Desde Peñaseíta hasta Grandas de Salime, no encontramos ni un solo bar o tienda donde comprar algo para desayunar, así que la etapa fue, cuando menos, hambrienta.
Aunque la etapa terminaba en Grandas de Salime, decidimos continuar hasta Castro ya que eran pocos killómetros.
Así que, comenzamos la etapa con una subida dura hasta una línea de acumuladores que se veía desde el albergue. Después nos encontrarmos con un durísimo descenso donde mi rodilla se resintió bastante. Al final del descenso nos encontramos con un entotrno fantástico con una presa. El paisaje era digno de ver.
La etapa fue un verdadero paseo por las nubes, subiendo y bajando, atravesándolas varias veces. ¡Una pasada!
Al llegar al albergue de Grandas, Alicia no pudo reprimir sus ganas de escribir en el libro alguna cosa impertinente sobre mi.
Dejamos nuestras mochilas en el albergue, ya que queríamos dar un paseo por el pueblo, desayunar (por fín) y comprar una rodillera para mis maltrechas rodillas en una farmacia. Y a ésto fue a lo que dedicamos un par de horas.Destacable la visita a la Iglesia del Salvador.
Después del sellado de las credenciales en el Ayuntamiento de Grandas de Salime, continuamos hasta Castro, despistándonos en una casa donde una empleada de correos nos indicó mal la dirección. Menos al que no le hicimos mucho caso.
Siguiendo con nuestra costumbre, volvimos a llegar los primeros a un albergue privado, donde enos esperaban varias sorpresas. La primera era la camarera. Sólo tenemos palabras bueenas para ella, creo que no conseguiré volver a ver a alguien tan dulce y amable como ella, alegraba la vida a cualquiera con su don de gentes. La segunda sorpresa era la comida, buena y abundante.La tercera sorpresa nos la ofrecía la visita a la aldea de Castro ya que no hubieramos imaginado que una pequeña aldea tuviera tanto para ver, aunque por las horas no pudimos ver mucho, quedamos deseosos de volver. Por lo tanto, el paseo se redujo a un paseo entre las tres casas, y un oteo de lejos a los castros romanos y visita a la ermita, ya que el museo estaba cerrando cuando hemos llegado.