huesos..., señor?
VLADIMIRO.-(Irritado.)
¿No podías esperarte?
POZZO.-Pues,
no; claro que no, es natural. ¿Que si necesito los huesos? (Los mueve con la
punta del latigo.) No, personalmente no los necesito. (ESTRAGÓN da un
paso hacia los huesos.) Pero.. - (ESTRAGÓN se detiene.) pero, en
principio, los huesos pertenecen al que los ha llevado. Por tanto, es a él a
quien tienen que preguntárselo. (ESTRAGÓN se vuelve hacia LUCKY, vacila.)
Pregúnteselo, pregúnteselo, no tenga miedo, él se lo dirá.
(ESTRAGÓN
se dirige hacia LUCKY, se detiene ante él.)
ESTRAGÓN.-Señor.
- -, perdón, señor...
(LUCKY permanece
impasible. POZZO hace cha quear su látigo. LUCKY levanta la
cabeza.)
POZZO.-Te
están hablando, cerdo. Contesta. (A ESTRAGÓN.) Ande.
ESTRAGÓN.-Perdón,
señor, ¿quiere usted los huesos?
(LUCKY mira
a ESTRAGÓN fijamente).
POZZO.-(A
sus anchas.) ¡ Señor! (LUCKY baja la cabeza. ¡ Contesta! ¿Los
quieres o no? (Silencio de LUCKY. A ESTRAGÓN.) Son para usted.
(ESTRAGÓN se abalanza sobre los huesos, los recoge y comienza a roerlos.) Es
extraño. Esta es la primera vez que me rechaza un hueso. (Mira inquietamente
a LUCKY.) Espero que no me hará la faena de ponerse malo. (Chupa la
pipa.)
VLADIMIRO.
–(Estallando.) ¡Es una vergüenza!
(Silencio.
ESTRAGÓN, estupefacto, cesa de roer y mira alternativamente a VLADIMIRO y
a POZZO. POZZO, muy tranquilo. VLADIMIRO, en creciente
agitación.)
POZZO.-(A
VLADIMIRO.) ¿Se refiere usted a algo en particular?
VLADIMIRO.-(Decidido,
farfullando.) ¡ Tratar a un hombre (Señala a LUCKY.) así... lo
encuentro... un ser humano... no... es una vergúenza!
ESTRAGÓN.-(Haciéndole
coro.) Un escándalo! (Vuelve a roer.)
POZZO.~Son
ustedes duros. (A VLADIMIRO.) Si no es indiscreción, ¿qué edad tiene
usted? (Silencio.) ¿Sesenta? ¿Setenta?... (A ESTRAGÓN.) ¿Cuántos
años puede tener?
ESTRAGÓN.~Pregúnteselo
a él.
POZZO.-Soy
indiscreto. (Vacia, golpeándola con el látigo, la pipa; se levanta.) Los
dejo. Gracias por haberme hecho compañía. (Reflexiona.) A no ser que me
quede con ustedes a fumarme otra pipa. ¿Qué les parece? (Callan.) ¡ Oh!,
soy un fumador regular, un fumador muy regular; no estoy acostumbrado a fumarme
dos pipas seguidas, eso (Se lleva la mano al corazón.) me produce
palpitaciones. (Pausa.) Es la nicotina; uno se la traga a pesar de todas
las precauciones. (Suspira.) ¿Qué les parece? (Silencio.) Pero
quizá ustedes no sean fumadores. ¿Sí? ¿No? Bueno, es un detalle. (Silencio.)
Pero ¿cómo me sentaré con naturalidad ahora cuando ya me había levantado?
Parecería que..., ¿cómo decirlo?..., claudico. (A VLADIMIRO.) ¿Decía
usted? (Silencio.) ¿No decía usted nada? (Silencio.) No tiene
importancia. Veamos... (Reflexiona.)
ESTRAGÓN.-
Ah!, ahora me encuentro mejor. (Arroja los huesos.)
VLADIMIRO.-Vámonos.
ESTRAGÓN.-¿
Ya?
POZZO.-¡
Un momento! (Tira de la cuerda.) ¡ Silla! (La señala con el látigo, LUCKY
la aparta.) ¡Más! ¡Allí! (Vuelven a sentarse. LUCKY retrocede y coge
de nuevo la maleta y el cesto.) Ya estoy otra vez instalado! (Empieza a cargar
su pipa)
VLADIMIRO.-Vámonos.
POZZO.-Confío
en que no se irán por mí. Quédense un poco más, no lo lamentarán.
ESTRAGÓN.-(Oliéndose
la limosna.) Tenemos tiempo
POZZO.-(
Que ha encendido su pipa.) La segunda siempre es peor (Se quita
la pipa de la boca, la contempla.¡ que la primera, quiero decir. (Vuelve
a llevarse la pipa a la boca.) Pero también es buena.
VLADIMIRO.-Me
voy.
POZZO.-No
puede soportar mi presencia. Sin duda soy poco humano, pero ¿es eso una razón? (A
VLADIMIRO.) Piénselo, antes de cometer una imprudencia. Supongamos que se
va usted ahora, que aún es de día, porque, a pesar de todo, aún es de día. (Los
tres miran hacia lo alto.. ¿Qué pasa en ese caso... (Se quita la pipa de
la boca, la mira.)..., se me ha apagado (Enciende la pipa.), en ese
caso..., Godet..., Godot..., Godin... (Silencio.); bueno, ya saben
ustedes a quien me refiero, del que depende su por venir.. - (Silencio.), bueno,
su porvenir inmediato?
ESTRAGÓN.-Tiene
razón.
VLADIMIRO.-¿Cómo
lo sabía usted?
POZZO.-¡
Vaya, hombre! ¡ Ya vuelve a dirigirme la palabra! Acabaremos por cogernos
caríño.
ESTRAGÓN.-¿Por
qué no suelta la carga?
POZZO.-A
mí también me gustaría encontrarle. Cuanta más gente encuentro, más feliz soy.
Con la criatura más insignificante uno aprende, se enriquece, saborea mejor su
felicidad. Ustedes (Los mira detenidamente un tras otro para que ambos se
sepan mirados.), ustede mismos, ¿quién sabe?, es posible que me hayan dado
algo.
ESTRAGÓN.-¿Por
qué no suelta la carga?
POZZO.-Pero
eso me extrañaría.
VLADIMIRO.-Se
le ha hecho una pregunta.
POZZO.-(Absorto.)
¿Una pregunta? ¿Quién? ¿Cuál? (Silencio.) Hace un momento me
llamaban señor, temblado. Ahora me hacen preguntas. Esto va a acabar mal.
VLADIMIRO.
–Me parece que te escucha.
ESTRAGÓN.
–(Que ha vuelto a girar en torno a LUCKY) ¿Qué?
VLADIMIRO.-Pregúntale
ahora. Está preparado.
ESTRAGÓN.-¿Que
le pregunte qué?
VLADIMIRO.-¿Por
qué no suelta la carga?
ESTRAGÓN.-Es
lo que yo quisiera saber
VLADIMIRO.-Anda,
pregúntaselo
POZZO.-(Que
ha seguido su diálogo con atención expectante, temiendo que la pregunta se
pierda.) Me preguntan ustedes que por qué no suelta su carga, como ustedes
dicen.
VLADIMIRO.-Eso.
POZZO.-(A
ESTRAGÓN.) ¿Está usted de acuerdo?
ESTRAGÓN.-(
Que sigue girando en torno a LUCKY.) Resopla como una foca.
POZZO.-Voy
a contestarles. (A ESTRAGÓN.) Pero estese quieto, se lo suplico, me pone
usted nervioso.
VLADIMIRO.-Ven
aquí.
ESTRAGÓN.-¿
Qué pasa?
VLADIMIRO.-Va
a hablar
(Inmóviles,
pegados el uno al otro, escuchan.)
POZZO.-Perfecto.
¿Están todos? ¿Me miran todos? (Mira a LUCKY, tira de la cuerda. LUCKY
levanta la cabeza.) Mírame, cerdo. (LUCKY le mira.) Perfecto. (Guarda
la pipa en el bolsillo, saca un pulverizador, se rocía la garganta y vuelve a
guardarlo en el bolsillo, carraspea, escupe, vuelve a sacar el pulverizador, se
rocía la garganta y vuelve a guardarlo en el bolsillo.) Estoy preparado.
¿Me escuchan todos? (Mira a LUCKY y tira de la cuerda.) ¡ Avanza!
(LUCKY avanza.) ¡ Ahí! (LUCKY se detiene.) ¿Están todos preparados?
(Mira a los tres, en último lugar a LUCKY, y tira de la cuerda.) ¿Ahora?
(LUCKY levanta la cabeza.) No me gusta hablar sin que me escuchen.
Bueno. Veamos. (Reflexiona.)
ESTRAGÓN.-Me
voy
POZZO.-¿Qué
es exactamente lo que me han preguntado?
VLADIMIRO.
-¿Por qué?
POZZO.
–(Colérico.) ¡No me interrumpan! (Pausa. Más tranquilo.) Si hablamos todos a un
tiempo, no acabaremos nunca. (Pausa.) ¿Qué estaba diciendo? (Pausa.
Más alto.) ¿Qué estaba diciendo?
(VLADIMIRO
imita a alguien que lleva una pesada carga. POZZO le mira sin
comprender.)
ESTRAGÓN.-(Con
fuerza.) ¡ Carga! (Señala hacia LUCKY) ¿Por qué la lleva siempre.
(Imita al que se inclina por el peso, jadeando.) Nunca la deja. (Abre
las manos y se levanta, aliviado.) ¿Por qué?
POZZO.-Ya
caigo. Haberlo dicho antes. ¿Por qué no se pone cómodo? Tratemos de ver claro.
¿No tiene derecho? Sí. Entonces, ¿es que no quiere? El razonamiento es válido.
¿Y por qué no quiere? (Pausa.) Señores, se lo voy decir.
VLADIMIRO.-¡
Atención!
POZZO.-Para
impresionarme, para que no le despida
ESTRAGÓN.-¿
Qué?
POZZO.-Quizá
me haya explicado mal. Intenta inspirarme compasión para que renuncie a
separarme de él. No, no es exactamete esto.
VLADIMIRO.-¿Quiere
usted desprenderse de él?
POZZO.-El
quiere quedarse conmigo, pero no se quedará.
VLADIMIRO.-¿Quiere
usted desprenderse de él?
POZZO.-Piensa
que, viéndole tan buen cargador, le colocaré como tal.
ESTRAGÓN.-¿NO
quiere usted?
POZZO.-En
realidad, carga como un cerdo. No es su oficio.
VLADIMIRO.-¿Quiere
usted desprenderse de él?
POZZO.-Se
imagina que, al verle infatigable, me arepentiré. Ese es su miserable cálculo.
¡ Como si me faltaran a mí peones! (Los tres miran a LUCKY.) ¡ Atlas,
hijo Júpiter! (Silencio.) Y ya está. Yo creo que he contestado a su
pregunta, ¿Tienen ustedes alguna otra que hacer? (Juego del pulverizador.)
VLADIMIRO.
–¿Quiere usted desprenderse de él?
POZZO.
–Piensen que yo hubiera podido estar en su lugar y él en el mío. Si el azar no
se hubiera opuesto. A cada cual lo que se merece.
VLADIMIRO.-¿Quiere
usted desprenderse de él?
POZZO.-¿Qué
dice usted?
VLADIM1RO.-¿Quiere
usted desprenderse de él?
POZZO.-Efectivamente.
Pero en lugar de echarle, como hubiera podido hacer, quiero decir, en lugar de
ponerle simplemente en la puerta a patadas en el culo, es tal mi bondad, que lo
llevo al mercado de San Salvador, donde espero sacar algo de él. Aunque, a
decir verdad, a seres como este no se les puede echar. Para hacerlo bien,
habría que matarlos.
(LUCKY Llora.)
ESTRAGÓN.-Llora.
POZZO.-Los
perros viejos tienen más dignidad. (Le da su pañuelo a ESTRAGÓN.) Puesto
que le compadece, consuélelo. (ESTRAGÓN vacila.) Tome. (ESTRAGÓN coge
el pañuelo.) Séquele los ojos. Así se sentirá menos abandonado. (ESTRAGÓN sigue
vacilando.)
VLADIMIRO.-Dame,
lo haré yo.
(ESTRAGÓN
no quiere darle el pañuelo. Gestos infantiles.)
POZZO.-Venga,
venga. Pronto ya no llorará. (ESTRAGÓN Se acerca a LUCKy y se dispone
a secarle los ojos. LUCKY le pega una violenta patada en las tibias. ESTRAGÓN
suelta el pañuelo, se echa atrás y da la vuelta al escenario cojeando y
gritando de dolor.) Pañuelo. (LUCKY deja la maleta y el cesto, coge el
pañu&o, avanza, se lo entrega a POZZO, retrocede y coge la maleta y
el cesto.)
ESTRAGÓN.-
Cochino! ¡ Animal! (Se levanta el pantalón.) ¡ Me ha baldado!
POZZO.-Ya
les advertí que no le gustaban las personas extrañas.
VLADIMIRO.-(A
ESTRAGÓN.) Déjame ver. (ESTRAGÓN le enseña su pierna. A POZZO, con cólera.)
¡ Sangra!
POZZO.
–Eso es buena señal.
ESTRAGÓN.
–(Con la pierna herida descubierta.) ¡Ya no podré andar!
VLADIMIRO.-(Tiernamente.)
Yo te llevaré. (Pausa.) caso necesario.
POZZO.-Ya no llora. (A ESTRAGÓN.) Usted
le ha sustuido en cierto modo. Las lágrimas del mundo son inmutables. Por cada uno
que empieza a llorar, en otra parte hay otro que cesa de hacerlo. Lo mismo pasa
con la risa. (Ríe.) No hablemos, pues, mal de nuestros tiempos; son
peores que los pasados. (Silencio.) Claro que tampoco debemos hablar
bien. (Silencio.) No hablemos. (Silencio.) Es cierto que la
población ha aumentado.
VLADIMIRO.-Intenta
andar.
(ESTRAGÓN
anda cojeando, se detiene ante LUCKY y le escupe; después va a
sentarse donde estaba al levantarse el telón.)
POZZO.-¿Saben
ustedes quién me ha enseñado todas estas cosas tan hermosas? (Pausa.
Apuntando su dedo hacia LUCKY.) ¡El!
VLADIMIRO.-(Mirando
al cielo.) ¿No llegará la noche nunca?
POZZO.-Sin
él, jamás habría pensado ni sentido más que cosas bajas relacionadas con mi
oficio de..., no importa qué. Me sabía incapaz de la belleza, la gracia, la
verdad suprema. Entonces cogí un «knut».
VLADIMIRO.-(A
pesar Suyo, dejando de contemplar cielo.) ¿Un «knut»?
POZZO.-Pronto
hará sesenta años de esto... (Calcula mentalmente.), sí, muy pronto,
sesenta. (Se yergue gallardamente.) No los aparento, ¿verdad? (VLADIMIRO
mira a LUCKY.) Al lado de él, yo parezco un hombre joven, ¿no? (Pausa.
A LUCKY.) ¡ Sombrero! (LUCKY deja el cesto y se quita el sombrero. Por
Su rostro cae una espesa cabel blanca. Coge el sombrero bajo el brazo y vuelve
a coger el cesto.) Ahora, miren. (POZZO se quita su sombrero. Es
completamente calvo. Vuelve a ponerse el sombrero.) ¿Han visto ustedes?
VLADIMIRO.
–¿Qué es un knut?
POZZO.-Ustedes
no son de aquí. ¿Son ustedes de estos tiempos? Antiguamente había bufones.
Ahora se tienen «knuts». Quienes pueden permitírselo.
VLADIMIRO.-¿Y
ahora lo echa? ¿A un servidor tan viejo, tan fiel?
ESTRAGÓN.-Basura.
(POZZO, cada
vez más agitado.)
VLADIMIRO.-Después
de haberle chupado la sangre lo tira como una.. - (Busca la expresión.), como
una piel de p]átano. Confiese que..
POZZO.-(Gimiendo,
llevándose las manos a la cabeza.) No puedo... sopartar.. lo que
hace..., no pueden saber..., es horrible..., es necesario que se vaya... (Levanta
los brazos.), me vuelvo loco. -. (Queda abatido, con la cabeza entre los
brazos.) No puedo más..., no puedo más...
(Silencio.
Todos miran a POZZO. LUCKY se estremece.)
VLADIMIRO.-NO
puede más.
ESTRAGÓN.-ES
horrible.
VLADIMIRO.-Se
vuelve loco.
ESTRAGÓN.
–Es repugnante.
VLADIMIRO.
–(A LUCKY.) ¿Cómo se atreve? ¡ Es vergonzoso! ¡ Un amo tan bueno! ¡ Hacerle
sufrir así! ¡ Al cabo de tantos años! Verdaderamente!...
POZZO.
-(Sollozando.) Antes... era amable..., me ayudaba..., me
distraía..., me hacía mejor...; ahora... me ha asesinado...
ESTRAGÓN.-(A
VLADIMIRO.) ¿Quiere sustituirle?
VLADIMIRO.-¿
Cómo?
ESTRAGÓN.
–No he entendido si quiere sustituirle o si no lo quiere a su lado.
VLADIMIRO.-NO
lo creo.
ESTRAGÓN.-¿
Cómo?
VLADIMIRO.-NO
sé.
ESTRAGÓN.-Hay
que preguntárselo.
POZZO. –(Tranquilo)
Señores, no sé qué me ha pasado. Les pido perdón. Olviden todo esto. (Cada vez
más dueño de sí.) No se muy bien que he dicho, pero pueden tener la seguridad
de que no ha habido ni una palabra de verdad en todo esto. (Se levanta y se
golpea el pecho.) ¿Tengo el aspecto de un hombre a quien se hace sufrir? ¡
Vamos! (Hurga en sus bolsillos.) ¿Qué ha sido de mi pipa?
