Uno de los objetivos para luchar contra el cambio climático es fomentar las tecnologías renovables que permitan mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, favorecer la economía europea y proteger los recursos naturales de explotaciones, mala utilización y contaminación. Se trata de tecnologías que emiten menos emisiones de CO2 y reducen el consumo de recursos y de energía.

Aunque estas tecnologías sean muy diversas, están infrautilizadas por la escasa información de los consumidores hacia sus ventajas ecológicas y económicas. Así pues, la Comisión europea afirma que incrementar los programas de investigación y difusión, que tomen parte en el mercado económico, redactar una legislación acerca de ellas, controlar sus resultados; así como concienciar a los consumidores y empresarios y favorecer las inversiones en esta clase de tecnologías tanto en los países desarrollados como en los de en vías de desarrollo económico, fomentaría a escala mundial la implantación de tecnologías respetuosas con el medio ambiente. De hecho, a partir del año 2013 se aumentará el presupuesto para investigar y promover el desarrollo de estas tecnologías.