Portada Inicio
Siglos XV al XX
Valencià Castellano

 

En los albores del Renacimiento, el comercio de la nieve estaba muy extendido y organizado en el mundo islámico y en el imperio otomano, pero no tanto en las riberas septentrionales del Mediterráneo. En los reinos peninsulares, la nieve y su uso estaba empleada entre la nobleza y clases altas de la sociedad.

Francisco Franco, catedrático sevillano, en 1569 publica la primera monografía europea de los beneficios de la nieve y los pozos de hielo “Tratado de la nieve y del uso della” .

Cuando realmente se popularizó su empleo fue a mediados del siglo XVI y en el XVII en que se prolifera en la construcción de pozos o cavas, concediéndose licencias o cédulas. Muchas poblaciones los construyen, la demanda de su consumo se generaliza y los precios son accesibles para la gente.

En las poblaciones, en el interior de las casas se han descubierto pozos o neveras medievales en la que debía guardarse durante todo el año la nieve y el hielo del invierno para la conservación de alimentos y usos sanitarios (fiebres o calenturas).

 

Se conocen pozos de nieve, en Sierra Espuña (Murcia), Cataluña, en la Isla de Mallorca, Andalucía, Rioja, País Vasco, Navarra, Castilla, Extremadura, la Comunidad Valenciana, en fin en prácticamente casi todo el territorio peninsular e insular.

El comercio de la nieve o del hielo ha constituido hasta fines del siglo XIX un recurso montano que se añadía a la explotación ganadera y a la forestal en las áreas montañosas de las regiones mediterráneas. Las series estadísticas que pueden reconstruirse a partir de la cantidad de nieve caída año tras año resultan también de gran interés para la realización de estudios paleoclimáticos y la amplia documentación reunida sobre su recogida, transporte y distribución constituye un material de indudable interés económico y social.

 

Repartidor de agua de cebada. Museo de la Cerámica

El consumo de grupos sociales aristocráticos y refinados, el cual alcanzó un desarrollo espectacular entre el siglo XVI y mediados del siglo XIX, dio lugar a la organización de todo un conjunto de medidas legales y administrativas para regular, asegurar y controlar un comercio que tantos capitales comprometían, que tan rentable podía ser desde el punto de vista fiscal, y que tenía un impacto indudable desde el punto de vista constructivo, concediéndose licencias y cédulas para su construcción y explotación.

Existían pozos de montaña, en las zonas en las que nevaba; pozos urbanos y pozos rurales.

La venta de nieve no se interrumpía en ningún mes del año, debido a su uso en medicina y al precio relativamente moderado, por la abundancia de puntos de abastecimiento cercanos; pero naturalmente el consumo se intensificaba en verano, por la popularidad de las bebidas heladas y su empleo en la conservación de alimentos.

En algunas casas o caseríos se utilizaron unas pequeñas neveras o agujeros bien en su interior o anexos al edificio, de menos de dos metros, para uso familiar o como depósito intermedio entre abastecedores y compradores.

El comercio de la nieve se mantuvo con gran fuerza durante el siglo XIX, durante el cual se produjo un fuerte aumento del consumo de helados y horchatas. En la segunda mitad de dicho siglo el uso de la nieve o del hielo natural empezó a desparecer por la generalización del frío artificial,

A partir de 1870 se produce el inicio de la decadencia, apareciendo las primeras máquinas productoras de hielo, ideadas por Tellier, inventor del frío industrial, lo que propició la producción industrial. En estas fechas también se fabricaron las primeras neveras domésticas, con aporte de hielo industrial en su interior, inicialmente hechas de madera y corcho, posteriormente metálicas; la nieve aún se consumió hasta los años 1920-1930 e, incluso, pero ya de forma excepcional, durante la guerra civil.

Como dato, última nieve vendida en las calles de Granada lo fue el 25 de julio de 1950; y se sabe del mantenimiento del consumo en algún país asiático hasta prácticamente nuestros días.

Consumo de nieve en ciudades españolas (1835-1839)
Ciudades
Media anual
Media por hab.
Alacant
1.374
0.077
Badajoz
78
0.007
Barcelona
1.428
0.012
Cadiz
564
0.010
Granada
1.358
0.021
Málaga
379
0.006
Segovia
52
0.008
Sevilla
832
0.008
Toledo
413
0.030
València
5.616
0.085
Valladolid
500
0.026
Consumo de nieve expresado en cargas. Fuente: H. Capel Sáez.

 

Edad Medieval Edad Medieval Subir