VLADIMIRO.~Encantadora
reunión.
ESTRAGÓN.~Inolvidable.
VLADIMIRO.-Y
aún no ha terminado.
ESTRAGÓN.-Eso
parece.
VLADIMIRO.-NO
ha hecho más que empezar.
ESTRAGÓN.-Es
terrible.
VLADIMIRO.-Se
diría que estamos en un espectáculo
ESTRAGÓN.~En
el circo.
VLADIMIRO.-En
una revista.
ESTRAGÓN.-En
el circo.
POZZO.-Pero
¿qué ha sido de mi pipa?
ESTRAGÓN.-
Qué juerga! Ha perdido su cachimba. (Ríe ruidosamente.)
VLADIMIRO.-Ahora
vuelvo. (Se dirige hacia los bastidores.)
ESTRAGÓN.-Al
fondo del pasillo, a la izquierda.
VLADIMIRO.~Guárdame
el sitio. (Sale.)
POZZO.-¡
He perdido mi Abdula!
ESTRAGÓN.~(Retorciéndose.)
¡ Es para troncharse!
POZZO.~(Levantando
la cabeza.) Ustedes no habrá visto... (Se da cuenta de la ausencia
de VLADIMIRO.) ¡Oh, se ha marchado!... Sin decirme adiós. Eso no está bien.
Hubiera usted debido retenerle.
ESTRAGÓN.-NO
ha hecho falta.
POZZO.-¡
Oh! (Pausa.) Menos mal.
ESTRAGÓN.-Venga
aquí.
POZZO.-¿Para
qué?
ESTRAGÓN.-Ya
verá.
POZZO.~¿Quiere
que me levante?
ESTRAGÓN.-Venga...,
venga, de prisa.
(POZZO se
levanta y se dirige hacia ESTRAGÓN)
ESTRAGÓN.
–¡Mire!
POZZO.
-¡Vaya, vaya!
ESTRAGÓN.
–Se acabó.
(VLADIMIRO
vuelve, serio; empuja a LUCKY, tira la silla plegable de una patada y camina
por el escenario agitadamente.)
POZZO.-¿No
está contento?
ESTRAGÓN.-Te
has perdido algo estupendo. ¡Qué lástima!
(VLADIMIRO
se detiene, levanta la silla pleglable y vuelve a recorrer el escenario, más
tranquilo.)
POZZO.-Se
calma. (Mira alrededor.) Por otra parte, todo se calma, lo percibo. Se
hace una gran paz. Escuchen. (Levanta la mano.) Pan duerme.
VLADIMIRO.-(Deteniéndose.)
¿No acabará de llegar la noche?
(Los
tres miran al cielo.)
POZZO.-¿No
les conviene marcharse antes?
ESTRAGÓN.-Es
decir..., comprenda usted.
POZZO.-Es
natural, todo es natural. En su lugar, yo mismo, si estuviera citado con un
Godin..., Godet..., Godot, bueno, ya saben ustedes a quién me refiero,
esperaría a que cerrara la noche antes de marcharme. (Mira la si!la.) Me
gustaría mucho volver a sentarme, pero no se cómo hacerlo.
ESTRAGÓN.-¿Puedo
ayudarle?
POZZO.-Si
me lo pidiera, quizá.
ESTRAGÓN.-¿
Qué?
POZZO.-Si
me pidiera que me siente.
ESTRAGÓN.-¿ESO
le ayudaría?
POZZO.Me
parece que sí.
ESTRAGÓN.-Pues,
entonces, siéntese, señor, se lo ruego.
POZZO.-No,
no, no vale la pena. (Pausa. En voz baja). Insista un poco.
ESTRAGÓN.-Pero,
vamos, no se quede de pie, va a coger frío.
POZZO.-¿Usted
cree?
ESTRAGÓN.
–Estoy absolutamente seguro.
POZZO.
–Sin duda tiene usted razón. (Vuelve a sentarse.) Pero tengo que dejarles si no
quiero retrasarme.
VLADIMIRO.
–El tiempo se ha detenido.
POZZO.
–(Acercandose el reloj al oido) No lo crea, señor. (Guarda el reloj
en el bolsillo.) Todo lo que usted quiera, menos eso.
ESTRAGÓN.-(A
POZZO.) Hoy todo lo ve negro.
POZZO.
–Salvo el firmamento. (Rie, contento de la frase feliz.) Paciencia, ya
llegará. Pero ya sólo que pasa: ustedes no son de aquí y aún no saben cómo son
nuestro crepúsculos. ¿Quieren que se lo diga? (Silencio. ESTRAGÓN y VLADIMIRO
se ponen a examinar, aquel su zapato y este su sombrero. El sombrero de LUCKY
cae, sin que se dé cuenta.) Me gustaría satisfacerlos. (Juego de
pulverizador.) Por favor, un poco de atención. (ESTRAGÓN y VLADIMIRO
continúan en lo suyo. LUCKY está medio dormido POZZO restalla
el Látigo, que produce un ruido muy débil) ¿Qué le pasa a este látigo? (Se
levanta y le hace restallar con más fuerza, con éxito al fin. LUCKY se
sobresalta. A ESTRAGÓN y VLADIMIRO se les caen el zapato y el
sombrero respectivamente. POZZO arroja el látigo.) Este látigo ya no
vale para nada. (Mira a Su auditorio.) ¿Qué estaba diciendo?
VLADIMIRO.-Vámonos.
ESTRAGÓN.-Pero
no se quede ahí de pie, va a enfermar
POZZO.-Es
verdad. (Vueive a sentarse. A ESTRAGÓN)¿Cómo se llama usted?
ESTRAGÓN.-(Sin
vacilar.) Cátulo.
POZZO.-(Que
no ha escuchado.) ¡Ah, sí, la noche! (Levanta la cabeza.) Pero
presten un poco más de atención si no, no acabaremos nunca. (Mira al cielo.)
Miren. (Todos miran, excepto LUCKY, que ha vuelto a adormecerse. POZZO
se da cuenta y tira de la cuerda.) ¿Quieres mirar al cielo, cerdo?
(LUCKY vuelve la cabeza.) Bueno, basta. (Bajan la cabeza.) ¿Qué
tiene de extraordinario? ¿Cómo cielo? Es palido y luminoso, como cualquier otro
cielo a esta misma hora. (Pausa.) En estas latitudes. (Pausa) Cuando
hace buen tiempo. (Su voz adquiere un tono cantarino.) Hace una hora
(Mira su reloj; en tono prosaico.) aproximadamente (Otra vez en tono lírico.),
después de habernos enviado desde... (Vacila, en tono bajo.) pongamos las diez
de la mañana... (Levanta la voz.), sin cesar torrentes de luz roja y
blanca, ha comenzado a perder su resplandor, a palidecer (Gesto con las dos
manos, que baja escalonadamente.), a palidecer, siempre un poco más, un
poco más, hasta que (Pausa dramática, ancho gesto horizontal con ambas manos
que se separan.), ¡ zas!, ¡ se acabó!, ¡ya no se mueve! (Silencio.) Pero
(Levanta la mano como advertencia.), pero tras ese velo de dulzura y
calma (Levanta los ojos hacia el cielo, imitándole los demás, excepto LUCKY.)
la noche galopa (La voz se hace más vibrante.) y vendrá a arrojarse
sobre nosotros (Chasquea los dedos.), ¡ paff!, así (Se le va la
inspiración.), cuando menos esperemos. (Silencio. Voz taciturna.) Eso
es lo que pasa en esta puta tierra.
(Largo
silencio.)
ESTRAGÓN.~Desde
el momento en que Se está prevenido...
VLADIMIRO.~Se
puede esperar
ESTRAGÓN.~Ya
sabemos a qué atenernos.
VLADIMIRO.-No
hay por qué inquietarse
ESTRAGÓN.-NO
hay más que esperar
VLADIMIRO.~Estamos
acostumbrados. (Recoge su sombrero, mira en su interior, lo sacude y se lo
pone.)
POZZO.-¿Qué
les ha parecido? (ESTRAGÓN y VLADIMIRO se miran sin comprender.) ¿Bien?
¿Regular? ¿Pasable? ¿ Cualquier cosa? ¿ Francamente mal?
VLADIMIRO.~(Comprendiendo
en seguida.) ¡ Oh, muy bien, francamente bien!
POZZO.-(A
ESTRAGÓN.) ¿Y a usted, señor?
ESTRAGÓN.-(Con
acento inglés.) ¡ Oh muy bueno, muy, muy, muy, bueno!
POZZO.-(En
un arranque.) ¡ Gracias, señores! (Pausa.) ¡ Tengo tanta
necesidad de estímulo! (Medita). Al final estuve un poco más flojo. ¿No
se han dado cuenta?
VLADIMIRO.-¡
Oh, quizá un poquitín!
ESTRAGÓN.-Creí
que lo hacía adrede.
POZZO.
–Es que tengo mala memoria.
(Silencio.)
POZZO.-(Desolado.)
¿Se aburre usted?
ESTRAGÓN.-Más
bien, sí.
POZZO.-(A
VLADIMIRO.) ¿Y usted, señor?
VLADIMIRO.-NO
lo encuentro alegre.
(Silencio.
POZZO lucha interiormente.)
POZZO.-Señores,
han estado ustedes conmigo. - - (Busca la palabra.) atentos.
ESTRAGÓN.-
Qué va!
VLADIMIRO.-¡
Vaya ideas!
POZZO.-Pues
claro que sí, han estado ustedes correctos. De tal forma, que me pregunto: ¿Qué
podría hacer yo por estas excelentes personas que se aburren?
ESTRAGÓN.-No
nos vendría mal una propina.
VLADIMIRO.-NO
somos mendigos.
POZZO.-Lo
que yo me pregunto es qué puedo hacer para que el tiempo se les haga menos
largo. Les he dado huesos, les he hablado de multitud de cosas, les he
explicado el crepúsculo, de acuerdo. Pero veamos: ¿es esto suficiente..., esto
es lo que me tortura..., es suficiente?
ESTRAGÓN.-Aunque
solo fueran unas perras.
VLADIMIRO.-¡
Cállate!
ESTRAGÓN.-Me
voy
POZZO.-¿Basta
esto? Sin duda. Pero yo soy generoso. Es mi temperamento. Hoy. Peor para mí. (Tira
de la cuerda. LUCKY le mira.) Porque voy a sufrir, no cabe duda (Sin
levantarse, se inclina y coge el látigo.) ¿Qué prefieren ustedes? ¿Que
baile, que cante, que recite, que piense, que...
ESTRAGÓN.-¿
Quién?
POZZO.-¡
Quién! ¿Ustedes saben pensar?
VLADIMIRO.-¿
El piensa?
POZZO.-Perfectamente.
En voz alta. Antes, incluso pensaba bellamente y yo podía escucharle durante
horas y horas. Ahora... (Se estremece.) Bueno, mala suerte. Así pues,
¿quieren ustedes que nos piense algo?
ESTRAGÓN.
–A mí me gustaría más que que bailara; sería más divertido.
POZZO.
–No tiene por qué serlo.
ESTRAGÓN.-¿NO
es verdad, Didi, que sería más divertido?
VLADIMIRO.-A
mí me gustaría más oírle pensar.
ESTRAGÓN--¿Y
no podría primero bailar y después pensar? Si no es mucho pedirle.
VLADIMIRO.-(A
POZZO.) ¿ Es posible?
POZZO.-Naturalmente,
nada más fácil. Además, es el orden natural. (Risa corta.)
VLADIMIRO.-Entonces,
que baile.
(Silencio.)
POZZO.-(A
LUCKY.) ¿Has oído? ESTRAGÓN.-¿Nunca se niega?
POZZO.-Ahora
mismo se lo explicaré. (A LUCKY.) ¡ Baila, asqueroso!
(LUCKY deja
la maleta y el cesto, avanza un poco hacia la batería y se vuelve hacia POZZO.
ESTRAGÓN se levanta para verlo mejor. LUCKY baila. Se detiene.)
ESTRAGÓN.-¿Eso
es todo?
POZZO.-¡
Sigue!
(LUCKY repite
los mismos movimientos; se detiene.)
ESTRAGÓN.-¡
Vaya, cerdito! (imita los movimientos de LUCKY.) Eso lo hago yo. (Le
imita y está a punto de caer.) Con un poco de entrenamiento.
VLADIMIRO.-Está
cansado.
POZZO.-Antes
bailaba la farandola, la almea, el vaivén, la giga, el fandango e incluso el
«hornpipe». Saltaba. Ahora ya solo hace esto. ¿Saben cómo se llama?
ESTRAGÓN.-“La
muerte del lamparero”.
VLADIMIRO.-“El
cáncer de los ancianos”.
POZZO.-“La
danza de la red”. Se cree cogido en una red.
VLADIMIRO.
–(Con un gesto de entendimiento.) Hay algo...
(LUCKY se
dispone a volver hacia su carga.)
POZZO.
–(Como un caballo.) ¡Sooo!
(LUCKY queda
inmóvil)
ESTRAGÓN.~¿Nunca
se niega?
POZZO.-Se
lo voy a explicar. (Busca en sus bolsillos.) Esperen. (Busca.) ¿Dónde
está mi perilla? (Sigue buscando.) Lo que me faltaba! (Levanta la
cabeza estupefacto. Con voz moribunda.) He perdido mi pulverizador!
ESTRAGÓN.~(Con
voz moribunda.) Mi pulmón izquierdo está muy débil. (Tose débilmente.
Con voz de trueno.) Pero mi pulmón derecho está perfectamente!
POZZO.
–(Con voz normal.) Que se fastidie, prescindiré de él! ¿Qué estaba
diciendo? (Reflexiona.) Lo que me faltaba! (Levanta la cabeza.) Ayúdenme.
ESTRAGÓN.~Estoy
buscando.
VLADIMIRO.-YO
también.
POZZO.-¡
Miren!
(Los
tres se descubren simultáneamente, se llevan la mano a la frente y se
concentran impacientes. Largo silencio.)
ESTRAGÓN.~(Triunfalmente.)
¡Ah!
VLADIMIRO.-Lo
ha encontrado.
POZZO.~(Impaciente.)
¿Qué hay?
ESTRAGÓN.-¿Por
qué no deja los butos en el suelo?
VLADIMIRO.-Nada
de eso.
POZZO.-¿Está
usted seguro?
VLADIMIRO.-Vamos,
si ya nos lo ha dicho.
POZZO.-¿Se
lo he dicho ya?
ESTRAGÓN.-¿NOS
lo ha dicho ya?
VLADIMIRO.-Por
lo demás los ha dejado.
ESTRAGÓN.-(
Mira hacía LUCKY.) Es verdad. ¿Entonces?.
VLADIMIRO.-Puesto
que ha dejado los bultos en el suelo, es imposible que hayamos preguntado por
qué no deja.
POZZO.-Muy
bien razonado.
ESTRAGÓN.
-¿Y por qué lo has dejado?
POZZO.-Eso.
VLADIMIRO.-Para
bailar.
ESTRAGÓN.-Es
verdad.
POZZO.
–(Levantando la mano.) ¡Escuchen! (Pausa.) No digan nada. (Pausa.) Eso es. (Se
pone su sombrero.) Ya estoy.
(ESTRAGÓN
y VLADIMIRO se vuelven a poner sus sombreros.)
VLADIMIRO.-LO
ha encontrado.
POZZO.-Vean
cómo ocurre esto.
ESTRAGÓN.-¿De
qué se trata?
POZZO.-Ahora
lo verán. Pero es muy difícil decirlo.
VLADIMIRO.-NO
lo diga.
POZZO.-¡
Oh!, no tengo miedo, llegaré. Pero quiero ser breve porque se hace tarde.
Díganme el medio de ser breve y al mismo tiempo claro. Déjenme reflexionar.
ESTRAGÓN.-Sea
largo, eso será menos largo.
POZZO.-(
Que ha reflexionado.) Eso será. Piensen ustedes, una de dos.
ESTRAGÓN.-ES
el delirio.
POZZO.-O
le pido cualquier cosa: bailar, cantar, pensar.
VLADIMIRO.-ESO,
eso, hemos comprendido.
POZZO.~O
no le pido nada. Bueno. No me interrumpan. Supongamos que le pido... bailar,
por ejemplo. ¿Qué ocurre?
ESTRAGÓN.-Se
pone a silbar.
POZZO.-(Irritado.)
No diré una palabra más.
VLADIMIRO
-Continúe, se lo ruego.
POZZO.-Me
interrumpen constantemente.
VLADIMIRO.-Siga,
siga, es apasionante.
POZZO.
–Insistan un poco.
ESTRAGON.-(Juntando
las manos.) Se lo ruego, señor, continúe su relato.
POZZO.-¿Dónde
estaba?
VLADIMIRO.-Usted
le pedía que bailara.
ESTRAGÓN.-Que
cantara.
POZZO.-Eso
es, le pido que cante. ¿Qué ocurre? O bien canta, como le pido, o bien, en
lugar de cantar, como le había pedido, se pone a bailar, por ejemplo, o a
pensar, o a.
VLADIMIRO.-Está
claro, está claro, coordínelo.
ESTRAGÓN.-
Basta!
VLADIMIRO.-Sin
embargo, esta noche hace todo lo que le pide.
POZZO.
–Es para enternecerme, para que le conserve a mi lado.
ESTRAGÓN.~Todo
esto son cuentos.
VLADIMIRO.
–No es seguro.
ESTRAGÓN.-En
seguida nos dirá que en todo esto no ha habido una palabra de verdad.
VLADIMIRO.-¿NO
protesta?
POZZO.~Estoy
cansado.
