Conclusiones

Respecto a nuestro trabajo audiovisual, proponemos la siguiente conclusión que resume de manera eficiente la información recibida:

Atendemos en primer lugar, a la familia de la persona con Asperger, unas personas que no fueron preparadas para afrontar un caso con necesidades educativas especiales. Pero que se encontraron con ello de repente.

Cuando nosotros realizamos la entrevista a la madre y la hermana, notamos la gran experiencia que ellas fueron adquiriendo por cómo lo han vivido durante tanto tiempo al educar a una persona con Síndrome de Asperger. Por ello, documentarse del tema en una investigación a partir de sus aportaciones es valioso y fructífero.

Las familiares, mediante lo que nos cuentan, nos aproximan a una realidad más dura que ellas tuvieron que vivir. Nos cuentan como se dan cuenta de los problemas iniciales que presenta el niño al comienzo del desarrollo y advertimos el esfuerzo que implica tener que afrontarlos. Así, Carmen, se ve ante una situación un tanto peculiar. Es madre de un niño que ha nacido con algo que es diferente.

Observamos pues, las “desventajas” que se presentan al principio en la educación de una persona con necesidades educativas especiales. En este caso el Síndrome de Asperger. Carmen lo nota en la sonrisa, en la reacción ante estímulos porque sus hermanos no hacían lo mismo.

A continuación, nos preguntamos por la evolución del niño y del papel que desempeñan sus profesores. De este modo, ellas aconsejan, es de gran importancia en la educación especial el trato y la relación directa y comunicativa entre padres y profesores. Y así, llevar lo mejor posible la educación que va a recibir la persona con el Síndrome de Asperger.

Y sobretodo, Carmen nos dice: “Y no rendirse, no rendirse…”

Pedro y Yolanda nos hablan de otros aspectos que intervienen en la vida de las personas con NEE y los propios educadores.

 

Para Pedro, la educación en niños con necesidades educativas especiales es muy gratificante, ya que son personas que muestran gran interés y una gran implicación en la faena que desempeñan. En algunos casos concretos pueden parecer fríos, pero al poco tiempo se convierten en personas muy cariñosas.

Se vuelve a considerar la implicación de la familia en el proceso de enseñanza-aprendizaje, la cual resulta imprescindible. La comunicación debe ser muy fluida entre familia y centro, para ver la progresión de los alumnos y para poder atender de una manera adecuada a las necesidades individuales de los alumnos.

Por otra parte, la falta de recursos. En ocasiones carecen de material necesario para desarrollar un buen trabajo con estas personas.

También hacemos referencia al continúo reciclaje del profesorado. En todo momento el profesor está en plena evolución y en ningún momento llega al conocimiento total de las cosas. El alumno aprende del profesor y viceversa. La experiencia es la que dota al profesor de habilidades y destrezas aplicables en el aula.

Nos llama la atención el periodo vacacional; no es una etapa agradable para los alumnos. Están muy a gusto en el centro y les duele abandonarlo porque allí se sienten muy cómodos y queridos. Es una rutina que ellos tienen establecida como tal y que a ellos le sienta bien.

En referencia a Yolanda, destacamos que a pesar de que no fue su primera idea, el hecho de acabar en el mundo de la educación especial le ha reportado una satisfacción personal que no cree haber conseguido con otra profesión.

Las funciones son enormemente heterogéneas, hay que prepararse para cualquier situación. Más concretamente puede ir desde adquirir habilidades sociales básicas hasta objetivos de un currículo de primaria de un colegio ordinario.

También resaltamos algo a tener muy en cuenta: faltan recursos económicos, materiales y humanos; la atención individualizada que se necesita cuesta un dinero que muchos centros no pueden conseguir.

En cuestión al Síndrome de Asperger, Yolanda dice Supone un reto para un profesional, debido al progreso cualitativo que se puede llegar a conseguir. Las funciones y objetivos son conductuales y estructurados. No obstante, se debe de trabajar imprevistos, retirar apoyos…

No hay que tratarlos igual que a un niño normal, ya que el Asperger reúne unas características singulares. Requiere esfuerzo y dedicación.