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Para uso en banquetes, hay constancia escrita de Ateneo de Naucratis (siglo II a.C.) que recoge citas de diversos autores anteriores de los siglos V y VI a.C. Atestigua que ya en la Atenas de la época de Sócrates (470-399 a.C.) existía un comercio más o menos organizado. Su uso y consumo pasa a Roma en el siglo I a.C. para usos terapéuticos a través de médicos griegos, siendo también su uso muy extendido en bebidas, refrescos y conservación de alimentos. Se crean útiles para el mantenimiento de la nieve y hielos como el “saccus nivarius” o “el colum nivarium” , para evitar que esta nieve, a veces sucia, se mezcle con la bebida o los alimentos. Se cuenta que el emperador romano Nerón, enfriaba los jugos de frutas y vinos con nieve traída de las montañas. La expansión del imperio romano, ayudó a la divulgación de su uso y a la construcción de lugares de recolección y mantenimiento de nieve y hielo, llegando a la Mediterranía y norte de África. De esta época se han encontrado restos de construcciones de depósitos en el área pirenaica, en el Plateau de Lannemezan; en Reinosa (Santander) y en la ciudad de Valencia, supuestamente en las ruinas romanas de L'Almoina.
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