(Silencio.)
ESTRAGÓN.-NO
pasa nada, nadie viene, nadie se va. Es terrible.
VLADIMIRO.-(A
POZZO.) Dígale que piense.
POZZO.-Déle
su sombrero.
VLADIMIRO.-¿
Su sombrero?
POZZO.-No
puede pensar sin sombrero.
VLADIMIRO.-(A
ESTRAGÓN.) Dale su sombrero.
ESTRAGÓN.-¡
Yo! Después del golpe que me ha dado! ¡ Nunca!
VLADIMIRO.-Se
lo daré yo. (No se mueve.)
ESTRAGÓN.-Que
vaya él a buscarlo.
POZZO.-Es
mejor dárselo.
VLADIMIRO.-Se
lo voy a dar. (Coge e! sombrero y se lo ofrece a LUCKY con el
brazo extendido. LUCKY no se mueve.)
POZZO.-Es
necesario ponérselo.
ESTRAGÓN.-(A
POZZO.) Digale usted que lo coja.
POZZO.-Es
mejor ponérselo.
VLADIMIRO.-Voy
a ponérselo. (Rodea a LUCKY con precaución, acercándose dulcemente por
detrás; !e pone el sombrero y retrocede prontamente. LUCKY no se mueve.
Silencio.)
ESTRAGÓN.~¿
Qué espera?
POZZO.-¡
Aléjense! (ESTRAGÓN y VLADIMIRO se alejan dd LUCKY. POZZO tira
de la cuerda. LUCKY le mira.) Piensa cerdo! (Pausa. LUCKY empieza
a bailar.) ¡ Párate! (LUCKY, se detiene.) ¡Acércate! (LUCKY se
dirige hacia POZZO.) ¡ Ahí! (LUCKY se para.) ¡ Piensa! (Pausa.)
LUCKY.
–Por otra parte, por lo que respecta...
POZZO.-¡
Párate! (LUCKY Se calla.) Atrás! (LUCKY retrocede.) Ahí (Lucky se
para.) Riá (LUCKY se vuelve hacia el público.) ¡Piensa!
LUCKY.
–(En tono monotono) Dada la existencia tal como surge de los
recientes trabajos públicos de Pinçon y Wattmann de un Dios personal
cuacuacuacua barba blanca cuacua fuera del tiempo del espacio que desde lo alto
de su divina apatía su divina atambía Su divina afasia nos ama mucho con
algunas excepciones no se sabe por que pero eso llegará y sufre tanto como la
divina Mirando con aquellos que son no se sabe porque pero se tiene tiempo en
el tormento en los fuegos cuyos fuegos las llamas a poco que duren todavía un
poco y quien puede dudar incendiarán al fin las vigas asaber llevaran el
infierno a las nubes tan azules por momentos aun hoy y tranquilas tan
tranquilas con una tranquilidad que no por ser intermitente es menos bienvenida
pero no anticipemos y considerando por otra parte que como consecuencia de las
investigaciones inacabadas no anticipemos las búsquedas inacabadas pero sin
embargo coronada por
el
tennis el hockey sobre tierra sobre mar y en los aires la penicilina y
sucedáneos en una palabra vuelvo al mismo tiempo paralelamente a reducir no se
sabe por qué a pesar el tenis vuelvo la aviación el golf tanto a nueve como a
dieciocho hoyos el tenis sobre hielo en una palabra no se sabe por qué en Seine
Seie-et-Oise Seine-et-Marne Marne-et-Qise asaber al mismo tiempo paralelamente
no se sabe por qué de adelgazar encoger vuesvo Qise Marne en una palabra la
pérdida seca por barba desde la muerte de Voitaire siendo del orden de dos
dedos cien gramos por barba aproximadamente por término medio poco más o menos
cifras redondas buen peso desvestido en Normandía no se sabe por qué en una
palabra en fin poco importan los hechos está ahí y considerando por otra
parte lo que todavía es más grave que surge lo que todavía es más
grave a la luz la luz de las experiencias actuales de Steinweg y Peterman surge
lo que todavía es más gran que surge lo que todavía es más grave a la luz de la
luz de las experiencias abandonadas de Steinweg y Peterman que en el campo en
la montaña y a orilla del mar y de los cursos de agua y de fuego el aire es el
mismo y la tierra asaber el aire y la tierra por los grandes fríos el aire y la
tierra hechos para las piedras por los grandes fríos ay en la séptima de su era
el eter la tierra el mar para las piedras por los grandes fondos los grandes
fríos sobre mar sobre tierra y en los aires poco - querido vuelvo no se sabe
por qué a pesar del tennis los hechos están ahí no se sabe por qué vuelvo al
siguiente en una palabra en fin ay al siguiente por las piedras que puede dudar
vuelvo pero no anticipemos vuelvo la cabeza la cabeza en Normandía a pesar del
tenis los trabajos abandonados inacabados más grave las piedras en una palabra
vuelvo ay ay abandonados inacabados la cabeza la cabeza en Normandía a pesar
del tenis la cabeza ay las piedras Conard Conard. (Mèlée. LUCKY lanza
aún algunos gritos.) ¡ Tenis!... ¡ Las piedras!!!... ¡ Tan tranquilas!... ¡
Conard!... ¡ Inacabados!...
POZZO.-Su
sombrero.
(VLADIMIRO
se apodera del sombrero de LUCKY, que se calla y cae. Gran silencio.
Los vencedores jadean.)
ESTRAGÓN.~Estoy
vengado.
(VLADIMIRO
contempla el sombrero de LUCKY y mira adentro.)
POZZO.~¡
Déme eso! (Le arranca el sombrero a VLADIMIRO, !o arroja al sue!o y
lo pisotea.) ¡ Así no pensará más!
VLADIMIRO.-Pero
¿ podrá orientarse?
POZZO.~Yo
le orientaré. (Pega paladas a LUCKY.) ¡ De pie! ¡Puerco!
ESTRAGÓN.~Quizá
esté muerto.
VLADIMIRO.~Va
usted a matarlo.
POZZO.-¡
De pie! ¡ Carrofla! (Tira de la cuerda. LUCKY resbala. A ESTRAGÓN
y VLADIMIRO.) ¡ Ayúdenme!
VLADIMIRO.~Pero
¿ cómo?
POZZO.-¡
Levántenlo!
(ESTRAGÓN
y VLADIMIRO ponen en píe a LUCKY, le sostienen un momento, después le
dejan. Vuelve a caer.)
ESTRAGÓN.~Lo
hace adrede.
POZZO.~Hay
que sostenerle. (Pausa.) ¡ Venga, venga, levántenlo!
ESTRAGÓN.-
¡Estoy harto!
VLADIMIRO.~Vamos,
probemos otra vez.
ESTRAGÓN.~¿Por
quién nos ha tomado?
VLADIMIRO.
–Vamos
(Ponen a
LUCKY en pie, lo sostienen.)
POZZO.-¡
No lo suelten! (ESTRAGÓN y VLADIMIRO vacilan.) ¡ Esténse quietos!
(POZZO coge la maleta y el cesto y los lleva hacia LUCKY.) ¡ Sujétenlo
bien! (Pone la maleta en la mano de LUCKY, el cual la tira
inmediatamente.) ¡ No le suelten! (Vuelve a empezar. Poco a poco, al
contacto con la maleta, LUCKY vuelve en sí y sus dedos acaban por
cerrarse en torno al asa.) ¡ No lo suelten! (Igual juego con el cesto.)
¡ Ea!, ya pueden soltarlo. (ESTRAGÓN y VLADIMIRO se separan de LUCKY,
que da un traspié, vaciLa, se dobla, pero consigue mantenerse en pie con la
maleta y el cesto en las manos. POZZO retrocede, y restalla el látigo.)
¡ Adelante! (LUCKY avanza.) ¡ Atrás! (LUCKY retrocede.) ¡ Vuélvete!
(LUCKY se vuelve.) ¡ Ya está, puede andar! (Volviéndose hacia ESTRAGÓN
y VLADIMIRO.) Gracias, señores, y permitanme... (Rebusca en sus
bolsillos.) desearles. -. (Rebusca.). desearles... (Rebusca.) Pero
¿dónde tengo mi reloj? (Rebusca.) ¡Lo que faltaba! (Levanta la
cabeza, derrotada.) Un auténtico reloj de tapa. Señores, con minutero. Me
lo dio mi compadre. (Rebusca.) Puede que se haya caído. (Busca por el
suelo, así como VLADIMIRO y ESTRAGÓN. POZZO revuelve con el pie
los restos del sombrero de LUCKY.) ¡ Lo que faltaba!
VLADIMIRO.~
Quizá esté en su bolsillito
POZZO.-¡
Esperen! (Se inclina, y, aproximando su cabeza al vientre, escucha.) ¡ No
oigo nada! (Les hace señal de que se acerquen.) Vengan a ver. (ESTRAGÓN
y VLADIMIRO van hacia él y se inclinan sobre el vientre. Silencio.) Se debería
oír el tictac.
VLADIMIRO.-¡
Silencio!
(Todos
escuchan inclinados.)
ESTRAGÓN.-Yo
oigo algo.
POZZO.-¿
Dónde?
VLADIMIRO.-En
el corazón.
POZZO.-(Decepcionado.)
¡ A la mierda!
VLADIMIRO.-¡
Sí1encio!
(Escuchan.)
ESTRAGÓN.
–Quizá se haya parado.
(Se
yerguen.)
POZZO.-¿Quién
de ustedes huele tan mal?
ESTRAGÓN.~A
este le huele la boca, a mí los pies.
POZZO.~Les
dejo.
ESTRAGÓN.-¿Y
su reloj?
POZZO.~He
debido de dejarlo en el castillo.
ESTRAGÓN.~Entonces,
adiós,
POZZO.-Adiós.
VLADIMIRO.~Adiós.
ESTRAGÓN.~Adiós.
(Silencio.
Nadie se mueve.)
VLADIMIRO.~Adiós.
POZZO.~Adiós.
ESTRAGÓN.~Adiós.
POZZO.~Y
gracias.
VLADIMIRO.~A
usted.
POZZO.~De
nada.
ESTRAGÓN.~Sí,
sí.
POZZO.~No,
no.
VLADIMIRO.~SI,
sí.
ESTRAGÓN.~NO,
no.
POZZO.~No
acabo... (Vacila.) de marcharme.
ESTRAGÓN.-
Así es la vida!
(Silencio.)
(POZZO se
vuelve, se aleja de LUCKY, hacia el lateral, tensardo La cuerda a medida
que avanza.)
VLADIMIRO.~Se
ha equivocado de camino
POZZO.~Necesito
carrerilla. (Al llegar al extremo de cuerda, es decir, al bastidor, se
detiene, se vuelve y grita:) ¡Apártense! (ESTRAGÓN y VLADIMIRO se van al
fondo, mirando hacia POZZO. Ruido de latigo.) ¡Adelante!
(LUCKY no se mueve.)
ESTRAGÓN.~¡
Adelante!
VLADIMIRO.
-¡Adelante!
(Ruido
de látigo. LUCKY se pone en marcha.)
POZZO.-
¡Más de prisa! (Sale del lateral, atraviesa la escena tras LUCKY. ESTRAGÓN
y VLADIMIRO se descubren, agitan las manos. LUCKY sale. POZZO
hace sonar La cuerda y el Látigo:) ¡Más de prisa! ¡Más de prisa! (En
el momento en que va a desaparecer, POZZO se detiene y se vuelve. La
cuerda se tensa. Ruido de LUCKY, que cae.) ¡ Mi silla! (VLADIMIRO va
a buscar la silla y se la da a POZZO, quien la arroja hacia LUCKY.)
¡ Adiós!
ESTRAGÓN
y VLADIMIRO.-(Agitando las manos.) ¡ Adiós! ¡ Adiós!
POZZO.-¡
En pie! ¡ Puerco! (Ruido de LUCKY, que se levanta.) ¡ Adelante!
(POZZO sale. Ruido del látigo.) ¡ Adelante! ¡ Adiós! ¡ Más de prisa! ¡
Puerco! ¡ Arre! ¡ Adiós!
(Silencio.)
VLADIMIRO.-Nos
ha hecho pasar el rato.
ESTRAGÓN.-Sin
esto hubiera pasado igual.
VLADIMIRO.-SI,
pero más despacio.
(Pausa.)
ESTRAGÓN.-¿Qué
hacemos ahora?
VLADIMIRO.-NO
sé.
ESTRAGÓN.-Vámonos.
VLADIMIRO.-NO
podemos,
ESTRAGÓN.-¿
Por qué?
VLADIMIRO.-Esperamos
a Godot.
ESTRAGÓN.-Es
verdad.
(Pausa.)
VLADIMIRO.-Han
cambiado mucho.
ESTRAGÓN.-¿
Quién?
VLADIMIRO.-Esos
dos.
ESTRAGÓN.-ESO
es. Charlemos un poco.
VLADIMIRO.-¿
No es verdad que han cambiado mucho?
ESTRAGÓN.-Es
probable. Solo nosotros no cambiamos.
VLADIMIRO.~¿Probable?
Sin duda. ¿Los has visto bien?
ESTRAGÓN.~Como
quieras. Pero no los conozco.
VLADIMIRO.~Pues
claro que los conoces.
ESTRAGÓN.-Pues
claro que no.
VLADIMIRO.
–Te digo que los conocemos. Te olvidas de todo. (Pausa.) A menos que no sean
los mismos.
ESTRAGÓN.
–La prueba es que no nos han reconocido.
VLADIMIRO.-Eso
no tiene nada que ver. Yo también he hecho como que no los reconocía. Además, a
nosotros nunca nos reconocen.
ESTRAGÓN.-
Basta! ¡ Lo que faltaba! ¡ Ay! (VLADIMIRO no se mueve.) ¡ Ay!
VLADIMIRO.~A
menos que no sean los mismos.
ESTRAGÓN.-
Didi! ¡ Es el otro pie! (Se dirige cojeando hacia el lugar en que estaba
sentado al levantarse el telón.)
MUCHACHO.~(Dentro.)
¡ Señor!
(ESTRAGÓN
Se detiene. Ambos miran hacia donde sonó
ESTRAGÓN.~Esto
vuelve a empezar.
VLADIMIRO.~Acércate,
muchacho.
(Entra
temerosamente un MUCHACHO. Se detiene.)
MUCHACHO.~¿El
señor Alberto?
VLADIMIRO.~Soy
yo.
ESTRAGÓN.~¿
Qué quieres?
VLADIMIRO.~Ven
aquí.
(El MUCHACHO
no se mueve.)
ESTRAGÓN.~(Con
energía.) ¡ Ven aquí, te digo!
(El MUCHACHO
avanda temerosamente, se detiene.)
VLADIMIRO.~¿
Qué pasa?
MUCHACHO.~El
señor Godot. (Se calla.)
VLADIMIRO.
Naturalmente. (Pausa.) Acércate.
(El MUCHACHO
no se mueve.)
ESTRAGÓN.~-(Con
energía.) ¡ Te dicen que te acerques! (El MUCHACHO avanza
temerosamente, se detiene.) ¿Por qué vienes tan tarde?
VLADIMIRO.~¿Tienes
un mensaje del señor Godot?
MUCHACHO.
–Sí, señor.
VLADIMIRO.
–Pues venga, dilo.
ESTRAGÓN.
-¿Por qué vienes tan tarde?
(El MUCHACHO
los mira uno tras otro, sin saber a cuál de los dos contestar.)
VLADIMIRO.-(
A ESTRAGÓN.) Déjale tranquilo.
ESTRAGÓN.-(A
VLADIMIRO.) ¡ A mí déjame en paz! (Dirigiéndose hacia el MUCHACHO.)
¿Sabes qué hora es?
MUCHACHO.-(Retrocediendo.)
Yo no tengo la culpa, señor.
ESTRAGÓN.-La
tendré yo, entonces.
MUCHACHO.-Tenía
miedo, señor.
ESTRAGÓN.-¿Miedo
de quién? ¿De nosotros? (Pausa.) ¡ Contesta!
VLADIMIRO.-Ya
sé de qué se trata; los otros eran los que le daban miedo.
ESTRAGÓN.-¿
Cuánto tiempo hace que estás ahí?
MUCHACHO.-Hace
un momento, señor.
VLADIMIRO.-¿Te
daba miedo el látigo?
MUCHACHO.-Sí,
señor.
VLADIMIRO.-¿
Los gritos?
MUCHACHO.-Sí,
señor.
VLADIMIRO.-¿LOS
dos señores?
MUCHACHO.-Sí,
señor.
VLADIMIRO.-¿LOS
conoces?
MUCHACHO.-NO,
señor.
ESTRAGÓN.-
Todo esto es una mentira! (Coge al MUCHACHO por el brazo, le
zarandea.) ¡ Dínos la verdad!
MUCHACHO.-(Temblando.)
¡ Pero si es la verdad, señor!
VLADIMIRO.-¡
Déjale en paz de una vez! ¿Qué te pasa? (ESTRAGÓN suella al MUCHACHO, retrocede,
se lleva las ma-nos a la cara. VLADIMIRO y el MUCHACHO le miran. ESTRAGÓN
descubre su cara, descompuesta.) ¿Qué te pasa?
ESTRAGÓN.-Soy
desgraciado.
VLADIMIRO.-¡
Fuera bromas! ¿Desde cuándo?
ESTRAGÓN.-LO
había ovidado.
VLADIMIRO.-La
memoria nos hace estas jugarretas. (ESTRAGÓN quiere hablar y renuncia, va
cojeando a sentarse v comienza a descalzarse. Al MUCHACHO.) Bueno...
MUCHACHO.
–El señor Godot...
VLADIMIRO.
–(Interrumpiendole.) Ya te he visto otra vez, ¿no?
