MEDICINA FENICIO-PúNICA
Si ya era difícil encontrar testimonios sobre la medicina celtíbera en la península ibérica, todavía lo es más encontrar algo sobre la medicina que desarrollaron los púnicos. Para intentar comprender el sistema médico que los cartagineses desarrollaron en la península tenemos que recurrir a los escasos testimonios de medicina de Cartago y de los fenicios ("pueblo madre" de los cartagineses). A pesar de lo que puedan pensar algunos, los fenicios no pasaron desapercibidos en la península ibérica en los tiempos antiguos como se puede observar en el mapa inferior. Fueron muchos sus asentamientos, y por tanto su contribución cultural, aunque poco es lo que nos ha quedado. Lo que sí esta claro es la contribución púnica posterior, que superó con creces la de los demás pueblos extranjeros que hasta entonces llegaron a la península. Sin duda desempeñaron un papel influenciante crucial entre los celtíberos, que entrarían en contacto con su sistema médico.
Basándonos en estudios arqueológicos y gracias al testimonio escrito de los griegos, sabemos que en el mediterráneo oriental en época fenicia tuvieron lugar las grandes epidemias de lepra que aparecieron. Estas epidemias afectaron a la franja de Fenicia y Palestina allá por el siglo XIV aC, y por ello dicha enfermedad fue bautizada por Hipócrates como enfermedad fenicia. Y, como siempre, con los fenicios que llegaron a la península ibérica vinieron también sus enfermedades, incluida la lepra. Debido a la forma de contagio de esta peculiar infección es probable que se causara grandes estragos demográficos, y por ende también culturales, entre la población autóctona asentada en la costa mediterránea oriental y meridional de la península. Para el control de la lepra los fenicios practicaban la cirugía y el uso de fármacos cuyos nombres no han llegado hasta nuestra época, y es más que probable que enseñaran estos métodos también a los pueblos con los que aquí mantuvieron contacto.
Sabemos que la medicina fenicio-púnica se englobaba dentro de las medicinas llamadas arcaicas. Eran medicinas en las que el razonamiento "científico" todavía no aparecía en pro del empirismo y de creencias mágico-religiosas a las que se atribuían efectos curativos. Usaban amuletos y animales como fuentes de prevención o cura de enfermedades. Veneraban a varias divinidades de la medicina, aunque la principal era Eshmún, que con el paso del tiempo se identificó como el Asclepio griego. Además veneraban también a Apollon (el dios que en Cartago era relacionado con las curaciones) y a otra divinidad llamada "Baal que cura", identificada después con Astarté, que entre otras cosas presidía los nacimientos. Aquí se muestra una imagen de la primera figurita de la diosa Astarté encontrada en la antigüedad, curiosamente en la actual provincia de Sevilla en el VIII siglo aC:
Un elemento a destacar en la cultura fenicio-púnica es el agua. En varios lugares de la antigua Fenicia como Kition se han encontrado santuarios a los que se realizaba peregrinajes terapéuticos habituales cuyo objetivo era sanar a través de ritos hidromórficos, y que para ello poseían unas instalaciones hidráulicas importantes. De hecho existían varias figuras paramédicas al servicio de las divinidades en estos santuarios, los "barberos del templo" y los "maestros del agua", que realizaban pequeñas cirugías y tratamientos de hidroterapia. En la península ibérica se cita una colina como templo de Eshmún en la Cueva Negra de Fortuna (Murcia), y existe también otro templo de culto en Ibiza, donde hay restos de importantes obras hidráulicas.
No ha quedado ningún tratado de fármacos, pero Dioscórides habla en su obra de la farmacopea cartaginesa. Hay recetas para tratar a los enfermos, en las que se utilizaban como compuestos básicos el azafrán, la mirra, el nardo, la pimienta blanca, el aceite de oliva y de rosas, las lentejas, el vino, la canela, el sésamo, el comino y la miel. También daban en ceremonias funerarias granadas a los presentes con el fin de alargar su vida, y el vino se utilizaba como sustancia medicinal.
De su cirugía, además de los métodos ya mencionados utilizados para el tratamiento de la lepra, se han documentado en varias tumbas de Sion sofisticadas prótesis dentales que indican la frecuencia de su uso entre los fenicios. Aquí tenéis un ejemplo de este tipo de prótesis:
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