El 19 de octubre de 2006 la Comisión europea explicó la comunicación: “Plan de acción para la eficiencia energética: realizar el potencial” que consiste en reducir el consumo de energía en un 20% de aquí hasta 2020. Para ello, es necesario “mejorar el rendimiento energético de los productos, los edificios y los servicios”, así como de los medios de transporte y fomentar un uso moderado y justo de la energía. Por lo tanto, para poder alcanzar este porcentaje es necesario modificar los comportamientos de consumo de la sociedad, tanto a nivel europeo como a nivel mundial y desarrollar técnicas, tecnologías y productos que no requieran mucha energía para llevar a cabo su función.

Los productos que requieren un estudio y una adaptación con mayor rapidez para lograr este objetivo son las calderas, los televisores, el alumbrado y la refrigeración, ya que su utilización es inmensa y consumen mucha energía. De hecho, los estados miembros deben clasificar periódicamente estos equipos, además de promover las orientaciones sobre buenas prácticas de explotación de energía dirigidas a los proveedores, distribuidores y consumidores.