MUCHACHO.-NO
sé, señor.
VLADIMIRO.-¿NO
me Conoces?
MUCHACHO.-NO,
señor.
VLADIMIRO.-¿NO
viniste ayer?
MUCHACHO.-NO,
señor.
VLADIMIRO.-¿ES
la primera vez que vienes?
MUCHACHO.-Sí,
señor.
(Silencio.)
VLADIMIRO.-¡
Qué bien te sabes el papel! (Pausa.) Bueno, sigue.
MUCHACHO.-(De
un tirón.) El señor Godot me ha dicho que les diga que no vendrá esta
noche, sino que seguramente mañana.
VLADIMIRO.~¡Eso
es todo?
MUCHACHO.~Sí,
señor.
VLADIMIRO.~¿Trabajas
para el señor Godot?
MUCHACHO.-SI,
señor.
VLADIMIRO.-¿
Qué haces?
MUCHACHO.~Cuido
de las cabras, señor.
VLADIMIRO.~¿Es
amable contigo?
MUCHACHO.~Si,
señor.
VLADIMIRO.~¿No
te pega?
MUCHACHO.~NO,
señor, a mí no.
VLADIMIRO.~¿A
quién pega?
MUCHACHO.~A
mi hermano, señor.
VLADIMIRO.~¡
Ah! ¿tienes un hermano?
MUCHACHO.~Sí,
señor.
VLADIMIRO.~¿Y
qué hace?
MUCHACHO.-Cuida
de las ovejas, señor.
VLADIMIRO.~¿Y
por qué a ti no te pega?
MUCHACHO.-No
lo sé, señor.
VLADIMIRO.~Debe
de quererte.
MUCHACHO.~No
lo sé, señor.
VLADIMIRO.-¿Te
da bien de comer? (El MUCHACHO duda.) Que si te da bien de comer.
MUCHACHO.-Muy
bien. señor.
VLADIMIRO.
-¿No eres desgraciado? (El MUCHACHO duda.) ¿Me comprendes?
MUCHACHO.
–Sí, señor.
VLADIMIRO.~Pues
¿entonces?
MUCHACHO.-NO
sé, señor.
VLADIMIRO.-¿NO
sabes si eres desgraciado o no?
MUCHACHO.-NO,
señor.
VLADIMIRO.
–Como yo. (Pausa.) ¿ Dónde duermes?
MUCHACHO.-En
el granero, señor.
VLADIMIRO.-¿Con
tu hermano?
MUCHACHO.~Sí,
señor.
VLADIMIRO.-¿En
el heno?
MUCHACHO.~Sí,
señor.
(Pausa.)
VLADIMIRO.
–Bueno, vete.
MUCHACHO.-¿Qué
tengo que decirle al señor Godot señor?
VLADIMIRO.-Dile...
(Vacila.) Dile que nos has visto (Pausa.) Nos has visto
perfecmente, ¿no es verdad?
MUCHACHO.-Si,
señor. (Retrocede, vacila, se vuelve sale correndo.)
(La luz
empieza a descender bruscamente. En un momento ha cerrado la noche. La luna se
levanta, al fondo, sube al firmamento, se inmoviliza, inundando
la escena de una plateada claridad.)
VLADIMIRO.-¡
Bueno! (ESTRAGÓN se levanta y se dirige hacia VLADIMIRO, con los dos
zapatos en la mano. Los pone junto a la batería, se yergue y mira a la luna.) ¿Qué
hace?
ESTRAGÓN.-Como
tú, contemplo la luna.
VLADIMIRO.-Quiero
decir, con tus zapatos.
ESTRAGÓN-Los
dejo ahí. (Pausa.) Alguien vendrá tan... tan... como yo, pero calzando
un número menor y le harán feliz.
VLADIMIRO.-Pero
tú no puedes andar descalzo.
ESTRAGÓN.-Jesús
lo hizo.
VLADIMIRO.-¡
Jesús! ¿Y qué tiene que ver? ¡ No irás compararte con él!
ESTRAGÓN.-Toda
ml vida me he comparado con él.
VLADIMIRO.
–Pero allá hacía calor. ¡Hacía buen tiempo!
ESTRAGÓN.
–Sí. Y al menor descuido, crucificaban.
VLADIMIRO.
–Ya no tenemos nada que hacer aquí.
ESTRAGÓN.-Ni
en ninguna parte.
VLADIMIRO.-Vamos,
Gogo, no seas así. Mañana será otro día.
ESTRAGÓN.-¿
Cómo?
VLADIMIRO.-¿NO
has oído lo que ha dicho el muchacho?
ESTRAGÓN
-No.
VLADIMIRO.-Ha
dicho que Godot seguramente vendrá mañana. (Pausa.) ¿No te dice nada
eso?
ESTRAGÓN.-Entonces,
hay que esperar aquí.
VLADIMIRO.-¡
Estás loco! ¡ Hay que cobijarse! (Coge a ESTRAGÓN por el brazo.) Ven.
(Lo conduce. Al principio, ESTRAGÓN Se deja llevar, después se
resiste. Se detienen.)
ESTRAGÓN.-(Mirando
el árbol.) ¡ Qué pena que no tengamos un poco más de cuerda!
VLADIMIRO.-Ven.
Empieza a hacer frío. (Lo conduce. Igual juego.)
ESTRAGÓN.-Recuérdame
mañana que traiga una cuerda.
VLADIMIRO.-Sí.
Ven (Lo conduce. Igual juego.)
ESTRAGÓN.-¿Cuánto
tiempo hace que estamos siempre juntos?
VLADIMIRO.-NO
sé. Quizá cincuenta años.
ESTRAGÓN.-¿Te
acuerdas del día que me arrojé al río?
VLADIMIRO.-Estábamos
en la vendimia.
ESTRAGÓN.-Tú
me sacaste.
VLADIMIRO.-
Quién se acuerda de eso!
ESTRAGÓN.-Mi
ropa se secó al sol.
VLADIMIRO.-No
pienses más. Ven. (El mismo juego.)
ESTRAGÓN
-Espera.
VLADIMIRO.-Tengo
frío.
ESTRAGÓN.-Me
pregunto si no hubiera sido mejor que cada uno fuera por su lado. (Pausa.) Quizá
no estemos hechos el uno para el otro.
VLADIMIRO.-(Sin
enfadarse.) No se sabe.
ESTRAGÓN.-NO,
no se sabe nada.
VLADIMIRO.-Aún
estamos a tiempo de separarnos si crees que es mejor.
ESTRAGÓN.
–Ahora, ya no vale la pena.
(Silencio)
VLADIMIRO.-Es
verdad, ahora ya no vale la pena.
(Silencio.)
ESTRAGÓN.-
Qué!, ¿nos vamos?
VLADIMIRO.~Vámonos.
(No se
mueven.)
TELON
ACTO SEGUNDO
Al dia
siguiente. A la misma hora. En el mismo lugar. Junto a la batería, los zapatos de
Estragón pegados por los talones separados por las puntas. El sombrero de
Lucky, en el mismo lugar. El árbol está cubierto de hojas.
Entra
VLADIMIRO rápidamente. Se detiene y mira despacio al árbol. Después,
bruscamente, comienza a recorrer la escena en todas direcciones. Queda inmóvil
nuevamente ante los zapatos, Se inclina, coge uno, lo examina, lo huele y
vuelve a dejarlo cuidadosamente en su sitio. Reanuda sus paseos por la escena.
Se detiene junto al lateral derecho, mira durante buen rato a lo lejos, con la
mano como pantalla. Va de un lado para otro. Se detiene junto al lateral
izquierdq; igual juego. Va de un lado para otro. Se detiene bruscamente, junta
las manos sobre el pecho, echa la cabeza hacia atrás y comienza a cantar a voz
en grito:
VLADIMIRO.
Un perro
fue a la despensa,
(Ha
empezado demasiado bajo; se detiene, tose y canta más alto:)
Un perro
fue a la despensa, le echó el diente a una salchicha, y a golpes de cucharón le
hizo el cocinero trizas. Los otros perros se enteran, de prisa lo han
enterrado...
(Se
detiene, se encoge y después sigue.)
Los
otros perros se enteran, de prisa lo han enterrado bajo una cruz de madera
donde et caminante lee:
Un perro
fue a la despensa, le echó el diente a una salchicha y a golpes de cucharón le
hizo el cocinero trizas. Los otras perros se enteran, de prisa lo han
enterrado...
(Se
detiene. Igual juego.)
Los
otros perros se enteran, de prisa lo han enterrado...
(Se
detiene. Igual juego. Más bajo.)
(Se calla,
permanece inmóvil un momento, después vuelve a recorrer febrilmente el
escenario en todas direcciorees. Nuevamente se detiene ante el árbol, va de un
lado para otro, se detiene ante los zapatos, va de un lado para
otro, corre al lateral izquierdo, mira a lo lejos, luego corre hacia el
derecho, mira a lo lejos. En este momento entra ESTRAGÓN por el lateral
izquierdo, descalzo, cabizbajo, y cruza lentamente el escenario. VLADIMIRO se
vuelve y le ve.)
VLADIMIRO.-
¡Otra vez tú! (ESTRAGÓN se para, pero no levanta la cabeza. VLADIMIRO se
dirige hacia él.) Ven que te bese!
ESTRAGÓN.-
No me toques!
(VLADIMIRO,
afligido, frena su impulso. Silencio.)
VLADIMIRO.~¿
Quieres que me vaya? (Pausa.) Gogo! (Pausa. VLADIMIRO le mira
atentamente.) ¿Te han sacudido? (Pausa.) Gogo! (ESTRAGÓN sigue
callado, cabizbajo.) ¿Dónde has pasado la noche?
(Silencio.
VLADIMIRO avanza.)
ESTRAGÓN.-
No me toques! ¡ No me preguntes nada!
¡ No me
digas nada! ¡ Quédate conmigo!
VLADIMIRO.-¿Te
he dejado alguna vez?
ESTRAGÓN.
–Me has dejado ir.
VLADIMIRO.-¡
Mírame! (ESTRAGÓN no se mueve. Con voz potente.) ¡Te digo que me mires!
(ESTRAGÓN
levanta la cabeza . Se mira largamente retrocediendo, avanzando e inclinando la
cabeza como ante una obra de arte, cada vez más temblorosamente va el uno
hacia el otro; después, súbitamente, se abrazan y se dan palmadas en la
espalda. Concluye el apretón. ESTRAGÓN, sin apoyo, se tambalea.)
ESTRAGÓN.-¡
Vaya día!
VLADIMIRO.-¿Quién
te ha zurrado? Cuéntame.
ESTRAGÓN.-
Vaya, ya pasó otro día!
VLADIMIRO.-Todavía
no.
ESTRAGÓN.-Pase
lo que pase, para mí ha pasado. (Silencio.) Te oí cantar hace un
momento.
VLADIMIRO.-ES
verdad, lo recuerdo.
ESTRAGÓN-Me
ha producido pena. Me decía: “Está solo, me cree ido para siempre y canta.”
VLADIMIRO.-NO
podemos mandar en nuestro estado de ánimo. Durante todo el día me he sentido
extraordinariamente bien. (Pausa.) En toda la noche no me he levantado
una sola vez.
ESTRAGÓN.-¿Lo
ves? Meas mejor cuando yo no estoy.
VLADIMIRO.-Faltabas
tú y, al mismo tiempo, estaba contento. ¿No es curioso?
ESTRAGÓN.-(Enfadado.)
¿Contento?
VLADIMIRO.-(Tras
reflexionar.) Quizá no sea esa la palabra.
ESTRAGÓN.-¿Y
ahora?
VLADIMIRO.~(Pensándolo.)
Ahora... (Alegre.) estás aquí... (Indiferente.), estamos aquí....
(Triste.) estoy aquí.
ESTRAGÓN.-¿Lo
ves? Estás peor cuando estoy aquí. También yo rne encuentro mejor solo.
VLADIMIRO.~(Ofendido.)
Entonces, ¿por qué has vuelto?
ESTRAGÓN.-No
lo sé.
VLADIMIRO.-Pero
yo sí lo sé. Porque no sabes defenderte. Yo no hubiera dejado que te pegaran.
ESTRAGÓN.-NO
habrías podido impedirlo.
VLADIMIRO.-¿Por
qué?
ESTRAGÓN.-Eran
diez.
VLADIMIRO.-NO,
hombre, no; quiero decir que habría impedido que te expusieras a que te
pegaran.
ESTRAGÓN.
–Yo no hacía nada.
VLADIMIRO.
–Entonces, ¿Por qué te han pegado?
ESTRAGÓN.~No
lo se.
VLADIMIRO.-NO,
Gogo, mira; hay cosas que a ti se te escapan y a mí no. Debes darte cuenta.
ESTRAGÓN.-Te
digo que no hacía nada.
VLADIMIRO.-Puede
que no. Pero hay formas, hay formas, cuando uno quiere cuidar su pellejo.
Bueno, no hablemos más de esto. Has vuelto y estoy muy contento.
ESTRAGÓN.-Eran
diez.
VLADIMIRO.-Tú
también debes estar contento en el fondo, reconócelo.
ESTRAGÓN.~Contento,
¿de qué?
VLADIMIRO.-De
haber vuelto a encontrarme.
ESTRAGÓN.-¿Te
parece?
VLADIMIRO.-Dilo,
aunque no sea verdad.
ESTRAGÓN.-¿Qué
tengo que decir?
VLADIMIRO.-Di
estoy contento.
ESTRAGÓN.-Estoy
contento.
VLADIMIRO.-YO
también.
ESTRAGÓN.-YO
también.
VLADIMIRO.-Estamos
contentos.
ESTRAGÓN-Estamos
contentos. (Silencio.) ¿Y qué hacemos ahora que estamos contentos?
VLADIMIRO.-Esperamos
a Godot.
ESTRAGÓN.-ES
verdad.
(Silencio)
VLADIMIRO.~Hay
novedades aquí desde ayer.
ESTRAGÓN.-¿Y
si no viene?
VLADIMIRO.~(Después
de un momento de incomprensión.) Avisaremos. (Pausa.) Te digo que
hay noveades aquí desde ayer.
ESTRAGÓN.~Todo
rezuma.
VLADIMIRO.~Mira
el árbol.
ESTRAGÓN.
–No se cae dos veces en la misma porquería.
VLADIMIRO.~Te
digo que mires el árbol.
(ESTRAGÓN
mira el árbol)
ESTRAGÓN.
–¿No estaba ayer?
VLADIMIRO.
–Pues claro que sí. No te acuerdas. Y por un pelo no nos ahorcamos. (Reflexiona.)
Sí, exactamente (Separando las palabras.), no... nos... ahorcamos.
Pero tú no quisiste. ¿Te acuerdas?
ESTRAGÓN.-LO
has soñado.
VLADIMIRO.-¿Es
posible que ya lo hayas olvidado?
ESTRAGÓN.-Soy
así. U olvido en seguida o no olvido nunca.
VLADIMIRO.-Y
POZZO y Lucky, ¿los has olvidado también?
ESTRAGÓN.-¿Pozo
y Lucky?
VLADIMIRO.-¡
Lo has olvidado todo!
ESTRAGÓN.-Me
acuerdo de un energúmeno que me pegó patadas. Después hizo el tonto.
VLADIMIRO.-Era
Lucky.
ESTRAGÓN.-De
eso me acuerdo. Pero ¿cuándo fue?
VLADIMIRO.-Y
del que le llevaba, ¿te acuerdas?
ESTRAGÓN.-Me
dio huesos.
VLADIMIRO.-Era
POZZO.
ESTRAGÓN.-¿Y
dices que todo eso fue ayer?
VLADIMIRO.-Pues
claro.
ESTRAGÓN.-¿Y
aquí mismo?
VLADIMIRO.-¡
Claro que sí! ¿No lo reconoces?
ESTRAGÓN.-(Repenlinamente
furioso.) ¡ Reconoces! ¿Qué hay que reconocer? ¡ He tirado mi
aperreada vida en medio de la arena! ¡Y quieres que vea matices! (Mirada
alrededor.) ¡ Mira esta basura! ¡Nunca me he movido de ella!
VLADIMIRO.-Tranquilízate,
tranquilízate.
ESTRAGÓN.-
Así que déjame en paz con tus paisajes! Háblame de las alcantarillas!
VLADIMIRO.-¡
Sin embargo, no irás a decirme que esto (Gesto.) se parece al Vaucluse!
Hay una gran diferencia.
ESTRAGÓN.-¡
EJ Vaucluse! ¿Quién te habla del Vauluse?
VLADIMIRO.-Pues
tú has estado en el Vaucluse.
ESTRAGÓN.-NO,
nunca he estado en el Vaucluse. Te digo que me he pasado toda mi perra vida
aquí. ¡ Aquí! En el Mierdacluse
VLADIMIRO.
–Sin embargo, hemos estado juntos en el Vaucluse; pondría la mano en el fuego.
Hicimos la vendimia, acuérdate, en casa de un tal Bonelly, en el Rosellón.
ESTRAGÓN.-(Más
tranquilo.) Quizá. No noté nada.
VLADIMIRO.-¡
Allí todo es rojo!
ESTRAGÓN.-Te
digo que no noté nada.
(Silencio.
VLADIMIRO suspira profundamente.)
VLADIMIRO.-Eres
un hombre difícil, Gogo.
ESTRAGÓN
-Lo mejor será separarnos.
VLADIMIRO.-Siempre
dices lo mismo. Y siempre vuelves.
(Silencio.)
ESTRAGÓN.~El
único remedio sería matarme, como al otro.
VLADIMIRO.-¿Qué
otro? (Pausa.) ¿Qué otro?
ESTRAGÓN.~Como
a billones de otros.
VLADIMIRO.-(Sentenciador.)
A cada cual, su cruz. (Suspira.) Al principio se sufre, pero la muerte
lo remedia todo.
ESTRAGÓN.-Mientras,
intentemos hablar sin exaltarnos, ya que somos incapaces de estarnos callados.
VLADIMIRO.-ES
verdad, somos incansables.
ESTRAGÓN.-ES
para no pensar.
VLADIMIRO.-Está
justificado.
ESTRAGÓN.-Es
para no escuchar.
VLADIMIRO.-Tenemos
nuestras razones.
ESTRAGÓN.-Todas
las voces muertas.
VLADIMIRO.-ES
como un ruido de alas.
ESTRAGÓN.-De
hojas.
VLADIMIRO.-De
arena.
ESTRAGÓN.-De
hojas.
(Silencio)
VLADIMIRO.-Hablan
todas al mismo tiempo.
ESTRAGÓN.
–Cada una para sí.
(Silencio.)
VLADIMIRO.-Más
bien cuchichean.
ESTRAGÓN.-Murmuran.
VLADIMIRO.-Susurran.
ESTRAGÓN.-Murmuran.
(Silencio)
VLADIMIRO.-¿Qué
dicen?
ESTRAGÓN.-Hablan
de su vida.
VLADIMIRO.-NO
les basta haber vivido.
ESTRAGÓN.-ES
necesario que hablen.
VLADIMIRO.-NO
les basta con haber muerto.
ESTRAGÓN.-No
es suficiente.
(Silencio.)
VLADIMIRO.-ES
como un ruido de plumas.
ESTRAGÓN.-De
hojas.
VLADIMIRO.-De
cenizas.
ESTRAGÓN.-De
hojas.
(Largo
Silencio.)
VLADIMIRO.-¡
Di algo!
ESTRAGÓN.-Estoy
pensando.
(Largo
silencio.)
VLADIMIRO.-(Angustiado.)
¡ Di cualquier cosa!
ESTRAGÓN.-¿Qué
hacemos ahora?
VLADIMIRO.-Esperamos
a Godot.
ESTRAGÓN.-ES
verdad.
(Silencio.)
VLADIMIRO.-¡
Qué difícil resulta!
ESTRAGÓN.-¿Y
si cantaras?
VLADIMIRO.-NO,
no. (Piensa.) Lo que hay que hacer es empezar de nuevo.
ESTRAGÓN.-Eso
no me parece difícil, desde luego.
VLADIMIRO.-Lo
difícil es empezar.
ESTRAGÓN.~Se
puede empezar con cualquier cosa.
VLADIMIRO.
-Sí, pero hay que decidirse.
ESTRAGÓN.-ES
verdad.
(Silencio.)
VLADIMIRO.
–¡Ayúdame!
ESTRAGÓN.-Estoy
pensando.
(Silencio.)
VLADIMIRO.~Cuando
se piensa, se oye.
ESTRAGÓN.
–Es verdad.
VLADIMIRO.
–Eso impide hallar la solución.
ESTRAGÓN.-Ya
está.
VLADIMIRO.-ESO
impide pensar.
ESTRAGÓN.-A
pesar de todo se piensa.
VLADIMIRO.-Ni
hablar, es imposible.
ESTRAGÓN.-Ya
está, contradigámonos.
VLADIMIRO.-Imposible.
ESTRAGÓN.-¿Te
parece?
VLADIMIRO.-Ya
no nos arriesgamos a no pensar.
ESTRAGÓN.-Entonces,
¿de qué nos quejamos?
VLADIMIRO.-Eso
no es lo peor, de pensar.
ESTRAGÓN.~Claro,
claro, pero algo es algo.
VLADIMIRO.-¿Por
qué algo es algo?
ESTRAGÓN.-Eso,
eso, hagámonos preguntas.
VLADIMIRO.-¿Qué
quieres decir con algo es algo?
ESTRAGÓN.-Que
es algo, pero menos.
VLADIMIRO.-Evidentemente.
ESTRAGÓN.-Así,
pues, ¿y si nos creyéramos dichosos?
VLADIMIRO.-LO
terrible es haber pensado.
ESTRAGÓN.-Pero
¿nos ha ocurrido alguna vez?
VLADIMIRO.-¿De
dónde llegan esos cadáveres?
ESTRAGÓN.-Esas
osamentas.
VLADIMIRO.-ESO
es.
ESTRAGÓN.-Evidentemente.
VLADIMIRO.-Hemos
debido pensar un poco.
ESTRAGÓN.-Justamente
al principio.
VLADIMIRO.-Un
osario, un osario.
ESTRAGÓN.-NO
hay más que no mirar.
VLADIMIRO.-NO
se puede evitar.
ESTRAGÓN.-Es
verdad.
VLADIMIRO.-Por
algo Se tienen ojos.
ESTRAGÓN.-¿
Cómo?
VLADIMIRO.-Por
algo Se tienen ojos.
ESTRAGÓN.-ES
necesario volverse de una vez a
VLADIMIRO.-Ya
lo hemos intentado.
ESTRAGÓN.-Es
verdad.
VLADIMIRO.
-¡Oh!, no es eso lo peor, desde luego.
ESTRAGÓN.
–Entonces, ¿qué?
VLADIMIRO.
–Haber pensado.
ESTRAGÓN.-Evidentemente.
VLADIMIRO.-Hubiéramos
podido no hacerlo.
ESTRAGÓN.-¡
Qué quieres!
VLADIMIRO.~Claro,
claro.
(Silencio.)
ESTRAGÓN.-NO
estaba mal para empezar.
VLADIMIRO.-Sí,
pero ahora habrá que encontrar otra cosa.
ESTRAGÓN.-Veamos.
VLADIMIRO.-Veamos.
ESTRAGÓN.~Veamos.
(Reflexionan..)
VLADIMIRO.-¿Qué
estaba diciendo? Podríamos volver a lo mismo.
ESTRAGÓN.~¿Cuándo?
VLADIMIRO.-Al
principio justamente.
ESTRAGÓN.-¿Al
principio de qué?
VLADIMIRO.-Esta
noche. Decía..., decía...
ESTRAGÓN.-
Caramba! Me pides demasiado.
VLADIMIRO.-Espera...
Nos hemos abrazado..., estábamos contentos..., contentos. - - ¿Qué se
hace cuando se está contento?... Se espera..., veamos..., ya está..., se
espera... Ahora que estamos contentos..., esperamos... Veamos... ¡Ah! ¡El
árbol!
ESTRAGÓN.-¿EI
árbol?
VLADIMIRO.-¿No
te acuerdas?
ESTRAGÓN.~Estoy
cansado.
VLADIMIRO.~Míralo.
(ESTRAGÓN
mira el árbol.)
ESTRAGÓN.-No
veo nada.
VLADIMIRO.-Pues
anoche estaba negro y esquelético. ¡ Hoy está cubierto de hojas!
ESTRAGÓN.-¿De
hojas?
VLADIMIRO.-¡
En una sola noche!
ESTRAGÓN.-Debe
ser primavera.
VLADIMIRO.-Pero
¡ en una sola noche!
ESTRAGÓN.-Te
digo que anoche no estuvimos aquí. Lo has soñado.
VLADIMIRO.
–Y, según tú, ¿dónde estábamos anoche?
ESTRAGÓN.-NO
lo sé. En otra parte. En otro compartimiento. No es el vacío lo que falta.
VLADIMIRO.-(Seguro
de lo que dice.) Bueno. No estuvimos ayer aquí. En ese caso, ¿qué
hicimos anoche?
ESTRAGÓN.-¿Que
qué hicimos anoche?
VLADIMIRO.-Trata
de recordarlo
ESTRAGÓN.-Pues.
-. Estaríamos charlando.
VLADIMIRO.-(Dominándose.)
¿Sobre qué?
ESTRAGÓN.-
Oh!..., de todo un poco; nos iríamos por los cerros de Ubeda. (Con
seguridad.) Ya está, ya me acuerdo: anoche estuvimos charlando a tontas y a
locas. Hace medio siglo que nos ocurre lo mismo.
VLADIMIRO.-¿No
te acuerdas de ningún hecho, de ninguna circunstancia?
ESTRAGÓN.-(Cansado.)
No me atormentes, Didi.
VLADIMIRO.-¿EI
sol? ¿La luna? ¿No recuerdas?
ESTRAGÓN.-Debían
estar allí, como de costumbre.
VLADIMIRO.-¿NO
notaste nada especial?
ESTRAGÓN.-
Vaya!
VLADIMIRO.-¿Y
POZZO? ¿Y Lucky?
ESTRAGÓN.-¿POZZO?
VLADIMIRO.-LOS
huesos.
ESTRAGÓN.-Pues
parecían raspas.
VLADIMIRO.-POZZO
te los dio.
ESTRAGÓN.-NO
lo sé.
VLADIMIRO.-Y
la patada.
ESTRAGÓN.-¿La
patada? Es verdad, me pegaron pa tadas.
VLADIMIRO.-Lucky
te las pegó.
ESTRAGÓN.-¿Y
todo eso fue ayer?
VLADIMIRO.-Déjame
ver tu pierna.
ESTRAGÓN.-¿
Cuál?
VLADIMTRO.-Las
dos. Súbete el pantalón. (ESTRAGÓN, apoyado en un pie, tiende la pierna
hacia VLADIMIRO y está a punto de caer. VLADIMIRO le coge la
pierna. ESTRAGÓN vacila.) Súbete el pantalón.
ESTRAGÓN.-(Vacilando).
No puedo.
(VLADIMIRO
levanta el pantalón, mira la pierna y la deja. ESTRAGÓN está a punto de caer)
VLADIMIRO.-La
otra. (ESTRAGÓN le ofrece la misma pierna.) ¡ Te digo que la otra! (Igual
juego con la otra pierna.) Vaya, la herida está a punto de infectarse.
ESTRAGÓN.-¿Y
qué?
VLADIMIRO.-¿Y
tus zapatos?
ESTRAGÓN.~He
debido tirarlos,
VLADIMIRO.~¿
Cuándo?
ESTRAGÓN.-NO
sé.
VLADIMIRO.-¿
Por qué?
ESTRAGÓN.-No
recuerdo.
VLADIMIRO.-No,
quiero decir que por qué los has tirado.
ESTRAGÓN.~Me
hacían daño.
VLADIMIRO.~(Enseñándole
los zapatos.) Míralos. (ESTRAGÓN mira los zapatos.) En
el mismo sitio en que los dejaste anoche.
(ESTRAGÓN
se dirige hacia los zapatos, se inclina y los mira de cerca.)
ESTRAGÓN.-No
son los míos.
VLADIMIRO.-¿Que
no son los tuyos?
ESTRAGÓN.-Los
míos eran negros. Estos son amarillos.
VLADIMIRO.~¿Estás
seguro de que los tuyos eran negros?
ESTRAGÓN.-ES
decir, eran grises.
VLADIMIRO.-¿Y
estos son amarillos? A ver.
ESTRAGÓN.~(Levantando
un zapato.) Bueno, son verdosos.
VLADIMIRO.~(Avanzando.)
A ver. (ESTRAGÓN le da el zapato. VLADIMIRO le mira y le tira
indignado.) ¡ Vaya, hombre!
ESTRAGÓN.-Estos
son los...
VLADIMIRO.-Ya
veo lo que es. Sí, ya veo lo que ha ocurrido.
ESTRAGÓN.-Estos
son los...
VLADIMIRO.-Está
más claro que el día. Llegó un individuo, cogió los tuyos y dejó los suyos.
ESTRAGÓN.
-¿Por qué?
VLADIMIRO.
–Los suyos no le iban bien. Y intonces cogió los tuyos.
ESTRAGÓN.-Pero
los míos eran muy pequeños.
VLADIMIRO.-Para
ti. No para él.
ESTRAGÓN.-Estoy
cansado. (Pausa.) Vámonos.
VLADIMIRO.-NO
podemos.
ESTRAGÓN.-¿Por
qué?
VLADIMIRO.-Esperamos
a Godot.
ESTRAGÓN.-ES
verdad. (Pausa.) Entonces, ¿qué hacemos?
VLADIMIRO.-NO
hay nada que hacer.
ESTRAGÓN.-YO
no puedo más.
VLADIMIRO.-¿Quieres
un rábano?
ESTRAGÓN.-¿NO
hay otra cosa?
VLADIMIRO.-Hay
rábanos y nabos.
ESTRAGÓN.-¿NO
quedan zanahorias?
VLADIMIRO.-NO.
Además, eres un exagerado con las zanahorias.
ESTRAGÓN.-En
ese caso, dame un rábano. (VLADIMIRO hurga en sus bolsillos y no encuentra
más que nabos; extrae finalmente un rábano y Se lo da a ESTRAGÓN, quien
lo examina y lo huele.) ¡ Es negro!
VLADIMIRO.-ES
un rábano.
ESTRAGÓN.-Solo
me gustan los rosados, ya lo sabes.
VLADIMIRO.-Así,
pues, ¿no quieres?
ESTRAGÓN.-¡
Solo me gustan los rosados!
VLADIMIRO.-Entonces,
¡ devuélvemelo!
(ESTRAGÓN
se lo devuelve.)
ESTRAGÓN.-Voy
a buscar una zanahoria.
(No se
mueve.)
VLADIMIRO.-Esto
se está haciendo insignificante.
ESTRAGÓN
.-Todavía no.
(Silencio.)
VLADIMIRO.-¿Y
si te los probaras?
ESTRAGÓN.-Ya
lo he probado todo.
VLADIMIRO.-Me
refiero a los zapatos.
ESTRAGÓN.-¿Te
parece?
VLADIMIRO.
–Así pasaremos el tiempo. (ESTRAGÓN duda.) Será un entretenimiento, ya verás.
VLADIMIRO.-Una
distracción.
ESTRAGÓN.-Un
descanso.
VLADIMIRO.-Inténtalo.
ESTRAGÓN.-¿Me
ayudarás?
VLADIMIRO.-Naturalmente.
ESTRAGÓN.-NO
nos las arreglamos mal juntos, ¿verdad, Didi?
VLADIMIRO.-Pues
claro. Anda, prueba primero el izuierdo.
ESTRAGÓN.-¿Verdad,
Didi, que siempre hay algo que os da la sensación de existir?
VLADIMIRO.-(Impaciente.)
Pues claro, claro, somos magos. Pero no nos descuidemos de lo que llevamos
entre manos. (Coge un zapato.) Ven, dame el pie. (ESTRAGÓN se acerca
y levanta el pie.) El otro, cerdo! (ESTRAGÓN levanta el otro pie.) ¡ Más
alto! (Pegados el uno al otro, recorren tambaleantes toda la escena. Al fin,
VLADIMIRO consigue ponerle el zapato.) Trata de andar. (ESTRAGÓN anda.)
¿Qué tal?
ESTRAGÓN.-Me
está bien.
VLADIMIRO.-(Sacando
cordón del bolsillo.) Vamos a tarle.
ESTRAGÓN.-(Vehementemente.)
No, no; nada de lazos, nada de lazos.
VLADIMIRO.-Te
equivocas. Probemos el otro. (IguaL juego.) ¿Qué tal?
ESTRAGÓN.-También
me está bien.
VLADIMIRO.-¿NO
te hacen daño?
ESTRAGÓN.-(Dando
algunos pasos fuertes.) Todavía no.
VLADIMIRO.-Entonces
puedes quedártelos.
ESTRAGÓN.-Son
demasiado grandes.
VLADIMIR().-Algún
día quizá tengas calcetines.
ESTRAGÓN.-Es
verdad.
VLADIMIRO.-Así,
pues, ¿te quedas con ellos?
ESTRAGÓN.-Ya
hemos hablado demasiado de estos zapatos.
VLADIMIRO.
–Sí, pero...
ESTRAGÓN.
-¡Basta! (Silencio.) Ahora mismo voy a sentarme.
(Busca
lugar donde sentarse y después lo hace en donde estaba al empezar el primer
acto.)
VLADIMIRO.-Ahí
estabas sentado anoche.
(Silencio.)
ESTRAGÓN.~Si
pudiera dormir...
VLADIMIRO.~Anoche
dormiste.
ESTRAGÓN.-Voy
a intentarlo.
(Adopta
una postura uterina, con la cabeza entre las piernas.)
VLADIMIRO.~Escucha.
(Se acerca a ESTRAGÓN y comienza a cantar en voz alta.)¡Ea! ¡Ea!
ESTRAGÓN.~(Levantando
la cabeza.) Más bajo.
VLADIMIRO.~(Bajando
el tono.)
¡Ea!
¡Ea!
¡Ea!
¡Ea!
¡Ea!
¡Ea!
¡Ea!
(ESTRAGÓN
queda dormido. VLADIMIRO se quita la chaqueta y le tapa los hombros;
después camina de un lado para otro, moviendo los brazos para calentarse. ESTRAGÓN
se despierta sobresaltado, se levanta y da algunos pasos sin sentido. VLADIMIRO
corre hacia él y le abraza.)
VLADIMIRO.-Aquí...,
aquí... estoy aquí..., no tengas miedo.
ESTRAGÓN
.-¡ Ah!
VLADIMIRO.-Aquí,
aquí..., se acabó.
ESTRAGÓN.
–Me caía.
VLADIMIRO.
–Se acabó. No pienses más.
ESTRAGÓN.-Estaba
sobre un...
VLADIMIRO.-NO,
no, no digas nada. Ven, caminemos un poco.
(Coge
del brazo a ESTRAGÓN y le hace andar de un lado para otro, hasta que este se
niega a seguir.)
ESTRAGÓN.-¡
Basta! Estoy cansado.
VLADIMIRO.-¿
Prefieres estar ahí, plantado, sin hacer riada?
ESTRAGÓN.-Sí.
VLADIMIRO.
–Como quieras.
(Deja a
ESTRAGÓN. Coge su chaqueta y se la pofle.)
ESTRAGÓN.-Vámonos.
VLADIMIRO.-NO
podemos.
ESTRAGÓN.-¿Por
qué?
VLADIMIRO.
–Esperamos a Godot.
ESTRAGÓN.-Es
verdad. (VLADIMIRO vuelve a su deambular.) ¿No te puedes estar quieto?
VLADIMIRO.~Tengo
frío.
ESTRAGÓN.~Hemos
venido demasiado temprano.
VLADIMIRO.
–Siempre venimos al anochecer.
ESTRAGÓN.~Pero
la noche no cierra.
VLADIMIRO.
–Cerrará de pronto, como ayer.
ESTRAGÓN.~Y
después será de noche.
VLADIMIRO.~Y
podremos marcharnos.
ESTRAGÓN.~Y
después, otra vez el día. (Pausa.) ¿Qué hacemos, qué hacemos?
VLADIMIRO.
– (Deteniendo su caminar, con violencia) Has acabado de quejarte? Yo me
estoy hartando de tus quejidos
ESTRAGÓN.~Me
voy.
VLADIMIRO.
– ( Viendo el sombrero de LUCKY.) ¡ Mira!
ESTRAGÓN.~¡Adiós!
VLADIMIRO.
–¡ El sombrero de Lucky! (Se acerca.) ¡Hace una hora que estoy aquí y no
lo había visto! (Muy contento) ¡Estupendo!
ESTRAGÓN.~No
me volverás a ver.
VLADIMIRO.-Así,
pues, no me he equivocadp de Lugar. Ya estamos tranquilos (Coge
el sombrero de LUCKY, Lo mira y lo arregla.) Debió ser un magnífíco
sombrero. (Se lo pone en lugar del suyo, entregándole este a
ESTRAGÓN.) Toma.
ESTRAGÓN.
–¿Qué?
VLADIMIRO.
–Cógeme esto.
(ESTRAGÓN
coge el sombrero de VLADIMIRO. VLADIMIRO se coloca con ambas manos el
sombrero de LUCKT. ESTRAGÓN se pone el sombrero de VLADIMIRO en
lugar del suyo, el cual le ofrece a VLADIMIRO. VLADIMIRO coge el
sombrero de ESTRAGÓN. ESTRAGÓN se coloca con ambas manos el sombrero de VLADIMIRO.
VLADIMIRO se pone el sombrero de ESTRAGÓN en lugar del de Lucky, el
cual se lo ofrece a ESTRAGÓN. ESTRAGÓN coge el sombrero de LUCKY.
VLADIMIRO se coloca con ambas manos el sombrero de ESTRAGÓN. ESTRAGÓN se
pone el sombrero de Lucky en lugar del de VLADIMIRO, que ofrece a
este. VLADIMIRO coge su sombrero. ESTRAGÓN se coloca con ambas
manos el sombrero de LUCKY. VLADIMIRO se pone su sombrero en lugar del
de ESTRAGÓN, que le olrece a este. ESTRAGÓN coge su sombrero. VLADIMIRO
se coloca con ambas manos su sombrero. ESTRAGÓN se pone su sombrero
en Lugar del de LUCKY, el cual le ofrece a VLADIMIRO. VLADIMIRO coge
el sombrero en lugar del de ESTRAGÓN, que le ofrece a con ambas manos. VLADIMIRO
se pone el sombrero de LUCKY en lugar del suyo, el cual le ofrece a
ESTRAGÓN. ESTRAGÓN coge el sombrero de VLADIMIRO. VLADIMIRO se
co!oca con ambas manos el sombrero de LUCKY. ESTRAGÓN ofrece a VLADIMIRO
el sombrero de este, quien lo coge y lo ofrece a ESTRAGÓN, quien lo
coge y se lo ofrece a VLADIMIRO, quien lo coge y lo tira. Todo esto, con
movimientos muy rapidos.)
VLADIMIRO.-¿Me
está bien?
ESTRAGÓN.~No
lo sé
VLADIMIRO.
–No, pero ¿qué te parece?
(Gira
coquetonamente la cabeza de derecha a lzquierda, y adopta actitudes de
maniquí.)
ESTRAGÓN.
–Horroroso.
VLADIMIRO.
–Pero, ¿más que de costumbre?
ESTRAGÓN.
–Lo mismo.
VLADIMIRO.
–Entonces puedo quedármelo. El mío me hacía daño. (Pausa.) ¿Cómo lo
diría? (Pausa.) Me aranaba.
ESTRAGÓN.-Me
voy.
VLADIMIRO.-¿No
quieres jugar?
ESTRAGÓN.-¿A
qué?
VLADIMIRO.
–Podríamos jugar a POZZO y Lucky.
ESTRAGÓN.-NO
sé.
VLADIMIRO.-YO
haré de Lucky; tú, de POZZO. (Adopta la actitud de LUCKY, doblándose
al peso de su carga. ESTRAGÓN le mira estupefacto.) ¡Ven!
ESTRAGÓN.-¿Qué
debo hacer?
VLADIMIRO.-Insúltame.
ESTRAGÓN.-
Puerco!
VLADIMIRO.
–¡Más fuerte!
ESTRAGÓN
.-¡ Basura! ¡ Crápula!
(VLADIMIRO
avanza, siempre doblado.)
VLADIMIRO.-Dime
que piense.
ESTRAGÓN.-¿
Cómo?
VLADIMIRO.~Di:
“¡Piensa, guarro!”
ESTRAGÓN.-¡
Piensa, guarro!
(Silencio.)
VLADIMIRO.-NO
puedo.
ESTRAGÓN.
-BAsta.
VLADIMIRO.-Dime
que baile.
ESTRAGÓN.-Me
voy.
VLADIMIRO.-¡
Baila, cerdo! (Se retuerce. ESTRAGÓN sale precipitadamente.) ¡ No
puedo más! (Levanta la cabeza ve que ESTRAGÓN no está y lanza un
grito desgarrado.) ¡ Gogo! (Silencio. Recorre la escena de un lado a
otro, corriendo casi. ESTRAGÓN vuelve precipitadamente, agotado, y corre
hacia VLADIMIRO. Se detienen uno cerca del otro.) ¡ Por fin has
vuelto!
ESTRAGÓN.-(Jadeante.)
¡Estoy maldito!
VLADIMIRO.
–¿Dónde has estado? Creí que te habías ido para siempre.
ESTRAGÓN.
–En el borde del precipicio. Vienen.
VLADIMIRO.
-¿Quién?
ESTRAGÓN.
–No sé.
VLADIMIRO.-¿
Cuántos?
ESTRAGÓN.-NO
sé.
VLADIMIRO.-(
Triunfal.) ¡ Es Godot! ¡ Al fin! (Abraza efusivamente a ESTRAGÓN.)
¡ Gogo! ¡ Es Godot! ¡ Estamos salvados! ¡ Vamos a su encuentro! ¡ Ven! (Tira
de ESTRAGÓN hacia el lateral. ESTRAGÓN resiste, se suelta y sale
corriendo en dirección contraria.) ¡ Gogo! ¡ Vuelve! (Silencio. VLADIMIRO
corre hacia el bastidor por donde ESTRAGÓN regresó y mira a lo lejos.
ESTRAGÓN vuelve precipitadamente y corre hacia VLADIMIRO, que se vuelve.)
¡Por fin has vuelto!
ESTRAGÓN.~Estoy
condenado.
VLADIMIRO.
–¿Has ido lejos?
ESTRAGÓN.-Hasta
el borde del precipicio.
VLADIMIRO.~Efectivamente,
estamos sobre una plata forma. No cabe duda, estamos servidos en bandeja.
ESTRAGÓN.-También
viene por allí.
VLADIMIRO.-Estamos
rodeados. (ESTRAGÓN, alocado, se precipita sobre el telón de fondo, con el
que choca y cae.) ¡ Imbécil! ¡ Por ahí no hay salida! (VLADIMIRO acude a
le vantarle y le dirige hacia la batería. Gesto hacia el públi co.) Allí no
hay nadie. Sálvate por ahí. Anda. (Le empuja hacia el fondo. ESTRAGÓN retrocede
espantado.) ¿No quieres? Se comprende, caramba. Veamos. (Medita.) Tienes
que desaparecer.
ESTRAGÓN.-¿Dónde?
VLADIMIRO.-Tras
el árbol. (ESTRAGÓN corre y Se oculta tras el árbol. que no le tapa sino muy
imperfectamente. ¡No te muevas! (ESTRAGÓN sale de detrás del árbol.) Decididamente,
este árbol no nos sirve para nada. (A ESTRAGÓN.) ¿No estás loco?
ESTRAGÓN.-(Más
tranquilo.) He perdido la cabeza (Baja vergonzosamente la cabeza.) ¡Perdóname!
(Yergue altivamente la cabeza.) ¡ Se acabó! ¡ Ahora verás! Dime lo que
hay que hacer.
VLADIMIRO.
–¡No hay nada que hacer!
ESTRAGÓN.
–Tú te pones allí. (Arrastra a VLADIMIRO hacia el lateral izquierdo y le coloca
en el centro del camino, vuelto de espaldas.) Ahí, no te muevas, y ten los ojos
abiertos. (Corre hacia el otro lateral. VLADIMIRO le mira por encima
del hombro. ESTRAGÓN se detiene, mira a lo lejos y se vuelve. Ambos se
miran por encima del hombro.) ¡ Hombro a hombro, como en los viejos tiempos!.
(Continúan mirándose durante un instante y después cada uno vuelve a su
vigilancia. Largo silencio.) ¿Ves algo?
VLADIMIRO.~(
Volviéndose.) ¿Qué?
ESTRAGÓN.-¿Ves
algo?
VLADIMIRO.-NO.
ESTRAGÓN.-YO
tampoco.
(Vuelven
a su vigilancia. Largo silencio.)
VLADIMIRO.-Has
debido equivocarte.
ESTRAGÓN.-(Volviéndose.)
¿Qué?
VLADIMIRO.-(Más
alto.) Que te has debido equivocar.
ESTRAGÓN.-NO
grites.
(Vuelven
a su vigilancia. Largo silencio.)
VLADIMIRO.
y ESTRAGÓN.- (Volviéndose al mismo tiempo.) Es...
VLADIMIRO.-¡
Oh, perdona!
ESTRAGÓN.-Te
escucho.
VLADIMIRO.-NO,
no.
ESTRAGÓN.-Sí,
sí.
VLADIMIRO.-Te
he interrumpido.
ESTRAGÓN.-Al
revés.
(Se
miran coléricos.)
VLADIMIRO.-Vamos
a ver, fuera ceremonias.
ESTRAGÓN.-No
seas cabezota.
VLADIMIRO.-(Con
fuerza.) Acaba lo que ibas a decir, anda.
ESTRAGÓN.-Acábalo
tú.
(Silencio.
Van el uno hacia el otro. Se detienen.)
VLADIMIRO.-¡
Miserable!
ESTRAGÓN.-
Eso, insultémonos! (Intercambio de insultos. Siencio.)
VLADIMIRO.
–Ahora hagamos las paces. ¡Gogo!
ESTRAGÓN.
–Didi
VLADIMIRO.
-¡La mano!
ESTRAGÓN.-¡
Aquí está!
VLADIMIRO.-¡
Venga un abrazo!
ESTRAGÓN.-¿Un
abrazo?
VLADIMIRO.-(Abriendo
los brazos.) ¡ Aquí dentro!
ESTRAGÓN.~Venga.
(Se
abrazan. Silencio).
VLADIMIRO.-
¡Cómo pasa el tiempo cuando uno se divierte!
(Silencio.)
ESTRAGÓN.-¿Qué
hacemos ahora?
VLADIMIRO.-Esperar.
ESTRAGÓN.~Esperar.
(Silencio.)
VLADIMIRO.-¿Y
si hiciéramos gimnasia?
ESTRAGÓN.-Nuestros
ejercicios.
VLADIMIRO.-De
agilidad.
ESTRAGÓN.-De
relajación.
VLADIMIRO.-De
rotación.
ESTRAGÓN.-De
relajación.
VLADIMIRO.-Para
entrar en calor.
ESTRAGÓN.-Para
tranquilizarnos.
VLADIMIRO.-Venga.
(Empieza
a saltar. ESTRAGÓN le imita)
ESTRAGÓN.-(
Deteniéndose.) ¡ Basta! Estoy cansado.
VLADIMIRO.-(Deteniéndose.)
No estamos en forma. Sin embargo, hagamos algunos ejercicios respiratorios.
ESTRAGÓN.-YO
no quiero respirar
VLADIMIRO.-Tienes
razón. (Pausa.) Hagamos aunque sea el árbol, para el equilibrio.
ESTRAGÓN.-¿El
árbol?
(VLADIMIRO,
vacilando, hace el árbol)
VLADIMIRO.
-(Deteniéndose.) Ahora, tú.
(ESTRAGÓN,
vacilando, hace el árbol)
ESTRAGÓN.~¿Crees
que Dios me ve?
VLADIMIRO.
–Hay que cerrar los ojos.
(ESTRAGÓN
cierra los ojos y vacila más intensamente.)
ESTRAGON.-(Deteniéndose,
amenaza con los puños, a voz en grito.) ¡ Dios, ten piedad
de mí!
VLADIMIRO.-(Ofendido.)
¿Y de mí?
ESTRAGÓN.-
¡De mí! ¡ De mí! ¡ Piedad! ¡ De mí!
(Entran POZZO y LUCKY. POZZO se ha vuelto ciego. LUCKY,
cargado, como en el primer acto. Cuerda como en e! primer acto, pero mucho
más corta para permitir a POZZO seguir más cómodamente. LUCKY, tocado
con un nuevo sombrero. Al ver a VLADIMIRO y ESTRAGÓN se detiene. POZZO
sigue su camino y tropieza con él. VLADIMIRO y ESTRAGÓN retroceden.)
POZZO.-(Agarrándose
a LUCKY, que con el peso se tambalea.) ¿Qué pasa? ¿Quién ha
gritado?
(LUCKY cae,
soltándolo todo, y arrastra a POZZO en su caída. Quedan tendidos,
inmóviles entre los bultos.)
ESTRAGÓN.-¿ES
Godot?
VLADIMIRO.-En
buen momento llega. (Se dirige al grupo, seguido de ESTRAGÓN.) Aquí
están los refuerzos.
POZZO.-(Con
voz inexpresiva.) ¡ Socorro!
ESTRAGÓN.-¿
Es Godot?
VLADIMIRO.-Empezábamos
a flaquear. Ya tenemos asegurado el espectáculo.
POZZO.-¡
Ayúdenme!
ESTRAGÓN.-Pide
ayuda.
VLADIMIRO.-Ya
no estamos solos para esperar la noche, para esperar a Godot, para esperar...,
para esperar. Todo el crepúsculo hemos luchado con nuestros propios medios.
Ahora se acabó. Ya es mañana.
ESTRAGÓN.-Pero
solo están de paso.
POZZO.-¡
Ayúdenme!
VLADIMIRO.-Ahora
el tiempo pasa de otro modo. El sol se pondrá, se levantará la luna y nos
marcharemos... de aquí.
ESTRAGÓN.
–Pero si solo están de paso.
VLADIMIRO.
–Será suficiente.
POZZO.
-¡Piedad!
VLADIMIRO.-¡
Pobre POZZO!
ESTRAGÓN.-Sabía
que era él.
VLADIMIRO.-¿
Quién?
ESTRAGÓN.-Godot.
VLADIMIRO.-Pero
si no es Godot.
ESTRAGÓN
.-¡ No es Godot!
VLADIMIRO.-NO
es Godot.
ESTRAGÓN.~Entonces,
¿quién es?
VLADIMIRO.-Es
POZZO.
POZZO.-¡
Soy yo! ¡ Soy
VLADIMIRO.-NO
puede levantarse
ESTRAGÓN.-Vámonos.
VLADIMIRO.-NO
podemos.
ESTRAGÓN.-¿Por
qué?
VLADIMIRO.~Esperamos
a Godot.
ESTRAGÓN.-Es
verdad.
VLADIMIRO.-Quizá
aún tenga huesos para ti.
ESTRAGÓN
.-¿ Huesos?
VLADIMIRO.-De
pollo. ¿No te acuerdas?
ESTRAGÓN.-¿Era
él?
VLADIMIRO
-Sí.
ESTRAGÓN.~Pregúntaselo.
VLADIMIRO.-¿Y
si le ayúdaramos primero?
ESTRAGÓN.-¿A
qué?
VLADIMIRO.-A
levantarse.
ESTRAGÓN.-¿NO
puede levantarse?
VLADIMIRO.-Quiere
levantarse.
ESTRAGÓN.-Pues
que se levante.
VLADIMIRO.-NO
puede.
ESTRAGÓN.-¿Qué
le pasa?
VLADIMIRO.-NO
sé.
(POZZO se
retuerce, gime y da puñetazos en el suelo.)
ESTRAGÓN.-¿Y
si antes le pidiéramos los huesos? Si no nos los da, le dejamos ahí.
VLADIMIRO.
-¿Quieres decir que está en nuestras manos?
ESTRAGÓN.
–Sí.
VLADIMIRO.-¿Y
que tenemos que poner precio a nuestros servicios?
ESTRAGÓN.-Sí.
VLADIMIRO.-Está
bien pensado, desde luego. Pero hay algo que temo.
ESTRAGÓN.-¿EI
qué?
VLADIMIRO.~Que
de golpe Lucky se levante. Entonces la habríamos fastidiado.
ESTRAGÓN.-¿
Lucky?
VLADIMIRO.-El
que te atacó ayer.
ESTRAGÓN.-Te
digo que fueron diez.
VLADIMIRO.-NO,
hombre, antes: el que te pegó las patadas.
ESTRAGÓN.-¿
Está ahí?
VLADIMIRO.-Mira.
(Gesto.) Ahora está inmóvil. Pero de un momento a otro puede ponerse en
movimiento.
ESTRAGÓN.-¿Y
si le diéramos un escarmiento entre los dos?
VLADIMIRO.-¿Quieres
decir, si nos tiráramos encima de él mientras duerme?
ESTRAGÓN.
–Sí.
VLADIMIRO.-Es
una buena idea. Pero ¿somos capaces? ¿Está dormido de verdad? (Pausa.) No;
lo mejor sería aprovechar que POZZO pide auxilio para socorrerle, haciéndonoslo
agradecer.
ESTRAGÓN.-Ya
no pide nada.
VLADIMIRO.-Es
que ha perdido la esperanza.
ESTRAGÓN.~Quizá.
Pero...
VLADIMIRO.-NO
perdamos el tiempo en discusiones inútiles. (Pausa. Con vehemencia :) Hagamos
algo, ahora que se presenta la ocasión. No siempre nos necesitan. La verdad es
que no se nos necesita. Otros lo harían igual que nosotros, si no mejor. La
llamada que acabamos de escuchar va dirigida a toda
ESTRAGÓN.
–No te escuchaba.
VLADIMIRO.-Bien
es verdad que quedándonos de brazos cruzados, pesando los pros y los contras,
también hacemos honor a nuestra condición. El tigre se precipita en auxilio de
sus semejantes sin pensarlo. O se refugia en lo más espeso de la selva. Pero la
cuestión no es esta. “¿Qué hacemos aquí?”, es lo que tenemos que preguntarnos.
Tenemos la suerte de saberlo. Sí; en medio de esta inmensa confusión, una sola
cosa está clara: esperamos que venga Godot.
ESTRAGÓN.-Es
verdad.
VLADIMIRO.~
O que caiga la noche. (Pausa.) Tenemos una cita, y se acabó. No somos
santos; pero hemos acudido a la cita. ¿Cuántos pueden decir lo mismo?
ESTRAGÓN.-Multitudes.
VLADIMIRO.-¿
Te parece?
ESTRAGÓN.-NO
sé.
VLADIMIRO.-¡
Quizá!
POZZO.-¡
Socorro!
VLADIMIRO.-Lo
evidente es que el tiempo, en estas condiciones, pasa despacio y nos lleva a
llenarlo con acciones que, ¿cómo diría?. a primera vista pueden parecer
razonabIes, y a las cuales estamos acostumbrados. Me dirás que es para
impedir que nuestra razón se nuble. De acuerdo. Pero he aquí lo que me pregunto
a veces: ¿no anda errante ya en la continua noche de los grandes abismos?
¿Sigues mi razonamiento?
ESTRAGÓN.-Todos
nacemos locos. Algunos siguen siéndolo.
POZZO.-¡
Socorro! ¡ Les daré dinero!
ESTRAGÓN
.-¿ Cuánto?
POZZO.-Diez
pesetas.
ESTRAGÓN.-ES
poco.
VLADIMIRO.-NO
serás capaz.
ESTRAGÓN.-¿Te
parece bastante?
VLADIMIRO.-NO;
quiero decir que no serás capaz de sostener que cuando vine al mundo ya estaba
mal de la cabeza. Pero la cuestión no es esta.
POZZO.
–Veinte pesetas.
VLADIMIRO.
–Estamos esperando. Nos aburrimos como ostras, qué duda cabe. Bueno. Se nos
presenta una diversión, y ¿qué hacemos? La dejamos que se pudra. Venga; manos a
la obra. (Avanza hacia POZZO, se detiene.) Dentro de un momento
todo habrá pasado. Estamos otra vez solos en medio de las soledades. (Piensa.)
POZZO.-Veinte
pesetas.
VLADIMIRO.-Ya
vamos.
(Trata
de levantar a POZZO, pero no lo consigue. Redobla sus
esfuerzos, tropieza con los bultos, cae, trata de levantarse sin conseguirlo.)
ESTRAGÓN.-¿Qué
os pasa a todos?
VLADIMIRO.-¡
Socorro!
ESTRAGÓN.-Me
voy.
VLADIMIRO.-¡
No me abandones! Me matarán!
POZZO.-¿Dónde
estoy?
VLADIMIRO.-¡
Gogo!
POZZO.-¡A
mí!
VLADIMIRO.-¡
Ayúdame!
ESTRAGÓN.-YO
me voy.
VLADIMIRO.-Primero
ayúdame. Después nos marcharemos juntos.
ESTRAGÓN.-¿Me
lo prometes?
VLADIMIRO.-¡
Te lo juro!
ESTRAGÓN.-¿Y
no volveremos nunca?
VLADIMIRO.-¡
Nunca!
ESTRAGÓN.-Nos
iremos al Sur.
VLADIMIRO.-
A donde quieras.
POZZO.-¡
Treinta! ¡ Cuarenta!
ESTRAGÓN.-Siempre
he tenido ganas de pasearme por el Sur.
VLADIMIRO.-Te
pasearás.
ESTRAGÓN.-¿Quién
se ha ido sin decir adiós?
VLADIMIRO.-Ha
sido POZZO.
POZZO.-¡
He sido yo! ¡ He sido yo! ¡ Piedad!
ESTRAGÓN.-ES
repugnante.
VLADIMIRO.-¡
Pronto! ¡ Pronto! Dame la mano!
ESTRAGÓN.~Me
voy. (Pausa. Más fuerte.) Me voy.
VLADIMIRO.
–Al fin y al cabo, acabaré por levantarme solo. (Trata de levantarse, vuelve a
caer.) Tarde o temprano.
ESTRAGÓN.-¿Qué
te pasa?
VLADIMIRO.-¡
Déjame en paz!
ESTRAGÓN.-¿Te
quedas aquí?
VLADIMIRO.-De
momento.
ESTRAGÓN.-Levántate,
anda; vas a coger frío.
VLADIMIRO.-NO
te preocupes por mí.
ESTRAGÓN.~Pero,
hombre, Didi, no seas cabezota (Tiende la mano a VLADIMIRO, que la
coge rápidamente) ¡ Venga, arríba!
VLADIMIRO.-¡
Tira!
(ESTRAGÓN
tira, tropieza, cae. Largo silencio
POZZO.-¡
A mí!
VLADIMIRO.-Estamos
aquí.
POZZO.-¿Quiénes
son ustedes?
VLADIMIRO.-Somos
hombres.
(Silencio)
ESTRAGÓN.-
¡Qué bien se está en el suelo!
VLADIMIRO.-¿
Puedes levantarte?
ESTRAGÓN.-NO
se.
VLADIMIRO.-Prueba.
ESTRAGÓN.-En
seguida, en seguida.
(Silencio)
POZZO.-¿Qué
ha ocurrido?
VLADIMIRO.-(En
alto.) ¿Te quieres callar de una vez ¡Vaya perra! Solo piensa en él.
ESTRAGÓN.-¿
Y si intentáramos dormir?
VLADIMIRO.-¿
Has oído? ¡ Quiere saber lo que ha pasado!
ESTRAGÓN.-
¡Déjale! Duerme.
POZZO.~¡
Piedad! ¡ Piedad!
ESTRAGÓN.-(Sobresaltado.)
Qué, ¿qué pasa?
VLADIMIRO.-¿Dormías?
ESTRAGÓN.~Creo
que sí.
VLADIMIRO.~¡Otra
vez ese asqueroso POZZO!
ESTRAGÓN.-¡
Dile que se calle! ¡Partele la boca!
VLADIMIRO.
–(Pegado a POZZO.) ¿Has acabado? ¿Quieres callarte? ¡Sabandija! (POZZO se desprende,
lanzando gritos de dolor, y se aleja, arrastrándose. De cuando en cuando se
para, tienta el aire con gestos de ciego, llamando a LUCKY. VLADIMIRO, apoyado
en un codo, le sigue con la vista.) ¡ Se ha escapado! (POZZO se
desploma. Silencio.) ¡ Se ha caído!
ESTRAGÓN.-¿ES
que se había levantado?
VLADIMIRO.-NO.
ESTRAGÓN.-Y,
sin embargo, dices que se ha caído.
VLADIMIRO.-Estaba
a gatas. (Silencio.) Quizá nos hemos excedido.
ESTRAGÓN.-NO
tenemos demasiadas oportunidades.
VLADIMIRO.-Ha
pedido nuestra ayuda, No le hemos hecho caso. Le hemos maltratado.
ESTRAGÓN.
–Es verdad.
VLADIMIRO.-NO
se mueve. Quizá esté muerto.
ESTRAGÓN.-Por
haber querido ayudarle, estamos ahora en este atolladero.
VLADIMIRO.-Es
verdad.
ESTRAGÓN.-¿No
has golpeado demasiado fuerte?
VLADIMIRO.-Le
he sacudido unos cuantos golpes.
ESTRAGÓN.-NO
debiste hacerlo.
VLADIMIRO.-Tú
lo quisiste.
ESTRAGÓN.-ES
verdad. (Pausa.) ¿Qué hacemos ahora?
VLADIMIRO.-Si
pudiera arrastrarme hasta él.
ESTRAGÓN.-
No me dejes!
VLADIMIRO.-Y
si le llamara?
ESTRAGÓN.-Eso,
llámale.
VLADIMIRO.-¡
POZZO! (Pausa.) POZZO! (Pausa.) No contesta.
ESTRAGÓN.-Los
dos a la vez.
VLADIMIRO
y ESTRAGÓN.- ¡POZZO! ¡ POZZO!
VLADIMIRO.-Se
ha movido.
ESTRAGÓN.-¿Estás
seguro de que se llama POZZO?
VLADIMIRO.-(Angustiado.)
¡ Señor POZZO! Vuelve! ¡ No te haremos daño!
(Siencio.)
ESTRAGÓN.-¿Y
si probáramos con otros nombres?
VLADIMIRO.
–Me temo que la cosa sea grave.
ESTRAGÓN.
–Sería divertido.
VLADIMIRO.
-¿El qué sería divertido?
ESTRAGÓN.-Probar
con otros nombres, uno tras otro. Nos haría pasar el rato. Acabaríamos por dar
con el auténtico.
VLADIMIRO.-Te
digo que se llama POZZO.
ESTRAGÓN-Vamos
a verlo. Veamos. (Medita.) ¡ Abel! ¡Abel!
POZZO.-¡
A mí!
ESTRAGÓN.-¿Lo
ves?
VLADIMIRO.-Ya
me estoy hartando.
ESTRAGÓN.~Quizá
el otro se llame Cain. (Llama.) ¡ Cain! ¡Cain!
POZZO.~¡
A mí!
ESTRAGÓN-ES
toda
VLADIMIRO.~(Levantando
la vista.) ¿Dónde?
ESTRAGÓN.-AllÍ,
en el cenit.
VLADIMIRO.-¿Y
qué? (Pausa.) ¿Qué tiene de particular?
(Silencio.)
ESTRAGÓN.~¿Hacemos
otra cosa ahora?
VLADIMIRO.-Era
justamente lo que iba a decirte.
ESTRAGÓN.-Bueno;
pero ¿qué?
VLADIMIRO.-¡
Ahí está el asunto!
(Silencio.)
ESTRAGÓN.-¿Y
si empezáramos a levantarnos?
VLADIMIRO.-Probemos.
(Se
levantan.)
ESTRAGÓN.-Bien
fácil ha sido.
VLADIMIRO.-Querer
es poder.
ESTRAGÓN.-Y
ahora, ¿qué?
POZZO.-¡
Socorro!
ESTRAGÓN.-Vámonos.
VLADIMIRO.-NO
podemos.
ESTRAGÓN.-¿Por
qué?
VLADIMIRO.-Esperamos
a Godot.
ESTRAGÓN.-Es
verdad. (Pausa.) ¿Qué hacemos?
POZZO.-¡
Socorro!
VLADIMIRO.
-¿Y si le socorriéramos?
ESTRAGÓN.
-¿Qué hay que hacer?
VLADIMIRO.
–Quiere levantarse.
ESTRAGÓN.-¿Y
después?
VLADIMIRO.
-Quiere que le ayudemos a levantarse.
ESTRAGÓN.-Bueno,
ayudémosle. ¿A qué esperamos?
(Ayudan
a POZZO a levantantarse, se separan de él. Vuelve a caer.)
VLADIMIRO.-Hay
que sostenerle. (Igual juego. POZZO se sostiene entre ambos colgado
de su cuello.) Tiene que volver a acostumbrarse a estar en pie. (A POZZO.)
¿Cómo va eso?
POZZO.-¿Quiénes
son ustedes?
VLADIMIRO.-¿No
nos reconoce?
POZZO.
-Soy ciego.
(Silencio.)
ESTRAGÓN.-Puede
que vea más adelante.
VLADIMIRO.-¿
Desde cuándo?
POZZO.-Yo
tenía muy buena vista; pero ¿ustedes son amigos?
ESTRAGÓN.-¡
Nos pregunta si somos amigos!
VLADIMIRO.-NO;
quiere decir si somos amigos suyos.
ESTRAGÓN.-¿Y
qué?
VLADIMIRO.-La
prueba es que le hemos ayudado.
ESTRAGÓN.-
Eso! ¿Le habríamos ayudado si no fuésemos sus amigos?
VLADIMIRO.~Quizá.
ESTRAGÓN.-Evidentemente.
VLADIMIRO.-Eso
no se discute.
POZZO.-¿No
son ustedes bandoleros?
ESTRAGÓN.~¡Bandoleros!
¿Tenemos aspecto de bandoleros?
VLADIMIRO.-¡
Bueno! Es ciego.
ESTRAGÓN.-
Anda! Es verdad. (Pausa.) Según él.
POZZO.-No
me dejen.
VLADIMIRO.
–Nadie piensa en ello.
ESTRAGÓN.-De
momento.
POZZO.-¿Oué
hora es?
ESTRAGÓN.
–(Oteando el cielo.) Vamos a ver.
VLADIMIRO.
-¿Las siete? ¿Las ocho?
ESTRAGÓN.
–Depende de la estación.
POZZO.-¿Es
de noche?
(Silencio.
VLADIMIRO y ESTRAGÓN miran la puesta del sol.)
ESTRAGÓN.-Se
diría que vuelve a subir.
VLADIMIRO.-NO
es posible.
ESTRAGÓN.-¿Y
si fuera la aurora?
VLADIMIRO.-NO
digas tonterías. Aquello es el Oeste.
ESTRAGÓN.-¿Qué
sabes tú?
POZZO.-(Angustiado.)
¿Es de noche?
VLADIMIRO.-Por
ora parte, no se ha movido.
ESTRAGÓN.-Te
digo que vuelve a subir.
POZZO.-¿Por
qué no me contestan?
ESTRAGÓN.-NO
quisiéramos decirle ninguna tontería.
VLADIMIRO.
-(Tranquilizador.) Es de noche, señor; ya ha anochecido. Mi amigo trata
de hacerme dudar, y debo reconocer que por un momento lo ha conseguido. Peró no
en balde he vivido este largo día, y puedo asegurarle que está dando las
últimas boqueadas. (Pausa.) Y hablando de otra cosa: ¿cómo se encuentra
usted?
ESTRAGÓN.-¿Cuánto
tiempo nos queda aún de aguantarlo? (Le sueltan un poco, y vuelven a cogerlo
al ver que se cae.) No somos cariátides.
VLADIMIRO.-Si
he oído bien decía usted que antes tuvo usted una vista excelente.
POZZO.-Sí,
muy buena.
(Silencio.)
ESTRAGÓN.-(Irritado.)
¡ Explíquese, explíquese!
VLADIMIRO.-Déjale
en paz. ¿No ves que está recordando su dicha? (Pausa.) “Memoria
praeterítorum bonorum”..., debe de ser muy triste.
POZZO.-Sí,
muy buena.
VLADIMIRO.-¿Y
esto le ha ocurrido de repente?
POZZO.-Muy
buena.
VLADIMIRO.-Le
pregunto si esto le ha ocurrido de repente.
POZZO.
–Un buen día me desperté ciego como el Destino. (Pausa) A veces me pregunto si
no estaré durmiendo.
VLADIMIRO.-¿
Cuándo fue eso?
POZZO.-No
sé.
VLADIMIRO.-Pero
lo más tarde, ayer.
POZZO.-No
me pregunten. Los ciegos no tienen la noción del tiempo. (Pausa.) No ven
las cosas del tiempo.
VLADIMIRO.-¡
Vaya! ¡ Hubiera jurado todo lo contrario!
ESTRAGÓN.-Me
voy.
POZZO.-¿
Dónde estamos?
VLADIMIRO.~No
se.
POZZO.-¿No
estaremos en el lugar llamado Las Tablas?
VLADIMIRO.
-No lo conozco.
POZZO.-¿A
qué se parece esto?
VLADIMIRO.-(Mirada
alrededor.) No puede describirse. No se parece a nada. No hay nada. Hay
un árbol.
POZZO.-Entonces,
no es Las Tablas.
ESTRAGÓN.-(Doblándose.)
¡ Vaya diversión!
POZZO.-¿Dónde
está mi criado?
VLADIMIRO.-Allí.
POZZO.-¿Por
qué no contesta cuando le llamo?
VLADIMIRO.-No
sé. Parece dormir. Quizá esté muerto.
POZZO.-¿Qué
ha pasado, exactamente?
ESTRAGÓN.-
¡Exactamente!
VLADIMIRO.-Se
han caído ustedes dos.
POZZO.~Vayan
a ver si está herido.
VLADIMIRO.-Pero
no podemos dejarle a usted.
POZZO.~No
tienen necesidad de ir ~os dos.
VLADIMIRO.-(A
ESTRAGÓN.) Ve tú.
POZZO.~Eso
es, que vaya su amigo. Apesta.
VLADIMIRO.-Ve
a despertarle.
ESTRAGÓN.-¡Después
de lo que me hizo! ¡ En mi vida!
VLADIMIRO.-¡
Ah! ¿Ya te acuerdas de que te hizo algo?
ESTRAGÓN.-No
me acuerdo muy bien. Tú me lo has dicho.
VLADIMIRO.-Es
verdad. (A POZZO.) Mi amigo tiene miedo.
POZZO.-No
tiene que temer nada.
VLADIMIRO.
–(A ESTRAGÓN.) A propósito: la gente que tú has visto, ¿por dónde ha pasado?
ESTRAGÓN.
–No sé.
VLADIMIRO.-Quizá
estén escondidos en alguna parte espiándonos.
ESTRAGÓN.-ESO.
VLADIMIRO.-Quizá,
simplemente, se hayan parado.
ESTRAGÓN
-Eso.
VLADIMIRO.-Para
descansar.
ESTRAGÓN.-Para
comer.
VLADIMIRO.~Quizá
hayan vuelto sobre sus pasos.
ESTRAGÓN
-Eso.
VLADIMIRO.-Quizá
fue una visión.
ESTRAGÓN.-Una
ilusión.
VLADIMIRO.~Una
alucinación.
ESTRAGÓN.-Una
ilusión.
POZZO.-¿Qué
espera?
VLADIMIRO.-(A
ESTRAGÓN.) ¿Qué esperas?
ESTRAGÓN.~Espero
a Godot.
VLADIMIRO.-(A
POZZO.) Le he dicho que mi amigo tiene miedo. Ayer su criado le atacó cuando lo
único que pretendía mi amigo era enjugarle las lágrimas.
POZZO.-¡
Ah!, nunca hay que portarse bien con gentes como estas. No lo soportan.
VLADIMIRO.~Entonces,
¿qué tiene que hacer exactamente?
POZZO.-Pues,
en primer lugar, tirar de la cuerda, cuidando, claro está, de no ahogarle.
Generalmente, eso le hace reaccionar. Si no, que le pegue patadas en el bajo
vientre y en la cara, si es posible.
VLADIMIRO.-(A
ESTRAGÓN.) ¿Lo ves? No tienes que temer nada. Incluso es una ocasión para
vengarte.
ESTRAGÓN.-¿Y
se defiende?
POZZO.-No,
no, nunca se defiende.
VLADIMIRO.-YO
acudiría en tu auxilio.
ESTRAGÓN.-NO
me pierdas de vista. (Va hacia LUCKY.)
VLADIMIRO.-Primero,
mira si está vivo. Si está muerto, no vale la pena golpearle.
ESTRAGÓN.-(Inclinandose
sobre LUCKY.) Respira.
VLADIMIRO.
–Pues ¡hala!
(Enfurecido
súbitamente, ESTRAGÓN, aullando, pega patadas a LUCKY. Pero se hace daño en un pie
y se aleja cojeando y quejándose. LUCKY reacciona.)
ESTRAGÓN.~(Apoyándose
sobre una pierna.) ¡ Qué bestia! (Se sienta y trata de quitarse los
zapatos. Pero renuncia en seguida y mete la cabeza entre las piernas y los
brazos delante de la cabeza.)
POZZO.-¿Qué
pasa ahora?
VLADIMIRO.~Mi
amigo se ha hecho daño.
POZZO.-¿Y
Lucky?
VLADIMIRO.~¿Así
que es él?
POZZO.-¿
Cómo?
VLADIMIRO.~¿Que
es él?
POZZO.~No
comprendo.
VLADIMIRO.~¿Y
usted es POZZO?
POZZO.-Desde
luego, soy POZZO.
VLADIMIRO.~¿Los
mismos de ayer?
POZZO.-¿
De ayer?
VLADIMIRO.~Nos
vimos ayer. (Silencio.) ¿No se acuerda usted?
POZZO.-No
me acuerdo de haber encontrado ayer a nadie. Pero mañana no me acordaré de
haber encontrado nadie hoy. Así que no cuente conmigo para enterarse. Y basta.
¡En pie!
VLADIMIRO.~Usted
le conducía a San Salvador para venderlo. Nos habló. El bailó. Pensó. Usted
veía.
POZZO.-Si
usted lo dice... Déjeme, haga el favor. (VLADIMIRO se aparta.) ¡En pie!
VLADIMIRO.~Se
levanta.
(LUCKY se
levanta y coge los bultos.)
POZZO.-Hace
bien.
VLADIMIRO.-¿Adónde
va usted?
POZZO.-Yo
no me ocupo de eso.
VLADIMIRO.-¡Cómo
ha cambiado!
(LUCKY, cargado
con los bultos, se coloca delante de POZZO.)
POZZO.
-¡Látigo! (Lucky deja los bultos, busca el látigo, lo encuentra, se lo da a
POZZO y vuelve a coger los bultos.)
VLADIMIRO.-¿Qué
hay en esa maleta?
POZZO.-Arena.
(Tira de la cuerda.) ¡En marcha!
(LUCKY se
pone en movimiento, seguido de POZZO.)
VLADIMIRO.-Un
momento.
(POZZO se
detiene. Queda la cuerda tensa. Lucky cae, tirándolo todo. POZZO se
tambalea, suelta la cuerda y vacila. VLADIMIRO le aguanta.)
POZZO.-¿Qué
pasa?
VLADIMIRO.-Se
ha caído.
POZZO.-Pronto,
levántenlo antes que se duerma.
VLADIMIRO.-¿No
se caerá usted si le suelto?
POZZO.-No
creo.
(VLADIMIRO
pega patadas a LUCKY.)
VLADIMIRO.-¡En
pie! ¡Cerdo! (LUCKY Se levanta y coge los bultos.) Ya está en pie.
POZZO.-(Tendiendo
la mano.) ¡Cuerda!
(LUCKY deja
los bultos, pon-e el extremo de la cuerdti en la mano de POZZO y vuelve
a coger tos bultos.)
VLADIMIRO.-No
se marche todavía.
POZZO.-Me
voy.
VLADIMIRO.-¿Qué
hacen cuando caen en donde no hay quien pueda ayudarles?
POZZO.-Esperamos
poder levantarnos. Y después, nos vamos.
VLADIMIRO.-Antes
de irse, dígale que cante.
POZZO.-¿A
quién?
VLADIMIRO.-A
Lucky.
POZZO.-¿
Cantar?
VLADIMIRO.-Sí.
O que piense. O que recite.
POZZO.-Pero
¡si es mudo!
VLADIMIRO.-¡Mudo!
POZZO.-Totalmente.
Ni siquiera puede gemir.
VLADIMIRO.
-¡Mudo! ¿Desde cuándo?
POZZO.
–(Repentinamente furioso.) ¿No ha terminado de envenenarme con sus historia
sobre el tiempo? ¡Es insensato! ¿Cuándo! ¡Cuándo! Un día, ¿no le basta?, un día
como los demás, se volvió mudo, un día me volví ciego, un día nos volveremos
sordos, un día nacimos, un día moriremos, el mismo día, el mismo instante, ¿no
le basta esto? (Más reposado.) Dan a luz a caballo sobre una tumba, el
día brilla por un instante y, después, otra vez la noche. (Tira de la
cuerda.) ¡En marcha!
(Salen. VLADIMIRO
los sigue hasta el lateral y les ve alejarse. Un ruido de caída. subrayado
por los gestos de VLADIMIRO, anuncia que han vuelto a caer. Silencio. VLADIMIRO
se dirige hacia ESTRAGÓN, que duerme, le mira un instante y después
le despierta.)
ESTRAGÓN.-(Gestos
alocados, palabras incoherertes Por último:) ¿Por qué nunca me dejas
dormir?
VLADIMIRO.-Me
sentía solo.
ESTRAGÓN.~Soñaba
que era feliz.
VLADIMIRO.-Esto
ha hecho pasar el tiempo.
ESTRAGÓN.-Soñaba
que...
VLADIMIRO.-¡Calla!
(Silencio.) Me pregunto si verdaderamente es ciego.
ESTRAGÓN.~¿Quién?
VLADIMIRO.~¿Un
verdadero ciego diría que carece de la noción del tiempo?
ESTRAGÓN.-¿Quién?
VLADIMIRO.-POZZO.
ESTRAGÓN.~¿Está
ciego?
VLADIMIRO.-Nos
lo ha dicho.
ESTRAGÓN.~¿Y
qué?
VLADIMIRO.-Me
ha parecido que nos veía.
ESTRAGÓN.-Lo
has soñado. (Pausa.) Vámonos. No puedo más. Es verdad. (Pausa.) ¿Estás
seguro de que no era él?
VLADIMIRO.-¿Quién?
ESTRAGÓN.~Godot
VLADIMIRO.
–Pero ¿Quién?
ESTRAGÓN.
–Pozzo.
VLADIMIRO.
-¡No, hombre, no! (Pausa.) ¡Que no!
ESTRAGÓN.-De
todas formas, me voy a levantar. (Se levanta penosamente.) ¡Ay!
VLADIMIRO.-Ya
no sé qué pensar.
ESTRAGÓN.-
¡Mis pies! (Vuelve a sentarse e intenta descalzarse.) ¡Ayúdame!
VLADIMIRO.-¿Habré
estado durmiendo mientras los otros sufrían? ¿Estaré durmiendo en este momento?
¿Qué diré mañana, cuando crea despertar, de este día? ¿Que he esperado a Godot,
en este lugar, con mi amigo Estragón, hasta la caída de la noche? ¿Que ha
pasado POZZO, con su porteador, y que nos ha hablado? Sin duda. Pero, en todo
esto, ¿qué habrá de cierto? (ESTRAGÓN, que ha insistido vanamente en
descalzarse, se ha vuelto a dormir. VLADIMIRO le mira.) El no sabrá
nada. Hablará de los golpes recibidos y yo le daré una zanahoria. (Pausa.) A
caballo sobre una tumba y un parto difícil. En el fondo del agujero,
ensoñadoramente, el enterrador prepara sus herramientas. Hay tiempo para
envejecer. El aire está lleno de nuestros gritos. (Escucha.) Pero la
costumbre los acalla. (Mira a ESTRAGÓN.) A mí también me mira otro,
diciéndose: “Duerme y no sabe que duerme.” (Pausa.) No puedo continuar. (Pausa.)
¿Qué he dicho? (Va de un lado a otro agitadamente; al fin se para junto
al lateral izquierdo y mira a lo lejos.)
(Por la
derecha entra el MUCHACHO del día anterior. Se para. Silencio.)
MUCHACHO.~Señor...
(VLADIMIRO se vuelve.) Señor Alberto...
VLADIMIRO.-Vuelta
a empezar. (Pausa. Al MUCHACHO.) ¿Me reconoces?
MUCHACHO.-NO,
señor.
VLADIMIRO.-¿Viniste
ayer?
MUCHACHO.-No,
señor.
VLADIMIRO.-¿Es
la primera vez que vienes?
MUCHACHO.-Sí,
señor.
(Silencio.)
VLADIMIRO.
-¿De parte de Godot?
MUCHACHO.
–Sí, señor.
VLADIMIRO.-¿No
vendrá esta noche?
MUCHACHO.-NO,
señor.
VLADIMIRO.-Pero
¿vendrá mañana?
MUCHACHO.-Sí,
señor.
VLADIMIRO.-¿Con
toda seguridad?
MUCHACHO.-Sí,
señor.
(Silencio.)
VLADIMIRO.-¿Te
has encontrado con alguien?
MUCHACHO.-NO,
señor.
VLADIMIRO.-Otros
dos... (Duda.) hombres.
MUCHACHO.-No
he visto a nadie, señor
(Silencio.)
VLADIMIRO.-¿Qué
hace el señor Godot? (Pausa.) ¿Oyes?
MUCHACHO.-Sí,
señor.
VLADIMIRO.-Y
¿qué?
MUCHACHO.-No
hace nada, señor.
(Silencio.)
VLADIMIRO.-¿Cómo
está tu hermano?
MUCHACHO.-Está
enfermo, señor.
VLADIMIRO.-Quizá
fuera él quien vino ayer.
MUCHACHO.-No
lo sé, señor
(Silencio.)
VLADIMIRO.-¿Tiene
barba el señor Godot?
MUCHACHO.-Sí,
señor.
VLADIMIRO.-¿Rubia
o... (Duda.) morena?
MUCHACHO.-(Dudando.)
Me parece que es blanca, señor.
(Silencio.)
VLADIMIRO.-Misericordia.
(Silencio.)
MUCHACHO.-¿Qué
debo decirle al señor Godot, señor?
VLADIMIRO.-Dile...
(Se corta.) dile que me has visto y que... (Medita.), que me has
visto. (Pausa. VLADIMIRO avana y el MUCHACHO retrocede. VLADIMIRO
se para y el MUHACHO también.) Dime: ¿estás seguro de haberme
visto?
(Silencio.
VLADIMIRO da un repentino salto hacia delante y el muchacho se escapa como una flecha.
Silencio. El sol se pone; sale la luna. VLADIMIRO permanece inmóvil. ESTRAGÓN
se despierta, se descalza, se levanta con los zapatos en la mano y los pone
ante la batería; va hacia VLADIMIRO y le mira.)
ESTRAGÓN.-¿Qué
te pasa?
VLADIMIRO.-No
me pasa nada.
ESTRAGÓN.~Me
voy.
VLADIMIRO.-Yo
también.
(Silencio.)
ESTRAGÓN.-¿Hace
mucho tiempo que me he dormido?
VLADIMIRO.-No
sé.
(Silencio.)
ESTRAGÓN
.-¿Adónde iremos?
VLADIMIRO.-No
muy lejos.
ESTRAGÓN
.-¡No, no, vámonos lejos de aquí!
VLADIMIRO.-No
podemos.
ESTRAGÓN.-¿Para
qué?
VLADIMIRO.-Tenemos
que volver mañana.
ESTRAGÓN.-¿Para
qué?
VLADIMIRO.-Para
esperar a Godot.
ESTRAGÓN.-ES
verdad. (Pausa.) ¿No ha venido?
VLADIMIRO.-NO.
ESTRAGÓN.-Y
ahora ya es tarde.
VLADIMIRO.
-Sí, es de noche.
ESTRAGÓN.-¿Y
si no le hiciéramos caso? (Pausa.) ¿Si no le hiciéramos caso?
VLADIMIRO.-NOS
castigaría. (Silencio. Mira el árbol.) Solo el árbol vive.
ESTRAGÓN.-(Mirando
el árbol.) ¿Qué es?
VLADIMIRO.-EI
árbol.
ESTRAGÓN.-Sí,
pero ¿de qué clase?
VLADIMIRO.-NO
sé. Un sauce.
ESTRAGÓN.-Vamos
a ver. (Lleva a VLADIMIRO hacia el árbol y quedan ante él.
Silencio.) ¿Y si nos ahorcáramos?
VLADIMIRO.
-¿Con qué?
ESTRAGÓN.
-¿No tienes un trozo de cuerda?
VLADIMIRO.-NO.
ESTRAGÓN.-Entonces
no podemos.
VLADIMIRO.-Vámonos.
ESTRAGÓN.-Espera,
tenemos mi cinturón.
VLADIMIRO.-ES
demasiado corto.
ESTRAGÓN.-Tú
me tiras de las piernas.
VLADIMIRO.-¿Y
quién tira de las mías?
ESTRAGÓN.-ES
verdad.
VLADIMIRO.-De
todas formas, déjame ver. (ESTRAGÓN se descta la cuerda que sujeta su
pantalón. Este, demasiado ancho, se le cae sobre los tobillos. Miran la
cuerda.) Yo creo que puede servir. Pero ¿será fuerte?
ESTRAGÓN.-Vamos
a ver. Toma.
(Tiran
cada uno de la cuerda. La cuerda se rompe. Están a punto de caer.)
VLADIMIRO.-NO
vale.
(Silencio.)
ESTRAGÓN.-¿Dices
que tenemos que volver mañana?
VLADIMIRO.-Sí.
ESTRAGÓN.-Entonces
nos traemos una buena cuerda.
VLADIMIRO.-Eso
es.
(Silencio.)
ESTRAGÓN.-Didi.
VLADIMIRO.-¿
Qué?
ESTRAGÓN.~No
puedo continuar así.
VLADIMIRO.-Eso
se dice fácilmente.
ESTRAGÓN.-¿Y
si nos separásemos? Quiza nos fuera mejor.
VLADIMIRO.~Mañana
nos ahorcaremos. (Pausa) A no ser que venga Godot.
ESTRAGÓN.-¿Y
si viene?
VLADIMIRO.-Estaremos
salvados. (Coge su sombrero –el de LUCKY- mira en el interior, pasa
la mano, lo sacude y se lo vuelve a poner.)
ESTRAGÓN.
–Entonces, ¿nos vamos?
VLADIMIRO.
–Súbete los pantalones.
ESTRAGÓN.
-¿Qué?
VLADIMIRO.~Súbete
los pantalones.
ESTRAGÓN.-¿Que
me quite los pantalones?
VLADIMIRO.~Que
te los subas.
ESTRAGÓN.-Es
verdad.
(Se sube
tos pantalones. Silencio.)
VLADIMIRO.-Entonces
¿nos vamos?
ESTRAGÓN.-Vámonos.
(No se
mueven. Telón)
SAMUEL
BECKETT
PDF
version: www.geocities.com/benjamingarcia_cl/beckett/godot.doc
03/11/2008
13:42
Academic
year 2008/2009
© a.r.e.a./Dr.Vicente Forés López
© Rubén Moratalla Mayo
rumoma@alumni.uv.es
Universitat de València Press
MORE TRANSLATIONS: [1] [2] [3] [4]
[5] [6]